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miércoles, abril 24, 2024

Navidad 2019

    Para A. E.

Para todos y todas por la fortuna de coincidir 

 

Tengo una gran y querida amiga que disfruta especialmente la época navideña. Me cuenta que ella viste su casa con su árbol, luces, esferas, adornos, manteles y con todo aquello que decore su espacio de vida con los detalles propios de la Navidad. Su afición por la Navidad no tiene que ver con la parte religiosa con la que se asocia usualmente, sino por las historias de vida familiar y por lo que convoca y evoca la Navidad en sí misma y que va más allá de la mercadotecnia de la temporada que se desata después del Día Muertos y el Halloween e inunda supermercados, tiendas departamentales, calles, avenidas y plazas. 

Su gusto y cariño por vivir y compartir la Navidad me hizo pensar. Yo soy un poco o un mucho “Grinch” como el de la película o como Ebenezer Scrooge del Cuento de Navidad de Charles Dickens y eso tiene que ver con la manera en que he ido viviendo esta temporada cada año. Lo cierto es que uno va cambiando y hay muchos buenos motivos para hacerlo. 

Hace unos meses una persona me comentó que ya no veía, ni leía las noticias, no encontraba nada bueno en ellas, “es como una permanente nota roja” y todo lo demás que se presenta en la televisión, la radio y los periódicos  son solamente denuncias y escándalos, -fraudes, corrupción y pleitos políticos- en México y en el mundo y en un sentido tiene razón. Llevamos, al menos en lo que va del siglo XXI, que la realidad humana de la que se da cuenta a través de los  medios masivos de comunicación, es un gran y dramático relato del dolor que somos capaces de provocar a otros seres humanos y de la crueldad de la condición humana cuando la razón esta distorsionada por el poder, la avaricia, la arrogancia, la soberbia y la ignorancia. 

También es cierto, que la capacidad humana desde una perspectiva positiva demuestra que el avance civilizatorio que hemos alcanzado tiene grandes y espectaculares logros en todos los campos de la ciencia y la tecnología, hay múltiples testimonios de vida que apuntan mostrar que somos sensibles, que podemos tener una conciencia crítica y que podemos, si queremos, mejorar y resolver muchos de los problema que hemos causado y generado en aras del progreso y el desarrollo.

Hace unos días recibí un link, que ahora comparto, donde hay algunas ilustraciones que muestran algunas buenas noticias y que nos dicen de forma gráfica y textual que hay posibilidades de hacer cosas por las personas, por el medio ambiente y por la vida misma. Son unas cuantas láminas que dicen que podemos tener alguna esperanza en un entorno catastrófico y éstas se pueden ver siguiendo la siguiente dirección en Internet:

https://m.cuantarazon.com/1121581/estoy-harto-de-malas-noticias-asi-que-he-ilustrado-algunas-de-las-mejores-noticias-de-2019

No hay duda que la vida nos hace cambiar. El punto clave es tener la disposición para  ver con otros ojos la realidad y aceptar que no hay una mirada única, que es necesario ver y entender la vida desde el otro, de la otra, se trata de conocer, escuchar y apreciar lo que se ve, lo que se piensa, lo que se siente, lo que se imagina y en lo que se cree, aunque no estemos de acuerdo en todo, y el hacerlo con honestidad y humildad nos da la oportunidad de reconocer que “sus miradas” son también legítimas y sobre todo son profundamente humanas y verdaderas. 

Vale decir que la Navidad de este año para mi tiene componentes muy especiales, únicos, valiosos, asociados a experiencias de vida, algunas de ellas inéditas y maravillosas y otras por demás tristes. Ha sido un tiempo de nuevos proyectos y compromisos de trabajo, de sentir la cercanía de amigas y amigos en sus circunstancias. Tiempo de iniciar un proceso de introspección y análisis personal y de apreciar el trabajo y esfuerzo de mi familia, de ver crecer a mi nieta y de confirmar la urgente certeza de que necesitamos pensar y sentir juntos como comunidad, como sociedad y que todo ello, hace que mi esperanza en las personas se renueve y se fortalezca aún más, entre todo y pese a todo.

Por ahora deseo a propósito de la Navidad: “Que el amor se expanda y se exprese. Que la vida gane. Que la justicia exista. Que los deseos se transformen en logros y en placeres. Que los sueños nos guíen a nuevos horizontes y posibilidades para la vida y la esperanza. Que los anhelos sean energía vital para crecer como seres humanos junto con otros y otras. Que la esperanza nos ayude a diseñar juntos nuevas utopías. Que la amistad nos llene el corazón de alegría y fuerza interior. Que extendamos las manos para que la solidaridad crezca entre nosotros y la fraternidad nos permita lograr ser mejores personas y que la Navidad de este 2019 que hagamos una hermosa Noche Buena y una Feliz Navidad”.

Arturo Mora Alva
Arturo Mora Alva
Biólogo por la UNAM, Mtro. en Educación por la UIA León, Doctor en Estudios Científico Sociales por el ITESO con especialidad en Política. Profesor Universitario en todos los grados. Investigador Social, Consultor y Analista.

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