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jueves, abril 18, 2024

Por poco y se mete en un problema enorme Andrés Manuel

En días pasados, el presidente de la República mandó la iniciativa del presupuesto de egresos de la federación para 2019.

Aún no es definitivo pues falta todo el proceso legislativo que incluye discusiones en comisiones y un buen trabajo de cabildeo por parte de los legisladores y que necesita escuchar – a veces- a las partes afectadas.

Lo que brincó fuertemente es que hay tres rubros que estimo fundamentales a los que se les redujo drásticamente el presupuesto: universidades, cultura, y ciencia y tecnología.

El avance de una nación debe ser progresivo y los rubros como los antes mencionados son elementales en la ecuación. No podemos entender crecimiento y fortalecimiento social sin ellos.

En el tema de las Universidades me queda claro que es necesario un profundo análisis del ejercicio presupuestario y por supuesto mejorar la eficiencia en el uso de los recursos públicos. Pues sí es real que existe muchas veces un inadecuado ejercicio del mismo, e incluso hasta puede llegar a fomentar la corrupción en el ejercicio de los dineros. Es evidente que las universidades públicas deberán realizar mayores esfuerzos por promover la transparencia y la rendición de cuentas y dejar el oscurantismo del ejercicio presupuestario, pero quitarles recursos no me parece que sea la ruta.

Sin embargo, dos cosas me preocupan de manera importante en este tema: de las 20 mejores universidades del país, 13 son públicas y de esas 13, 10 están dentro de las más importantes de América latina.  Es claro que un eventual recorte presupuestario lastraría el avance y los beneficios que ofrecen al país y sobretodo a los jóvenes que están preparándose.

El otro tema que me inquieta es de corte político y de visión de Estado: Los Organismos Autónomos tienen también dentro de sus atribuciones un patrimonio y presupuestos propios. De hecho, mucho de su autonomía está sustentada en el tema de los recursos. Para ello, tienen Consejos Directivos que les aprueban sus presupuestos. La ruta es simple: Los Consejos Directivos de estas Instituciones como la UNAM, el IPN, la CNDH y un larguísimo etcétera, aprueban el tema de los dineros y estos son enviados al Poder Ejecutivo para que lo agregue al presupuesto de egresos tal cual fueron enviados (por eso son autónomos) y sean turnados al Poder Legislativo para su aprobación. Es decir, sólo el Poder Legislativo podría hacer observaciones y ajustes al mismo.

El problema grave que veo es que Andrés Manuel metió mano en un rubro que no le corresponde y que de facto resta (o elimina) la autonomía. Eso jamás debe suceder pues se necesita que no exista conexión alguna entre los Organismos Autónomos y el Poder Ejecutivo, pues es la forma de garantizar la Institucionalidad y el sano alejamiento que se requiere. Además, es evidente que existe un sometimiento del legislativo al Poder Ejecutivo, lo que no pueden ser buenas noticias, máxime que el partido del presidente tiene mayoría en el Congreso, lo que le da más poder del que sanamente requiere su figura.

Respecto a los temas de Cultura y de Ciencia y tecnología, las noticias tampoco fueron buenas. En Cultura hubo una disminución de 7.6 por ciento del presupuesto respecto al otorgado en 2018. Sin embargo, la realidad es que esa pérdida podría llegar a alcanzar hasta un 26 por ciento real según la inflación y el tipo de cambio. Lo anterior es terrible.

En Ciencia, tecnología, e innovación el gasto total del gobierno de la República se redujo en 13.6%.

Lo que se ha expuesto resulta totalmente contrario a lo que se requiere para fortalecer la sociedad y sus elementos resilientes. El presupuesto mejor invertido es en educación, en cultura y en ciencia. Así que disminuirlo significaba una batalla abierta y muchos frentes por controlar para nuestro nuevo Presidente. Basta recordar que en este año conmemoramos el 50 aniversario del movimiento del 68, el cual tuvo como una de sus génesis la inconformidad y la molestia de los estudiantes, maestros e investigadores de esa época pues Díaz Ordaz trató de apretar las Universidades. He de señalar que ya se estaban preparando movimientos si Andrés Manuel seguía en esa ruta.

Si además agregamos a la ecuación que se estaba preparando una movilización nacional por parte de las Secretarías de Cultura y los coordinadores de diferentes expresiones culturales y artísticas de todo el país, pues se le pondría muy complicado al Gobierno Federal sostener el craso error de quitar dinero de donde no se debe. En los últimos 3 sexenios nunca se había destinado tan poco dinero a la cultura.

Andrés Manuel reculó y dio marcha atrás. No sé si por miedo (seguro hasta él sabe que se le puede ir de las manos su incipiente gobierno si no es cauto). En México casi 3 millones de jóvenes estudian en Universidades públicas. Sólo la UNAM tiene 350 mil estudiantes. El Politécnico casi 200 mil y la UAM 60 mil. No creo que enemistarse con ellos sea la mejor forma de comenzar lo que denomina la 4ta transformación.

Debe ser sensible y aprender a escuchar, pues hay temas que le pueden explotar en las manos y creo que ya se dio cuenta.

 

Eric Bolivar
Eric Bolivar
Abogado especialista en Derechos Humanos, activista en apoyo a migrantes centroamericanos, colaborador voluntario de la Fundación TELETÓN, columnista, fotógrafo; actualmente dirige Donadores Compulsivos Guanajuato A.C., dedicada a promover la donación altruista de sangre y plaquetas. Correo electrónico: Ebolivar1975@gmail.com. Twitter: @eric_bolivar

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