El ser humano domestica a los perros, igual que el político domestica a sus perros y los domestican a su antojo, además son seleccionados en distintos trabajos, pero la mayoría son utilizados para ladrar, sobre todos en los medios de comunicación.
Esta jauría de perros trae recuerdos una película norteamericana dramática de 1966 dirigida por Arthur Penn con Marlo Brando, Jane Fonda, entre otros, basada en una historia de Horton Foote, pueblo del sur de los Estados Unidos, es el regreso de un prófugo de la justicia condenado injustamente y desata el caos entre los habitantes del pueblo. El sheriff, interpretado por Brando, debe lidiar con los personajes siniestros y sus miserias humanas.
Así tenemos actuando una jauría humana en los medios de comunicación en México, son los perros de la clase política corrupta y asesina, que quieren seguir viviendo en la extrema derecha o extrema izquierda, no entienden que el péndulo político está en el centro izquierda.
Es un perro frustrado, cuando no entienden algo, los cambios o no pueden alcanzar lo que quieren, ladran de dolor.
¿Porque ladran los perros? Ladra en la radio y televisión para comunicarse, incluso reproducen los ladridos mediáticos y hacerlos más intensos, hasta aturdir, por lo que si no quieres escuchar sus ladridos, no sintonizar sus programas matutinos y vespertinos.
Porque son los sabuesos, mastines o perros en forma de fantasmas que aúllan o ladran en la tumba de sus amos, al respecto, recomiendo leer “El sabueso de los Baskerville” de Arthur Conan Doyle, que tiene como protagonista principal a Sherlock Holmes, es el relato de Richard Cabell que vivió durante el año 1 600 y tenía pasión por la caza y era “hombre monstruosamente malo”, vendió su alma al diablo y corrió el rumor de que había asesinado a su esposa. Falleció el 5 de julio de 1677 y la noche de su entierro apareció un fantasma con forma de perro caminando por todo el páramo y aullando en su tumba.
También ladran los perros por miedo, se van sus amos y pierden privilegios, cuidados, son perros que no soportan que su amo se aleje del lugar, son animales sociales y le temen a lo soledad, sus ladridos son de desolación, estrés, ansiedad o frustración.
Algunos gruñen antes del ladrido, incluso juegan con sus ladridos, es su naturaleza ladrar.
Otros perros son especialistas en la cacería, corren, avisan a los otros perros y a su amo de una presa débil, la acorralan y la despedazan, son perros asesinos, son perros que deben estar amarrados o encerrados para que no hagan daño y puedan lastimar.
Otros perros tienen la función de cuidadores del lugar y de los bienes, para avisar la llegada de extraños o intrusos, ladran a toda hora funcionan como alarma. Defienden su territorio o sus pertenencias.
El que describe con mayor claridad a este tipo de perros es Dante Alighieri en su libro “Divina comedia”: “Cerbero (símbolo del apetito incontrolado), fiera cruel y monstruosa, ladra con sus tres fauces de perro contra los condenados que están allí sumergidos. Tiene los ojos rojos, los pelos negros y cerdosos, el vientre ancho y las patas guarnecidas de uñas que clava en los espíritus, les desagarra la piel y los descuartiza”.
“Cuando nos descubrió Cerbero, el gran gusano abrió las bocas ensañándonos sus colmillos; todos sus miembros estaban agitados. Entonces, mi guía extendió las manos, cogió tierra y la arrojo a puñados en las fauces ávidas de la fiera. Y del mismo modo que un perro se deshace ladrando y se apacigua cuando muerde su presa, ocupado tan solo en devorarla, así también el demonio Cerbero cerró sus impuras bocas, cuyos ladridos causaban tal aturdimiento en las almas, que quisieran quedarse sordas”.
Existen otros motivos que hacen ladrar a los perros como el tener hambre o necesitan un hueso, así se comportan algunos de los políticos también.
Otros perros ladran para llamar la atención, y repiten sus ladridos para hacer que alguien les haga caso, demanda atención.
Recuerdo la novela Rebelión en la granja del escritor inglés George Orwell, publicada en 1945, habla de los perros que controlan las reuniones y las asambleas, que es símbolo de corrupción de los gobiernos, son amaestrados aislados del resto de la granja “…Acto seguido se escucharon unos terribles ladridos que llegaban desde fuera y nueve enormes perros que llevaban puestos unos collares tachonados con clavos, irrumpieron en el granero”.
Los perros, se convierten en cómplices de los cerdos. Son los que cumplen con las órdenes de ejecución, y le gruñen a cualquiera que parezca cuestionar las decisiones de los cerdos. A cambio, éstos les dejan quedarse en la casa y los alimentan mejor que a los demás animales.
Calma a tu perro o a tus perros, en una parte de la lectura del famoso libro El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra, novelista, poeta y dramaturgo español (1547-1616), leemos: “No se oía en todo el lugar sino ladridos de perros, que atronaban los oídos de don Quijote y turbaban el corazón de Sancho. De cuando en cuando rebuznaba un jumento, gruñían puercos, mayaban gatos, cuyas voces, de diferentes sonidos, se aumentaban en el silencio de la noche”.
El ladrido de perros, “Mire vuestra merced –respondió Sancho- que aquellos que ahí se parecen no son gigantes, sino molinos e viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino”, rodeado de perros hambrientos y famélicos.
Incluso, cuenta la mitología griega que uno de los doce trabajos del héroe Heracles o Hércules era liberar a Teseo del inframundo, capturar al fiero perro Cerbero y sacarlo fuera de Hades, para liberarse de culpas por matar a sus hijos.
En este caso ganar el Poder Ejecutivo es entrar al inframundo y salir vivo, pero tiene que luchar o domesticar a los fieros perros que actúan como Cerbero. “…Siempre, Sancho, lo he leído decir, que el hacer bien a villanos es echar agua en el mar…y es de sabios guardarse hoy para mañana y no aventurarse todo en un día”.
