Inicia el año y la cascada de buenas intenciones suele fluir en abundancia. Tal vez, es porque los días de descanso y de convivencia familiar, hecha a andar el pensamiento mágico en nuestra mente acerca de que con el cambio del número en el calendario habrá milagros inmediatos.
La realidad es que las intenciones sin acciones y sin fecha de cumplimiento son sólo buenas ideas.
Te voy a sugerir algunas cosas que me han funcionado, esperando que te sirvan para diseñar las estrategias que sean óptimas para ti y tu familia.
Te platico…
- En los primeros días de enero, aprovechamos para sentarnos y plantear los propósitos COMO FAMILIA. Es decir, cada uno de nosotros tendrá los suyos, pero establecemos algunos que nos comprometen a todos.
Han sido tan variables y básicos como:
– Todos nos vamos a poner bloqueador antes de salir de casa.
– Todos nos haremos al menos una limpieza dental profesional.
- Hacemos algunas PARTICULARES, adecuadas a la edad y necesidades de cada miembro de la familia. Por ejemplo, el enero del 2019, me propuse caminar al menos 5 mil pasos diarios. No siempre los alcanzo, pero sí me ha dado una noción de la actividad física que realizo cotidianamente. Lo lindo de esto es que si camino sola, es un momento de limpiar la mente, relajarme. Si me acompaña alguno de mis hijos, es la oportunidad de conexión y charla. Si voy con mi esposo, nos ponemos al día, nos damos el espacio de platicar en privado temas de pareja o simplemente, poder hablar sin ser interrumpidos… (you know what I mean???)
- También, como tradición, procuramos hacer un viaje corto a algún lugar donde los hijos puedan conocer y divertirse. Hemos visitado el Museo del Papalote, el Bioparque Estrella, Teotihuacán, etc. Como ves, son paseos breves que pretenden ser didácticos y recreativos al mismo tiempo. Es la oportunidad de compartir actividades, jugar, reírnos, crear recuerdos para el futuro.
- Y nos planteamos cuál será el lugar a visitar en verano e iniciamos el ahorro, aportando todos a una alcancía familiar.
- Otro propósito es aprender algo nuevo durante el año. Ya sea tomando un curso en específico o de manera autodidacta. ¿Qué se va a aprender? Lo que cada uno quiera. No hay regla ni restricción, la única condición es que sea algo nuevo. No hay mejor inversión –sobretodo de tiempo – que el conocimiento.
- Solemos pensar también en alguna actividad recreativa que podamos compartir. En el 2018 nos unimos a un grupo de senderismo. Mis hijos mayores y yo, hemos podido gozar de esos paseos por el campo que nos hacen regresar renovados… ¿costo de inversión? Cero pesos.
Como verás, no son cosas exhaustivas, apenas son esbozos, ideas generales que nos dan una orientación. Creo que lo más importante, es que nos dan un sentido de pertenencia y de prosperidad, de optimismo, de esperanza.
Al final del año, nos permite revisar qué tan fieles fuimos a lo propuesto, lo cual nos da una sensación de progresión. Y lo que quedó pendiente o en falta, pareciera que ya no se ve tan imposible.
Lo que los hijos perciben es que es un esfuerzo conjunto y el cumplimiento de ello, como un logro del que son parte y de lo cual se pueden sentir orgullosos.
¡Feliz año para todos!
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