- Publicidad -
viernes, marzo 29, 2024

¿Qué diablos nos pasa?

Germán Mauricio tiene 15 años y trabaja en una tienda de conveniencia llamada Kiosco en Manzanillo Colima. Está a sólo dos cuadras de su casa. Saliendo de ahí se va todos los días a trabajar a un ciber café otras 4 horas más.

Trabaja muy fuerte porque quiere comprarse una computadora que “no le de lata por unos 10 años al menos” le dijo a su mamá. Quiere también en unos años entrar a estudiar Administración de Empresas. Su sueño es ser administrador.

Germán es un chico ejemplo para su edad: Trabaja, estudia, ayuda a su mamá y sueña muy alto.

El pasado domingo 26 de mayo se fue a trabajar como cada domingo a la tienda kiosko donde es cajero.

Todo va bien. En un momento entran a la tienda tres personas con el rostro cubierto y con un arma. Uno se queda en la puerta cuidando y los otros dos se acercan a él. Germán se da cuenta de lo que está pasando y no pone resistencia.

Los sujetos vacían las cajas registradoras. Germán se hace a un lado para no estorbar y no dar motivos de enojo a los criminales.

Uno de ellos le exige que se hinque y se ponga viendo hacia el otro lado de donde están ellos. Germán lo hace.

Los tipos terminan de tomar todo lo que pueden y se enfilan a la puerta de salida. Mientras Germán sigue hincado en la posición en la que le ordenaron. Ya se habían prácticamente ido cuando uno de ellos se regresó. Germán no lo podía ver pues estaba hincado de espaldas. ¿Saben a que regresó? A vaciarle la pistola a Germán. Lo asesinó por la espalda.

Todo quedó grabado en las cámaras de seguridad de la tienda.

¿Qué diablos nos pasa? Estos sujetos ya tenían lo que querían, tenían el rostro cubierto por lo que Germán no podía verlos, ya se iban. ¿Por qué? ¿Para qué? Sólo por matarlo.

Me indigna, me da rabia. Podría ser nuestro hijo, nuestro sobrino, alguien que conocemos.

El desgraciado que lo asesinó claramente no tiene respeto por nada, no tiene temor de nada.

¿Qué nos pasa como sociedad que generamos monstruos como esos sujetos? Que matan por el puro placer de hacerlo.

¿Saben qué dijo en el sepelio la tía de Germán al referirse al asesino?:  “Donde quiera que estés ten un poquito de compasión, tú te regresaste nada más a dispararle, lo mataste por la espalda, un niño de 15 años, entrégate, harías un acto de amor si de verdad sientes algo por el prójimo”

Esas palabras no encierran rencor u odio, sólo un profundo amor por Germán. Desde ahí te das cuenta que Germán y su familia son gente de bien, de buena madera.

Lamento profundamente que como sociedad no le hayamos podido ayudar a este chico a tener su computadora y a estudiar la carrera de administración de empresas. Me da mucha rabia que no pueda ir hoy a perseguir sus sueños y que haya una familia entera que el domingo se rompió para siempre.

Y me hierve la sangre al imaginar a tres sujetos que ocuparon el dinero que robaron para comprar cervezas, cigarros y ponerle gasolina a su moto, mientras se ríen como si merecieran esa risa.

Es indiamente lo que sucedió, pero sobretodo debe ser el recordatorio de que nos debemos como sociedad un alto en esta linea que estamos transitando.

Se lo debemos a cada niño, joven adulto que como Germán han sido victimas de una sociedad afectada y trastornada.

Eric Bolivar
Eric Bolivar
Abogado especialista en Derechos Humanos, activista en apoyo a migrantes centroamericanos, colaborador voluntario de la Fundación TELETÓN, columnista, fotógrafo; actualmente dirige Donadores Compulsivos Guanajuato A.C., dedicada a promover la donación altruista de sangre y plaquetas. Correo electrónico: Ebolivar1975@gmail.com. Twitter: @eric_bolivar

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO