Por: Aleqs Garrigóz
Elliott Freed, empezó a escribir a los 20 años; publicó su primer libro los 25: Falling poems, ilustrado con un dibujo hecho por un amigo de infancia usando como modelo la foto del pequeño hermano del autor en su fiesta de décimo cumpleaños. El dibujante agregó el motivo de la hoja seca cayendo. Se trata de una portada muy poderosa que hace identificarse en el abatimiento.
Elliot Freed publicó después un libro más de poemas llamado Naked in winter (Desnudo en invierno) que espera reeditar en una versión más completa. Ambos libros se encuentran comercialmente agotados.
El autor me contó que Falling poems es la historia de su temprana juventud. Dice no haber pensado en ello mientras escribió los poemas: que en el proceso de edición del libro se dio cuenta que “representaban la lucha que atravesó consigo mismo y con el mundo exterior mientras trataba de encontrar su camino de niño a adulto”
Los poemas de estos libros, que considera muy personales, no fueron inicialmente intencionados a una audiencia. Los primeros años que escribió poesía lo hizo siempre a mano (y aún lo sigue haciendo) usando el correo tradicional para hacerla llegar a sus amigos cercanos. Sus primeras lecturas las dirigía a una o dos personas entre amistades íntimas y familiares. Nunca pensó en sí mismo como un poeta: solo escribía aquellas cosas que quería comunicar y que “la simple comunicación de las interacciones social o los ensayos del colegio, o incluso la prosa no podrían convenir a lo que experimentaba”. Me dijo también que no sabe si la poesía ha sido lo más conveniente. Pero siguió escribiendo.
A los 22 años, después de lo que él llama una “auto absorción” ocasionada por Falling poems, Freed decide hacer un voto de celibato que no duró mucho, pero sí lo bastante para olvidarse de sus enredos románticos y mirar las formas en las que “estaba dañándose a si mismo, a otros, y finalmente dejándose insatisfecho”. Naked in winter es su primer intento de hacer un libro de poemas de amor. Freed afirmó que no es un libro de romance, “pero sí de la sangre y las tripas del amor”. Solo contiene en su primera versión tres poemas, pero que aprecia sobremanera.
A mediados de la primera década de este siglo, de la que data la correspondencia que tuve con el autor, el joven escritor manejaba una empresa en expansión: reuniones, plazos, planificación de sesiones. “Todo bastaste seco”. Ansía, me escribió “una vida de poesía, noches largas, confusión, y que su corazón lo lleve aquí y allá”. Afirmó haberse convertido a su pesar en el hombre sin sentimientos, monótono, frío e inflexible que tanto criticó en su primer libro, lo que le genera conflictos existenciales y emocionales. Se ha vuelto, obligado por la supervivencia en un mundo sistematizado que no alberga la poesía, donde la poesía no alimenta el estómago del poeta, un bussiness man. Dice que se siente cortado del corazón, que le llora “generalmente alrededor de las cuatro de la mañana, a veces mientras maneja para recoger a su hija de la escuela”.
Dijo que vivir no es importante, que soñar sí lo es.
Gracias a que el autor me envió los poemas completos de su libro Falling poems, los he ido traduciendo al pasar los años. En esta ocasión, presento la dedicatoria y la introducción del libro; en sucesivas entregas compartiré recreaciones de los poemas del libro.
DEDICACIÓN
Dedicado a mi tío Sigie
quien me enseñó: si puedes cantar,
canta fuerte.
De la muerte, la vida.
De las cenizas y la ruina, una flor.
De la memoria, una sonrisa.
*
Soy un hombre joven. No puedo usar las viejas estructuras nunca más. No tengo religión y la ciencia, a pesar de todas sus aplicaciones prácticas, es una persecución inútil para buscar la verdad. No tengo lugar. No tengo fe. ¿Qué me queda entonces? ¿Debo crear mis propias estructuras que mi hijo desechará? ¿Debo continuar caminando sólo, sin fundamento?
Mi padre y su padre antes que él me han legado una herencia confusa. Me he vuelto el fundamento de mi padre. ¿Flotaré hasta que sienta yo también la carga de un hijo? ¿Dónde debo plantar mis pies? ¿Dónde puedo encontrar una almohada para recostar mi cabeza, cerrar los ojos y pensar “estoy en casa”?