En el panorama mundial se estima que 1 de 4 mujeres tiene posibilidad de desarrollar cáncer de mama. Cada año, 1.67 millones de mujeres son diagnosticadas cada año. En México, alrededor de 27,300 mujeres lo padecen, según datos del 2018.
Entonces, si para cualquiera de nosotras, la posibilidad de ser uno de esos casos es alto, ¿Qué podemos hacer para disminuir ese riesgo?
- La autoexploración. La medida más sencilla, directa, económica y eficaz.
- Amamantar POR LO MENOS 12 MESES.
- Hacer ejercicio, un mínimo de 150 minutos semanales.
- Mamografía, la primera a los 35 años y anual a partir de los 40 años (o antes si la predisposición genética es alta).
De estas acciones preventivas que podemos realizar, las dos primeras son las más sustentables no solo en temas de salud, sino hasta para el planeta. Pero profundicemos un poco más.
Una mujer que tiene hijos y amamanta tiene un factor de protección importante. Según la Lancet 2002, por cada hijo el riesgo se reduce un 7% y un 4.3% por cada 12 meses de lactancia.
Y en 32 estudios comparativos (Asia Pac 1 Public Health 2013) entre las mujeres lactantes y las que no lactaron, se identificó que las madres lactantes tenían hasta un 28% de menos riesgo si la lactancia era por lo menos de 12 meses. Y de las mujeres que amamantaron se observó que la lactancia disminuía hasta el 10% del riesgo de padecer el cáncer de mama triple negativo, que es el más agresivo de todos.
De acuerdo con el reporte de Breast Cancer 2019, la lactancia previene hasta 20,000 muertes por cáncer de mama cada año. Según el Dr. Jesús Mario Canseco, lo que estos estudios explican es que durante el embarazo, el epitelio mamario prolifera extensamente y se diferencia para hacer posible la producción de leche.
Sin embargo, SI NO SE INICIA o hay una SUSPENCIÓN SÚBITA de la lactancia después del nacimiento, el tejido mamario sufre una remodelación abrupta y forzada y, por lo tanto, mayor riesgo de desarrollar Cáncer de Mama. La conclusión de este estudio es que la involución abrupta mamaria postparto es altamente tumorigénica. En contraste, la involución gradual (el destete natural) protege contra este riesgo.
Y en este punto quiero centrar el foco de atención.
El hecho de que recibas a tu bebé y NO SE INSTALE LA LACTANCIA, puede tener un impacto en el largo plazo que no están contemplando las personas que en vez de orientarte, asesorarte y acompañarte para que tengas una lactancia satisfactoria, te ofrecen el biberón con fórmula desde el hospital.
¿Te imaginas el número de muertes por cáncer de mama se evitarían si todas las mamás amamantaran por lo menos durante 12 meses?
Ahora que sabes esta información, acércate a un profesional de la lactancia si tienes dificultad para establecerla o disfrutarla plenamente.
