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viernes, marzo 29, 2024

¡Se llama empatía! Retrógradas homofóbicos, ¡no!

Existen varias cosas que debemos cambiar como sociedad para poder construir una comunidad sólida y con valores. Una comunidad donde encontremos la posibilidad real de llevar a cabo nuestros sueños y desarrollarnos.

Mucho de lo que vivimos hoy en día -inseguridad, corrupción, indiferencia- tienen su génesis en que la escala de prioridades -que no valores, pues no son lo mismo- en nuestras vidas han cambiado. Hoy importa tener dinero, acceso a una vida cómoda y no importa como logres. Es decir, nuestra autojustificación a las acciones que realizamos para poder lograr lo anterior no tiene freno, pues queremos pensar en que si lo que buscamos es nuestro objetivo tenemos derecho a lograrlo a costa de todo y de todos.

Ese pensamiento tan egoísta nos aleja de valores fundamentales como la empatía, la solidaridad, el respeto, la tolerancia. Hoy pensamos en nosotros mismos y difícilmente nos situamos en un escenario donde la estrella no seamos nosotros mismos.

Por ello, resulta fundamental que trabajemos en la reeducación y la recuperación de la escala -ahora sí- de valores, siempre asumiendo que somos muchos y que debemos privilegiar el entendimiento y la comunicación, pues siempre necesitaremos de los demás.

Un tema que me parece importante para tocar, dado el significado que tiene, es el de la donación de órganos. En días pasados Vicente Fernández, todo un ídolo nacional y quien requiere un trasplante de hígado “que mejor no aceptaría un órgano de alguien más, pues puede que haya sido de un gay o un drogadicto”.

Lo anterior, es lamentable por ser retrógrada y homofóbico, adicionado a que es una persona a la que sigue mucha gente, entonces se distorsiona y se fortalecen mitos que nada tienen de cierto. Ante todo, está el respeto que merecen las personas que antes de irse regalaron vida, las familias de estas personas que apoyaron esa decisión tan fuerte. También están las personas que necesitan un trasplante y que tienen mucho por decir al respecto.

Por ello, lo que hizo Vicente Fernández es triste y lamentable.

Existen mitos que no tienen ningún sustento. Por ejemplo: si te ponen un órgano de otra persona no significa que vas a ver o a sentir lo que sentía esa persona.

Tampoco te va a contagiar nada -el proceso para que una persona pueda convertirse en donador es muy riguroso y especializado para asegurar la compatibilidad necesaria, -lo cual incluso tira por la borda cualquier leyenda urbana del tráfico clandestino de órganos-.

Es mucho más fácil que cualquiera de nosotros requiramos en algún momento de una donación de órganos o de tejidos, a que podamos convertirnos en donadores.  

En el tema de la donación altruista de sangre, mientras en países de primer mundo el 100% de la captación es altruista, en México es del 3%. ¿Cual es la consecuencia? Que los bancos de sangre operen literalmente al día y no haya sangre para hacer frente a contingencias y que cada vez que alguno de nosotros o la gente que queremos requiera sangre tendremos que conseguirla nosotros mismo -y creo que a todos nos ha tocado y sabemos la dificultad que encierra, pues es un tema que a la gente no le importa, hasta que somos nosotros mismos quienes tenemos que buscar, entonces sí, se vuelve prioritario-. Por cierto, en América, Nicaragua y Cuba también captan el 100%.

En el caso de donación de órganos estamos peor. La tasa nacional es de 3.6 por cada millón de personas. Comparado con España que es el líder mundial con 40.2 por millón, estamos lejísimos.

Se puede donar los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas, el estómago, el intestino y los pulmones. Además, de hueso, las córneas y las válvulas cardíacas. En vida se puede donar sangre, médula ósea, hígado y riñón.

¿Qué podemos hacer? Primero que nada, entender que es un tema de empatía para con los demás, pero comienza y termina siendo un tema de empatía con nosotros mismos. Podemos inscribirnos en la página del Centro Nacional de Trasplantes www.cenatra.gob.mx/dv/index.php Es importante hablar de esto con la familia para que sea respetada esa voluntad. También se pueden registrar como donadores de médula ósea en http://fundacioncompartevida.org/?page_id=161 Además, buscar siempre la oportunidad para donar de manera altruista sangre y plaquetas.

Mostremos a nuestros hijos aquellos valores que nos distinguen como seres humanos.

 

Eric Bolivar
Eric Bolivar
Abogado especialista en Derechos Humanos, activista en apoyo a migrantes centroamericanos, colaborador voluntario de la Fundación TELETÓN, columnista, fotógrafo; actualmente dirige Donadores Compulsivos Guanajuato A.C., dedicada a promover la donación altruista de sangre y plaquetas. Correo electrónico: Ebolivar1975@gmail.com. Twitter: @eric_bolivar

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