Las vallas y muros colocados por los gobiernos durante la marcha #28S por el Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, no fueron obstáculo para que miles de mujeres tanto a nivel nacional, como en Guanajuato, vencieran desde un punto simbólico al patriarcado.
Los muros de las ideologías que han gobernado por años en Guanajuato fueron derribados, esperando que esto sea un buen augurio para que de una vez por todas se despenalice el aborto en el estado y se cumplan las exigencias de miles de mujeres.
El histórico Teatro Juárez de Guanajuato Capital, fue uno de los recintos donde colocaron muros de madera, para evitar que la marcha feminista “vandalizara” el inmueble; sin embargo, la fuerza de las mujeres logró de manera pacífica derribarlo, demostrando una vez más que los muros, esos que nos dividen y han tenido a las mujeres relegadas por años, serán derribados cuantas veces los sigan colocando.
Lo mismo sucedió en Irapuato, donde utilizaron vallas alrededor de la presidencia municipal, además de elementos de seguridad, en una ciudad que tiene antecedentes de violencia contra las mujeres en manifestaciones.
En el caso de León, fueron los católicos quienes hicieron una valla humana alrededor de los templos del Centro Histórico, y con rosario en mano le juraron a Dios, que protegerán la vida, más no así los derechos de las mujeres.
De madera, metal o de personas, cualquier muro será derribado una y otra vez por las mujeres, porque el patriarcado, se va a caer y el aborto será ley.
Ni una muerte a ciclistas
En 2021, León ocupó el segundo lugar a nivel nacional como la ciudad en donde más ciclistas fallecieron atropellados. Esto según la organización civil “Ni una muerte vial”.
Estas estadísticas, sumadas a las que con seguridad diariamente reciben las oficinas de Tránsito Municipal sobre accidentes donde se ven involucrados ciclistas, debieron alertas a las autoridades sobre una problemática real: la preferencia vial la tiene el automovilista.
Once muertes de ciclistas atropellados fueron contabilizadas en 2021, pero también tienen que ser visibilizados aquellos incidentes donde un ciclista se cae sólo porque la ciclovía pasa de estar asfaltada a ser de tierra, o aquellos casos como el ocurrido a María José, donde son embestidos por un automovilista imprudente o hasta borracho.
Por desgracia hace falta que una tragedia ocurra y se haga mediática, para que tanto autoridad, como sociedad se hagan, al menos temporalmente, conscientes de las necesidades de los ciclistas.
Más allá de si las autoridades pagan la cuenta de un hospital o no, se necesitan cambios efectivos que correspondan a los reglamentos de movilidad nacionales e internacionales, que señalan que la preferencia la deben tener los peatones y los ciclistas.
Después de lo ocurrido con María José, ¿qué acciones tomarán ahora las autoridades locales?
