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martes, abril 23, 2024

Seguimos de pie

Hace semanas todos teníamos miedo -o al menos la mayoría- y sin dudarlo, puedo decir que me permití sentirlo, y lo acepté. Cada uno de nosotros y desde su experiencia, trasladaba las particularidades de su situación, a lo que la contingencia sanitaria y económica por el “COVID 19” avisaba que traería consigo.

Como consultor y capacitador de Instituciones Educativas, así como de Organizaciones, pude visionar y anticipar que se vendría una cancelación de clases presenciales y de actividades académicas dentro de los planteles escolares, así como también, un eventual cierre de empresas y fábricas, como medidas preventivas para evitar los contagios masivos con el fin de proteger a la población e impedir el colapso del sistema de salud. Y si, como profesionista, emprendedor, y director de mi consultoría, adivinaba ya que mis proyectos contratados se verían aplazados, por lo que se vería afectado mi avance y el de todos los colaboradores de las Instituciones y Organizaciones en que se habían contratado los servicios profesionales míos y de mi equipo de consultores, y con ello, nuestros honorarios e ingresos, se verían también pospuestos.

También, temí el cómo continuar brindando el servicio a los pacientes que como psicólogo oriento y atiendo. Me preocupaban sus casos y el hecho de pensar qué pasaría con aquellos a quienes consideraba que sería totalmente contraproducente terapéuticamente hablando, frenar su orientación y contención.

En fin… Eso, por contextualizar intentando que quienes puedan leerme esta vez, se sientan identificados, desde cualquiera que sea su profesión, u actividad laboral o profesional con que aporten a la sociedad y se ganen la vida. Se pensó que tal vez sólo quienes viven en situación de pobreza tendrían complicado enfrentar esta crisis… ¡No! ¡Los empresarios también han estado en situaciones muy complejas de estrés y de toma de decisiones! Han tenido que garantizar semanas de nómina y de pago de prestaciones e impuestos sin aplazamiento alguno, sin tener ingresos, y sin tener ventas, pero reitero, manteniendo las mismas responsabilidades.

Sin embargo, las semanas fueron pasando, y recordé y comprendí nuevamente muchas lecciones que en determinados momentos de mi vida ya había aprendido. Tuve presentes básicas teorías, como la de la “Evolución y Selección Natural” de Darwin, en que aprendimos desde la primaria que todas aquellas especies con la gran posibilidad de permanecer y evolucionar son aquellas que se adaptan, siendo que quienes no lograsen hacerlo, perecerían.

Y es esa una de las grandes lecciones… ¿Cómo lograríamos adaptarnos a estar en casa con la idea de “no salir”? ¡Era algo inédito en la historia! -al menos de la historia moderna- ¿Cómo lograríamos hacernos a la idea de ver reducido nuestro ingreso? ¿Cómo lidiaríamos con la sensación de ver frenados proyectos que tanto nos habían costado y beneficiado a tanta gente?… Y si, la lista de interrogantes con orientación a seguirnos sintiendo pésimo podría seguir, porque dependiendo del color con que se enfatice la pregunta, podrá ser la respuesta…

Pero de eso comenzó a tratarse… ¡De cómo adaptarse! Y no sólo de ello, sino que con la crisis había seriamente que considerar transformarse. A veces pienso, que, desde mi opinión, aplica la analogía de “¿Qué fue primero? ¿El huevo o la gallina?” pues no estoy aún seguro si la adaptación viniese con la transformación, o la transformación con la adaptación. Lo que sí sé, es que quienes se están sobreponiendo, están viviendo ambas.

Y es que, para adaptarse y para transformarse, se ha tenido que dejar de pensar sólo en sí mismo. En realidad, en los momentos más duros de nuestra historia, México siempre ha sabido superarse a sí mismo con su carta más alta, la de su solidaridad y la de su empatía profunda por el otro. Así, es como pude callar mis preocupaciones, entendiendo que había quienes podían estar pasándola con verdadera complejidad. Recordé que tan sólo en mi ciudad, mi bonito León Guanajuato, existen ocho polígonos de pobreza y de marginación social, donde existen cientos y cientos de hogares liderados por madres jefas de familia, que estaban en casa viviendo el martirio psicológico de no saber qué darían a sus hijas e hijos de comer, pues les habían mandado a casa en muchos casos sin goce de sueldo.

Me decidí a emprender una causa con la ayuda de muchas personas en las que creo, y a las que sabía que también les motivaría hacer algo por el otro en lugar de quedarse en el “ensimismamiento” de su perspectiva. Decidimos llamarnos “Leoneses de Corazón” y gestionar, y entregar despensas en la periferia de la ciudad… Llegar a polígonos como San Juan de Abajo, Las Joyas, Diez de Mayo, Jacinto López, Los Castillos, y Piletas.

Se sumaron cientos y cientos de ciudadanos que han dejado el corazón en la causa ayudando con toda su entrega y voluntad, pero no quedó ahí. Se sumaron los trabajadores de “Mc’Donalds” Centro Max, voluntarios operadores de motocicletas de plataformas digitales como Uber Eats, y también restaurantes como “La Puerta Roja”, “Fundación Vamos México”, y la empresa de gas estacionario “Bas Butano del Bajío”. ¿Saben cómo inició todo?

Sólo con decidir hacer “algo” por quienes podían estar en terribles condiciones. Se abrió un grupo de whatsapp con personas valientes y sensibles, y el proyecto tomó una fuerza que rebasó toda expectativa. Y así ha sido con muchas otras personas también, gente que me compartió de sus temores y preocupaciones pero que semanas después, ya estaban viendo cómo ayudar… Y eso detonó emociones de esperanza distinta.

Y en ese proceso de mutación de temores que trajo la adaptación y la transformación personal que se logra con la empatía y la esperanza que surge al vivir milagros generados por la solidaridad, las emociones cambian y se facilita el desarrollo de la creatividad. En “Transforma”, mi consultoría de capacitación, fuimos la primera en el estado de Guanajuato en generar entrevistas en vivo (Facebook live) con ponentes preparados en diversos temas para llevar contenidos de interés para la población, que ahora ha tenido que estar en casa. Crecimos más del 200% los seguidores y likes de la Fan Page en Facebook de la consultoría.

En el Partido Verde, en mi calidad de Secretario de Asuntos de la Juventud en el estado, tuve tiempo para avanzar en muchos aspectos de la organización estatal de red de jóvenes que por medio de las plataformas tecnológicas pudimos trabajar muy distinto, viendo a la consigna de estar en casa, como una oportunidad para avanzar.

Y al igual que muchos colegas psicólogos, me vi en la necesidad de reinventar mi atención para no dejar de atender a mis pacientes y continuar facultando su desarrollo terapéutico acompañando su proceso de manera virtual.

Posiblemente nuestros ingresos se han reducido para quienes no somos asalariados, e incluso para quienes lo son con la inminente reducción de sueldos que se ha ido dando en muchos casos, pero ya posó más de un mes, Y SEGUIMOS DE PIE.

No olvidemos qué hemos ido aprendiendo, y qué lecciones ha dejado el aislamiento inédito en la historia propiciado por el “COVID 19”.

De cada uno depende que los resultados de esta situación, tenga saldo favorable en todos los sentidos de nuestra vida, y recordemos que es en la crisis donde más se crece.

Ayudemos cada que podamos, y mantengamos el flujo del dinero compartiendo y dando de lo que tenemos. Nadie que comparta tendrá de qué arrepentirse…

Esta secuencia es SEGUIMOS DE PIE, no se pierdan la parte ll, pues abordaré este proceso de aprendizaje que ha permitido la contingencia, desde una perspectiva más aterrizada al ámbito del desarrollo humano y personal. Estoy agradecido pues los aprendizajes no han terminado.

 

Ricardo García
Ricardo García
Joven entusiasta, Político con causa. Psicólogo de formación, trabajador de la educación por convicción. Formador de Directivos Escolares. Columnista, Capacitador y Conferencista. Secretario Estatal de Asuntos de la Juventud del Partido Verde Guanajuato. Director de TRANSFORMA Consultoría.

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