Hoy comienza la Feria Nacional del Libro de León, en evento con una tradición de 35 años que se ha ido consolidando como una de las ferias más importantes de México. Organizada por el Instituto Cultural de León, la feria presenta las obras de muchos escritores internacionales, nacionales y locales.
Es una fiesta de las letras que nos permiten compartir a través de ellas conocimiento, sentimientos y todo lo que el ser humano puede expresar a través del idioma. Es una oportunidad magnífica para conocer las últimas publicaciones en todos los ámbitos del conocimiento y de las artes y una magnífica oportunidad para que escritores nuevos comiencen a incursionar en la publicación de trabajos, de sus libros, los cuales permanecerán en el tiempo dejando un legado para quienes leen las publicaciones.
Escribir y atrapar la atención de una persona en particular o de multitudes es un don que todos podríamos desarrollar. Se desarrolla poco a poco, y como cualquier disciplina, se practica y cada vez se perfecciona más.
Quien escribe, desarrolla habilidades superiores respecto a quien no lo hace, pues permite expresar mejor las ideas y comunicar mejor lo que siente, piensa o conoce. La habilidad escritora deriva en mejor empatía y hábitos de escucha pues para compartir, primero hay que entender.
Compartir es maravilloso, no hay duda mejor que vivir experiencias que se puedan vivir junto con alguien más, quien comparte, crece en alma y espíritu y comprende mejor el entorno que lo rodea para cambiar para bien sus acciones en pro de un mejor mundo, comenzando con sus afectos. ¡Nos vemos en la FENAL!
“Siempre estaré ahí… podrás confiar mí.
En los detalles está Dios, así me gusta creerlo, porque en lo pequeño está lo extraordinario. En el día a día, todos los días, un pequeño detalle, un mensaje, una palabra de aliento en el poner atención de que es importante para quien nos importa y tomarlo en cuenta. Para ser nosotros mismos, conservando nuestra esencia y siendo empuje para impulsar a otros mientras andamos nuestro propio destino.
Siempre hay tiempo para lo importante. A lo que se le pone atención crece. Soy constructor de mi propia felicidad, pero me encanta que contribuyas a hacerla más sólida.
Detalles inesperados, como ese libro inquebrantable aquel lunes de junio donde la plática se hizo eterna y el tiempo se detuvo solo para contemplar lo maravilloso que es la plática entre individuos que conectan y que hacen nuevas historias que al mirar atrás se tornan maravillosas. Creadoras de destinos.
Las personas somos maravillosas y una de las cosas que nos hacen más humanos es la capacidad de asombro, la de sorprender a alguien con un detalle. Creando esos momentos que se vuelven memorias y que perduran siempre en el corazón y endulzan en alma cual canto de ruiseñor.
Siempre supe que ibas a llegar. Me encanta verte triunfar y acompañar tu andar es algo que quiero buscar para siempre una sonrisa en tus labios encontrar.”
