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viernes, marzo 29, 2024

SIMBOLISMO Y SOCIEDAD

El simbolismo es una parte muy importante con la que los Homo sapiens solemos distinguirnos de otras especies, con la excepción de nuestros ancestros comunes: las dos especies de chimpancés, que tienen comportamientos sociales muy especiales, y que de una u otra manera, los heredamos en nuestra genética.

Pero la carga simbólica que hemos venido construyendo a lo largo de miles de años es muy particular. No conozco otra especie del Reino Animal que se vista de una u otra forma para distinguirse como colectivo social. O tatuarse, o colocarse adornos, con el afán de sentirse apreciado por un grupo de personas. El simbolismo se presenta de miles de formas. Tantas como seres humanos habitamos en esta nuestra amada Tierra, a la que en muchas ocasiones pareciera que se nos olvida que solo estamos de paso, y que de ninguna manera somos sus dueños.

Es por eso que en las siguientes semanas trataré este tema del simbolismo desde varios ángulos. Así que empezaré por un área de la cual me enamoré desde muy joven, y que además tuve la fortuna de recorrerla de varias formas. La Música.

Esta primera entrega la dividiré en cuatro pequeños capítulos, que llevaran por nombre “Los grandes festivales musicales de los 60´s”, eventos que sucedieron en el Siglo XX.

LOS GRANDES FESTIVALES MUSICALES EN LA DÉCADA DE LOS 60´S. Primera parte de cuatro

El simbolismo es una de las tantas manifestaciones en la que puede verse reflejada la contracultura creada por los jóvenes, gracias a la influencia directa del rock. Sin lugar a dudas uno de las áreas importantes para afirmar lo anterior, son, y seguirán siendo, los conciertos en donde la comunicación está presente a través de la música y el simbolismo: son estos dos segmentos en donde se percibe esa comunión entre músicos y público, dando con ello mayor valor al mensaje poético-musical de los grupos. Y en los años 60´s y principios de los 70´s del S XX, no queda lugar a duda de esta potente relación.

Al paso del tiempo los conciertos fueron ganando audiencia, logrando con esto un gran cambio en los escenarios hasta llegar a tener que realizarse en espacios abiertos por no existir lugares con suficiente capacidad para albergar auditorios masivos, ocasionando el clímax de las citadas manifestaciones por la influencia del rock en la sociedad. Estos fueron los grandes festivales en espacios abiertos.

Los grandes festivales se pueden analizar desde diversos puntos de vista. Aquí sólo discutiremos el simbolismo y lo social. Esta sociedad que dio nacimiento a la juventud rebelde y ésta a su vez, con su arrollador empuje, a estos eventos que son una representación simbólica para ellos.

El simbolismo del rock siempre ha estrechado a la juventud con el afán de divertirse, convivir, olvidarse de problemas, concientizarse, sensibilizarse, conocerse, comunicarse, compartir alegrías y porque no, tristezas; pero también, para politizarse.

El amarillismo periodístico y de los medios masivos de comunicación de aquellos días (mucho menor en la actualidad), dejaron en claro su animadversión con respecto al rock y su simbolismo.

Estos eventos fueron de tal magnitud que cada uno de ellos tuvo la fuerza suficiente como para originar libros enteros, películas y documentales sobre su vida, su origen, su desarrollo, en fin, todo lo relacionado con ellos. Los festivales, como solía llamarse a estos conciertos masivos, llegaron a tener audiencias del más de 600,000 personas, los más grandes de ellos tuvieron duración de hasta cinco días.

Nunca antes en la historia de la humanidad, en ninguna parte del mundo se había reunido tanto personal para ninguna manifestación artística. Esto demuestra hasta donde el rock ha llegado a influir en la sociedad, ya que desde entonces y hasta la fecha abarca la casi totalidad de las naciones incluyendo los países socialistas y comunistas que aún perduran. Es una fuerza que ha llegado hasta las mismas entrañas de esas sociedades, lo cual ha permitido que no se le pueda prohibir. Aunque los intentos fueron muchos, pero infructuosos.

En un principio, antes del rock and roll, y una vez que ya había nacido éste, los conciertos no pasaban de ser la audiencia que se podía permitir en un cine o en un teatro normal, de mil a tres mil personas de aforo. Con el paso del tiempo los audiencias fueron creciendo y con ello el simbolismo, debiendo ajustar las enormes audiencias en los gimnasios y estadios deportivos. (continuará)

Estimado lector(a), espero su comentario al correo que viene al final del artículo. Después que tenga oportunidad de leer esta pequeña contribución, le solicito me haga favor de honrarme con su opinión, y de esa forma podamos compartir las sensaciones que le provocó la lectura de la misma.

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Correo: arqueolobocarlin@gmail.com

Luis Humberto Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas
Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Coordinador General del Proyecto Cultural León Prehispánico (PCPAC). Coordinador Académico de los Diplomados de Arqueología e Historia de México (DAeHM). Ingeniero en Sistemas. Músico. Correo electrónico: luishumberto.carlin@pcleonprehispanico.com

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