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viernes, marzo 29, 2024

ACTA, pasito a la dictadura

En contra de la recomendación del Senado, de la opinión de los internautas y del más básico sentido común, la administración Calderón firmó este 12 de julio, en la ciudad de Tokio, el Acuerdo Comercial Anti falsificación, mejor conocido como ACTA, un tratado internacional que, con el pretexto de combatir la piratería, sienta las bases para acabar con la libertad de expresión en el internet.

Esta aprobación por parte del gobierno mexicano llega apenas unos días después de quela Unión Europea rechazara el acuerdo por considerar que, el ACTA, en su actual redacción, genera serias dudas en cuanto al respeto de los derechos de los cibernautas. Según parece a Calderón no le importa.

También le tiene sin cuidado que, el año pasado, el Senado de la república manifestó contundentemente su rechazo a este documento porque la ambigüedad de algunos de sus términos, como “medidas expeditas”, podría atentar contra la certeza jurídica e implicaría riesgos derivados de su libre interpretación y porque, en palabras de Federico Döring “ACTA es una bofetada a la inteligencia”.

Detrás de la oprobiosa firma del tratado se esconde, por una parte, la inexplicable abyección de las autoridades ante los magnates de la “industria del entretenimiento” y, más grave aún, la tendencia del gobierno a controlar cada vez más espacios de la convivencia social.

En efecto, pareciera que en México la solución a todos los problemas está en mayor aparto público, nuevas regulaciones y, parafraseando a Molotov, en darle más poder al poder, con la esperanza de que ahora sí de resultados una estrategia que lleva dos siglos sin funcionar.

El pretexto es lo de menos, ACTA, dicen las autoridades, ayudará a combatir la piratería, pero la intención de fondo es invadir la privacidad de los internautas y entorpecer el libre intercambio de información que constituye la esencia de la internet, transformándola en un espacio manipulado por los gobiernos, supuestamente para nuestra protección.

Es cierto que la red se puede usar para mal, pero eso no justifica encadenarla, del mismo modo en que no prohibimos el uso de automóviles a causa de quienes manejan en estado de ebriedad (aunque, al paso que van, quizá lo propondrán en un par de años).

Cuando la moral por comité y la virtud por decreto ahogan el ámbito de la responsabilidad personal la democracia se vuelve una ficción y, en este sentido, la firma del ACTA por parte del gobierno de Calderón, a espaldas de la sociedad y en contra de la opinión de los legisladores representa un nuevo paso en la dirección incorrecta.

Por eso, más allá del delirio de los derechos de autor, convertidos en una auténtica cueva de ladrones, el ACTA refleja la malsana obsesión del gobierno mexicano (y de otros países) por controlar cada vez más a los ciudadanos, pues, desde el combate contra las drogas hasta el combate contra los gansitos, la burocracia quiere que seamos buenos a fuerza y eso, aquí y en China, se llama dictadura.

Si usted cree que esto no es para tanto, lo invito a recordar las palabras de Robespierre en el sentido de que la virtud sin terror es impotente. Aprendamos de la historia, empezando por la revolución francesa, y veremos que a esta “virtud” impuesta desde las altas esferas gubernamentales, para decirnos como vivir, tarde o temprano le seguirá el terror.

Por lo pronto si el ACTA avanza en el senado y entra en pleno funcionamiento la internet eventualmente dejará de ser una plataforma de creación y desarrollo de contenidos para convertirse en una mera tienda, donde solo podremos consumir los productos ya designados, bajo la estricta mirada de la brigada de la decencia.

Peor aún, perderemos un gran espacio de libertad en manos de quienes creen que pueden decidir en nuestras vidas mejor que nosotros mismos.

Es, al final del día, un “pasito” hacia la dictadura y, si queremos conservar las libertades que tanto ha costado ganar, no podemos permitirlo. Debemos alzar la voz.

www.garibaycamarena.com @garibaycamarena

Gerardo Enrique Garibay Camarena
Gerardo Enrique Garibay Camarena
Escritor, Católico por vocación y convicción, libertario, escéptico de la política y desconfiado de las intenciones de los políticos Twitter: @garibaycamarena "Personas libres y mercados libres." Wellington.mx

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