- Publicidad -
jueves, marzo 28, 2024

Al fin y al cabo es política

Este lunes 22 de octubre, con el tema de política exterior, se llevó a cabo el tercer y último debate entre los principales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos: el Republicano Mitt Romney y el demócrata Barack Obama. Aunque, como todo ejercicio político, estuvo repleto de cliché y demagogia, hay algunos puntos interesantes que destacar.

Por inicio de cuentas, la flexibilidad en el formato permite que estos ejercicios sean mucho más dinámicos en la Unión América que en nuestro país, donde la palabra debate se ha ido convirtiendo lentamente en sinónimo de monólogo. Definitivamente el IFE debe aprender y aplicar una estrategia similar, de este modo ya no será necesario contratar modelos con poca ropa y muchos “conectes” priístas para elevar los niveles de audiencia.

Más allá de la forma –del debate, no de la modelo- hubo un par de declaraciones del candidato republicano que ameritan ser tomados especialmente en cuenta. El primero de ellos fue que Romney señalara, al referirse al medio oriente, que “no podemos salir matando de este desorden”. Por supuesto, es un “sound bite” diseñado para escucharse bien, pero el solo hecho de que uno de los candidatos reconozca que la estrategia americana en la región está fracasando y se necesita tomar un rumbo fundamentalmente distinto constituye una buena noticia.

Romney propuso entonces hacer énfasis en la consolidación de la sociedad civil y de instituciones sólidas en la zona, para que las naciones musulmanas puedan rechazar por sí mismas el flagelo del fanatismo religioso –del que ellas son las primeras víctimas-. Tiene razón, el único modo real de superar la amenaza terrorista es con la voluntad y la participación de los propios ciudadanos, cerrando los espacios de fuerza de Al Qaeda y compañía.

El segundo tema, también planteado por Romney, fue la importancia de América latina como mercado y como socio comercial de los Estados Unidos.

Normalmente, cuando en la política americana se menciona a los países al sur del río Bravo es para hablar de drogas o migración ilegal, pero en esta ocasión el republicano resaltó que el mercado latinoamericano es casi tan grande como el de China y que los estadounidenses tienen más afinidad con nuestra región.

Al igual que en el primer caso, se trata de una declaración medida en términos estrictamente electorales, pero aún así, comienza a marcar una nueva tendencia, tanto en la percepción del norteamericano promedio sobre México y Latinoamérica en general, como de la visión que los políticos en Washington tienen respecto a nuestros países, cada vez menos como provincias y cada vez más como socios.

Del resto del debate no vale la pena profundizar, fue la misma retahíla de acusaciones, justificaciones e interrupciones que ambos candidatos han venido intercambiando desde hace meses. Romney empezó con fuerza, pero acabó cediendo la iniciativa y, de acuerdo a la mayoría de las encuestas, Barack se llevó una ligera ventaja.

La moneda sigue en el aire. El presidente y el retador llegarán prácticamente empatados a las urnas el próximo 6 de noviembre y todo dependerá de que tanto sean capaces Demócratas y Republicanos, de movilizar a su gente, sobre todo en estados como Florida, Ohio y Pennsylvania.

Por lo pronto el tercer debate nos dejó material para el análisis, frases para los comerciales y, sobre todo, una muy importante lección: No importa si es México o cualquier otro país, al final del día los intereses y las visiones son similares, al fin y al cabo es política.

garibaycamarena@hotmail.com            www.sinmediastintasblog.com

Gerardo Enrique Garibay Camarena
Gerardo Enrique Garibay Camarena
Escritor, Católico por vocación y convicción, libertario, escéptico de la política y desconfiado de las intenciones de los políticos Twitter: @garibaycamarena "Personas libres y mercados libres." Wellington.mx

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO