- Publicidad -
martes, abril 23, 2024

El dolor y la esperanza

Perdimos. A unas horas de la intensa jornada electoral del primero de julio está palabra sigue doliendo como en el primer instante, cuando las encuestas de salida confirmaron lo que ya sabía, pero, como panista, me resistía a aceptar: El PRI estaba de regreso en Los Pinos y Acción Nacional yace en el abismo de un tercer lugar que va más allá de la contienda presidencial, porque representa el fracaso de la misión histórica que el PAN asumió hace 12 años: consolidar la transición y dejar al priísmo en el calabozo del pasado.

Perdimos, y, si hemos de salir del barranco político en que las elecciones nos han dejado, debemos comenzar aceptando plenamente esta palabra, sin buscar culpables o razones fuera de lo que hicimos o dejamos de hacer. Solo así podremos corregir los errores y ofrecerle a la ciudadanía una institución que no solo busque ganar comicios, sino que realmente construya el bien común.

Perdimos, porque, a partir de los años 90, al embriagarnos con el néctar de la victoria, dejamos de construir y consolidar liderazgos regionales que tuvieran un auténtico respaldo social y llegamos al grado de postular, por simple pragmatismo, a priístas y perredistas para Gobernadores o Jefes de Gobierno.

Perdimos porque en el sexenio de Fox se desaprovechó la fuerza de cambio, dilapidada en las necias ocurrencias de Vicente y en la rutina del trabajo cotidiano. Incapaces de transformar al sistema nos contentamos con administrarlo, y, en este proceso, más de alguna vez caímos en la tentación de repetir lo que siempre habíamos criticado.

Perdimos porque, tras 12 años en el gobierno, fuimos incapaces de presentar en forma efectiva nuestros logros ante la sociedad. Fox y Calderón encabezaron administraciones muy exitosas en materia de Infraestructura y de combate a la pobreza (los aumentos en este rubro se deben a que hoy los esquemas para medir el problema son mucho más estrictos), conservando al mismo tiempo la fortaleza macroeconómica que había comenzado a formarse en el sexenio de Ernesto Zedillo y que aún hoy nos permite contar con una economía fuerte ante las turbulencias internacionales. El problema es que la gran mayoría de la gente no lo sabe.

Perdimos porque no impulsamos un proyecto de nación, para convencer a la gente del México al que aspiramos y promovimos las reformas estructurales desde el congreso hacia la sociedad, cuando debió ser a la inversa: convencer a la sociedad para obligar a que los diputados y senadores de todos los partidos actuaran en consecuencia.

Perdimos porque en todos estos años no hemos consolidado un respaldo mediático ni intelectual. Tras las muertes de Peraza y Abascal el partido se quedó sin pensadores, solo nos quedaron las canciones de PatyLu.

Perdimos porque la sociedad ya no nos ve como algo distinto, nos ponen en el mismo saco de los políticos corruptos y egoístas, junto con el PRI y el PRD. Los ciudadanos dejaron de ver a los panistas como las “hormiguitas trabajadoras” para catalogarnos, con razón o sin ella, como aprendices de rata.

Perdimos porque, en estados como Jalisco, lanzamos a candidatos sin carisma ni respaldo social, lo que provocó que perdiéramos a manos de la izquierda buena parte de nuestros votantes tradicionales.

Sí, perdimos y al observar el mensaje de Josefina Vázquez Mota en la sede nacional del PAN, (aquella que apenas hace doce años se inauguró para celebrar el triunfo de Vicente Fox y que ahora, bajo un ambiente completamente distinto recibía a la candidata con una mezcla de cariño y decepción) mientras intenta vestir con retórica la inocultable realidad de la derrota, comparto con ella y con todo mi partido el dolor, pero también la esperanza.

La esperanza de saber que, a pesar de todo, el PAN sigue siendo una fuerza positiva para el cambio de México. Aún ahora, en medio de la catástrofe, brillan con luz propia triunfos como el de la gubernatura en Guanajuato, bajo el liderazgo de Miguel Márquez, que, consolidando y ampliando lo alcanzado en estos años, tendrá la oportunidad de convertirse en el mejor gobernante en la historia de la entidad.

La alegría de comprobar que gran parte de la población sigue convencida de la necesidad ineludible de transformar de raíz el sistema político. No estamos solos en esta lucha, solo necesitamos reencontrarnos con la sociedad y recuperaremos lo perdido.

La tranquilidad de observar como más de un millón de mexicanos unen esfuerzo y espíritu para organizar unas elecciones ciudadanas, con mínimas irregularidades y amplia participación, desafiando los pronósticos de los cínicos que le apostaban a la desidia. El domingo México vivió una jornada de triunfo porque ganó la democracia, aún cuando no se tradujo en la victoria de nuestra candidata.

La derrota duele, pero no derrumba; cala, pero no aniquila. Desde ahora los panistas tenemos un nuevo camino ante nuestros píes, el de la oposición razonada por el progreso de México, reconociendo lo que nuestro próximo presidente, Enrique Peña Nieto, haga bien y señalando incansablemente lo que cometa en perjuicio de la nación.

Peña nuevamente ofrece aprobar las reformas estructurales, tomémosle la palabra, convenzamos a la sociedad para obligarlo a cumplir, para no regresar a los tiempos de la presidencia imperial, preservando los contrapesos sociales e institucionales, alimentando el dinamismo ciudadano más allá de los procesos electorales, porque la democracia se construye no solo el primer domingo de julio, sino todos los días.

Escribo estas líneas con la firme esperanza de que la dolorosa derrota del domingo pasado en las elecciones presidenciales sea el impulso que nos anime a renovarnos como partido y como generación.

La tarea será ardua, pero indispensable y, al platicar con mis amigos panistas, confirmo que estamos dispuestos a asumirla con toda responsabilidad, convirtiendo el dolor en acción y la esperanza en resultados. Desde hoy.

garibaycamarena@hotmail.com www.garibaycamarena.com

Gerardo Enrique Garibay Camarena
Gerardo Enrique Garibay Camarena
Escritor, Católico por vocación y convicción, libertario, escéptico de la política y desconfiado de las intenciones de los políticos Twitter: @garibaycamarena "Personas libres y mercados libres." Wellington.mx

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO