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viernes, abril 26, 2024

El sexenio perdido

En días pasados, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez entregó al Congreso de la Unión, los criterios generales de política económica para la iniciativa de ley de ingresos y el proyecto de presupuesto de egresos para la federación, correspondientes al ejercicio fiscal 2021.

En dicho documento se mantienen los tres proyectos insignia de la 4T. Para el Tren Maya el monto asignado será de 36 mil 288 millones de pesos, es decir un 48 por ciento más de recursos que los asignados el año anterior. Para la refinería de Dos Bocas -el proyecto energético más importante de esta administración- se asignaron 45 mil millones de pesos, de un monto total de 160 mil millones de pesos que costará el proyecto. Para el aeropuerto “General Felipe Ángeles”, se asignaron recursos por 21 mil millones de pesos, lo que representa un incremento del 296.7 por ciento, en relación a los recursos asignados el año pasado. 

México cuenta actualmente con 6 refinerías, la de Salamanca en Guanajuato, Minatitlán en Veracruz, Tula en Hidalgo, Ciudad Madero en Tamaulipas, Cadereyta, Nuevo León y Salina Cruz en Oaxaca. De éstas, la última que se construyó fue la nombrada  “Héctor Lara Sosa”, en Cadereyta, Nuevo León, inaugurada el 18 de marzo de 1979.

Sus instalaciones tienen una capacidad para refinar hasta 275 mil barriles diarios de petróleo, en junio del 2020 sólo procesaba 104 mil barriles diarios, es decir, está trabajando a un 37.81 por ciento de su capacidad. Esta condición se presenta en todas las refinerías de este país. 

Según la empresa de infraestructura Rengen, la rehabilitación de las seis refinerías existentes en México, costaría alrededor de 3 mil millones de dólares, es decir, aproximadamente 66 mil millones de pesos. El gobierno federal proyecta gastarse en Dos Bocas, aproximadamente 160 mil millones de pesos, es decir, nos vamos a gastar 100 mil millones de pesos más, que si se rehabilitarán las seis refinerías existentes en el país.

El costo total del aeropuerto “Gral. Felipe Ángeles”, rondará los 100 mil millones de pesos y se proyecta esté terminado para marzo del 2022. En su momento, el ex titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dio a conocer que el costo total para finiquitar los 692 contratos pendientes del proyecto cancelado del NAICM en Texcoco, sumaría aproximadamente 71 mil millones de pesos. 

Es probable que los encargados de tomar estas decisiones hayan tomado clases de matemáticas en la misma escuela y con el mismo maestro que le dió clases a Cuauhtemoc Blanco -recuerde usted que el gobernador de Morelos tiene como objetivo capturar diez delincuentes, ya lleva siete y le faltan cuatro- sólo así se explica uno este derroche, sin sentido, de recursos públicos que tanto necesita el país. 

Para el año 2021, la Secretaría de Hacienda proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4.6 por ciento. Más allá del aumento en cinco por ciento de la inversión pública no se ve cómo se pueda alcanzar dicho objetivo, ya que la inversión privada es un requisito sine qua non  para que se reactive la economía. Y sin señales positivas por parte del gobierno federal es muy difícil que se recupere la confianza perdida.

Sin estas señales y acciones positivas por parte del gobierno federal, el riesgo más fuerte que enfrentaríamos después del primer trimestre del 2021 sería el de perder el grado de inversión por parte de las calificadoras, lo cual nos traería las siguientes consecuencias:

Primero, habría una salida importante de capitales con la consecuente depreciación del peso.

Segundo, las tasas de interés se elevarían, elevando el costo de financiamiento y deprimiendo aún más la inversión y;

Tercero, se encarecerían los productos de importación, presionando la inflación al alza.  

Para finalizar, y en función de los datos planteados por la autoridad en el marco macroeconómico 2020-2026 del paquete hacendario, me atrevo a pronosticar que el crecimiento promedio en el sexenio de la cuarta transformación,  será de CERO, o incluso negativo. Será el peor resultado de los últimos seis sexenios. Con Salinas de Gortari se promedió el 4.07 por ciento; Ernesto Zedillo, 3.26 por ciento; Vicente Fox Quezada, 1.94 por ciento; Felipe Calderón Hinojosa, 1.70 por ciento y Enrique Peña Nieto, 2.41 por ciento (PIB promedio anual).

Difícil, muy difícil y complicado panorama para un presidente que todo lo politiza y que vive enfrentándose a sus contradicciones. Al final de cuentas, los resultados serán los de un sexenio perdido. Y como dice mi señor padre, “en la vida lo único que cuenta son los resultados”.

¿Usted qué opina?

Luis Fernando Marroquin Espinosa
Luis Fernando Marroquin Espinosa
Empresario. Con estudios en Derecho y mención honorífica de su generación, con reconocimiento de posesión de la lengua inglesa, otorgado por la UNAM. Ciudadano guanajuatense interesado en la vida política nacional y del estado.

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