Para quienes nos gusta la historia nos es imposible dejar pasar el mes patrio, sin recordar los principales acontecimientos de la Independencia de México.
El 15 de septiembre de 1810, al grito de ¡Viva América!, ¡Viva Fernando Séptimo!, ¡Muera el mal gobierno! El cura Miguel Hidalgo comienza lo que sería el movimiento independentista de la Nueva España uniéndose al movimiento, un numeroso grupo de indígenas armados con lanzas, machetes, hondas y palos, integrando así el incipiente ejército insurgente.
El 16 de septiembre, el cura Hidalgo sale de Dolores al frente de 600 hombres y ya para el 21 de septiembre , en su avance sobre Celaya sumaba la cantidad de 80 mil efectivos en las filas insurgentes. Es ahí, donde es designado Capitán General y Allende es nombrado Teniente General.
El 28 de septiembre de 1810, el ejército insurgente llega a Guanajuato donde se enfrenta a las tropas leales a la Corona Española, quienes resisten en la Alhóndiga de Granaditas y es ahí en dónde se lleva a cabo uno de los episodios más sangrientos de la guerra de Independencia. La furia se apoderó del ejército insurgente y durante tres días saquearon Guanajuato.
Enterado el virrey Venegas, de las intenciones del cura Hidalgo de atacar la Ciudad de México, ordena al Brigadier realista Félix María Calleja que acuda en auxilio de la capital. De igual modo, más de 3 mil soldados realistas salieron con la intención de detener el avance del Capitán Hidalgo, apostándose éstos en el monte de las cruces, los cuales y gracias a Allende y su ejército fueron obligados a tocar retirada.
Tras varios días de indecisión, el cura Hidalgo decide no atacar la plaza de México, enfilando rumbo a Querétaro, sellando así su destino.
El 16 de enero de 1811, en la batalla del Puente de Calderón en Guadalajara, el ejército realista derrota a los Insurgentes, quienes huyen al norte y tras una emboscada en las Norias Coahuila, caen prisioneros. Allende, Aldama y Jimenez, líderes insurgentes, fueron fusilados en mayo de 1811, mientras que Hidalgo, corrió la misma suerte el 30 de Julio del mismo año.
Mientras tanto José María Morelos y Pavón -antiguo alumno de cura Hidalgo- seguía cosechando victorias militares en el sur del territorio, uniéndose a su causa entre otros, los hermanos Galeana, Juan Álvarez y Vicente Guerrero. A instancia de Morelos, el 14 de septiembre de 1813 se instala en Chilpancingo el primer congreso mexicano y es aquí dónde Morelos presenta el histórico documento conocido como “Los sentimientos de la nación”, en el cual plasma sus ideales políticos, destacando sin lugar a dudas su concepto de Soberanía.
Dentro de este mismo congreso, Morelos, el siervo de la nación -como él prefería que lo llamaran- promueve la Declaración de Independencia de la Nación, rechazando la Monarquía y estableciendo la República.
Las deliberaciones de dicho congreso dan como resultado la promulgación de la primera carta magna del México republicano, conocida como la Constitución de Apatzingán de 1814.
Meses después, Jose María Morelos y Pavón es hecho prisionero y muere fusilado el 22 de diciembre de 1815 en San Cristobal Ecatepec. El legado histórico del siervo de la nación es indiscutible, no nada más porque impulsó la primera constitución del país, sino porque dejaba ver un México soberano e independiente.
Hasta aquí esta primera entrega. Nos leemos el próximo martes.
