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sábado, abril 20, 2024

The Miseducation of Lauryn Hill (1998)

The Fugees eran la muestra de que el hip-hop es un mutágeno; pasando de ser un estilo similar al de lo primero que piensan cuando escuchan la palabra hip-hop, a un sonido más personal de parte de los tres integrantes del grupo (Wyclef Jean, Prakazrel Michel y Lauryn Hill), enfocándose en los orígenes haitianos de dos de ellos y en la música que los llevó a aspirar una carrera artística.

Con esa sensibilidad y honestidad, The Fugees obtendría su gran éxito en 1996 con su segundo disco titulado The Score en las listas de popularidades. Lo has escuchado, claro que sí… porque los papás de en ese entonces se enamoraron de la revisión que hicieron del clásico de Roberta Flack:

Pero… al parecer las cosas no estaban bien entre el grupo. Con apenas dos discos en el mercado, The Fugees dejaría de existir debido a los problemas entre Wyclef Jean y Lauryn Hill, eran demasiados: desde qué podía hacer el trío para futuros proyectos, el abandono de la agrupación para enfocarse en labores solistas, y más preocupante, la relación que Jean y Hill mantenían en secreto, a pesar del matrimonio del primero. Para 1997 la relación entre los dos ya no existía y la despechada Lauryn encontraría paz y amor incondicional a través de Rohan Marley, quien se convertiría en su esposo y padre de su primer hijo: Zion.

Lauryn Hill decidió que tomaría ese 97 para enfocarse en su embarazo y futura vida, una vida alejada de los problemas de fama que llevaba adoleciendo por la falta de libertad que ella buscaba desde el inicio de su carrera… y como es casi un hecho, la maternidad le hizo sentir reflexiones sobre su existencia, reflexiones que le llevarían a escribir su primer trabajo como solista. Claro que esta labor no fue bien recibida por todos los que le rodeaban; sus antiguos compañeros no creían en su proyecto, mucho menos Columbia Records que buscaba la ayuda por parte de un productor invitado que revisara el proyecto de Lauryn, pero ella fue necia, y buscando una visión pura de su material, decidió que si en Estados Unidos no le permitían hacer el disco como quisiera, buscaría otra parte. Apoyado por su esposo, Lauryn iría a grabar hasta los estudios Tuff Gong en Jamaica, donde encontraría además el calor familiar de los Marley… un sentimiento que había explotado su creatividad que le hicieron resurgir desde el profundo hoyo de tristeza que había estado cavando.

The Miseducation of Lauryn Hill aunque casi nadie lo mencione es un álbum conceptual. Entrelaza el tema de amor/desamor y crecimiento personal de Lauryn existente en sus letras que ocurren a través de Lauryn como personaje, curiosamente ausente en un salón de clases en donde su profesor –que es Ras Baraka– habla con un grupo de niños en su salón de clases sobre las ramificaciones del amor, una clase que nunca tuvo la oportunidad de asistir al parecer.

El disco abre de manera formal con Lost Ones. Hay que entender que The Miseducation of Lauryn Hill se engendra a partir de las amarguras que Hill enfrentó desde la ruptura de The Fugees hasta que fue madre, y este proceso de escritura resultó ser un salvaguardas a su mente, particularmente con la relación que tenía con Wyclef Jean. Lost Ones es un track agresivo que habla de él –no siendo la única referencia a su antiguo amor- en donde Hill agresivamente menciona de la falta de fe de Jean en ella –It’s funny how money change a situation / Misscommunication lead to complication / My emancipation don’t fit your equation– y en donde el coro deja explícito que las decisiones para obtener la fama por parte de Jean “acercó a unos, pero alejó a una persona”.

Ex-Factor continua con el tema de amor no correspondido, sólo que esta ocasión, Lauryn Hill no está a la defensiva y pregunta con honestidad dónde está la confianza que ella depositó en una persona que no responde de la misma manera. Curiosamente la canción usa un extracto de The Way We Were, la canción de Barbra Streisand que es de las favoritas de Hill durante su niñez en la versión de Gladys Knight & The Pips, que a su vez es un guiño a Wu Tang Clan que usaron la canción para Can It Be All So Simple.

Lo que sigue, es la consagración de Lauryn Hill como autora, cuestionadora de temas personales que nadie quería tratar.

Para la época de concepción del disco, Hill también se encontraba en la concepción de su hijo en medio de un triángulo amoroso. El hecho de que se embarazara a tan temprana edad y tan temprana carrera en el mundo de la música no era bien visto, porque la idea de levantar el imaginario sexual de un artista es la forma de vender para las disqueras de entonces, y una mujer embarazada con subida de peso por supuesto que chocaba además, con la imagen sensual que Hill llegó a representar dentro y fuera de la música, por lo que una recomendación fue que tuviese un aborto… pero Lauryn ve a Zion como la salvación a su vida, el fundamento resistente a su amor y relación con esposo, y seguridad de que las decisiones que tomaban eran para ella, no para el servicio de los demás. Esto es To Zion, canción en la que por obvias razones, su hijo representa este lugar terrenal místico y de poder religioso que ahora ha alcanzado.

Do Woop es una reflexión por parte de Hill a que las mujeres piensen más allá de objetos sexuales y que rompan el esquema generado por las canciones del género, al mismo tiempo que los hombres deben aprender a generar respeto por las mujeres, que a veces llegan a importar menos que las cantidades de dinero que presumen tener entre sus bolsillos.

Hip-Hop started out in the heart / Uh-huh, yo / Now everybody tryin to chart es otra de las declaraciones fuertes de parte de Hill en Superstar, un tema que refleja su posición respecto a la banalidad del género que lejos de buscar inspirar como a los artistas que ella tuvo en su infancia, buscan precisamente la fama, el tener mayor número de temas en las listas de éxitos, y jamás buscar la finalidad artística de retribución.

Final Hour es una de las reflexiones más pesadas que tuvo durante su embarazo. Precisando su muerte sin llegar a sentirse plena, lo que hace es analizar el significado de éxito para un artista, lo que puede hacer, lo que puede dejar, y que al final de todo, cuando cierres los ojos, no te llevas el dinero que hiciste, te llevas la satisfacción de lo que cambiaste.

Las relaciones vuelven en Why It Hurts So Bad, canción en donde Lauryn Hill propone –antes que Intensa Mente (Pete Docter, 2014)– que el dolor pues… sí, duele, pero las cosas no se acaban por un desamor o un sentimiento de pena que ante sus ojos, es un momento de introspección y de validación personal, de que debes llorar, pasar el tiempo, y que “irónicamente lo que necesitas, llegará a ser lo que quieres ser”.

Y por primera vez en todo el álbum, I Used To Loved Him retrata su duelo de desamor no contra el hombre que le hizo daño, sino como un reflejo de sí misma y del daño que se hizo, aludiendo al amor prohibido que tuvo y que mitificó a pesar de que en el fondo sabía que estaba cometiendo actos impuros y deshonestos tanto para ella –y su forma de pensar- como en la forma en la que sus padres le inculcaron ser.

Shelly Thunder –ex estrella jamaiquina- y Lauryn tienen un dueto con Forgive Them Father, una canción que usa como excusa las palabras de Cristo de Lucas 2:34, “Perdónalos padre, porque no saben lo que hacen”. Bajo esa frase, lo que terminan haciendo es un análisis de la gente que llega a traicionar a ti y a tus sueños, en donde la propia Hyll llega a preguntarse el por qué aparece el complejo dominante cuando ella tiene como referencia de calma a Menelik, y a figuras como César y Jesucristo, todas traicionadas por aquellos que parecían amarles.

La canción más juguetona y libre de cualquier elemento agresivo es Every Ghetto, Every City, en donde recuerda con cariño a Nueva Jerusalem, o mejor conocida como Nueva Jersey, y las actividades que hacía como comer paletas en la temporada de calor, ver películas de kung fu y el apoyo noble de su madre que confiaba en que su hija sería una estrella.

Nothing Even Matters es otro gran dueto, esta vez con el siempre excelente D’Angelo. Esta canción de tono erótico precioso, es una carta de amor que Lauryn expresa a su esposo Rohan Marley, un hombre que le hace sentir que nada más importa, ni las penas, ni el alcohol, ni los cambios en el mundo, siempre que esté frente a la persona que representa su mundo, la cual es un guiño al estilo romántico de Roberta Flack.

https://open.spotify.com/track/1Q0lOGB52skgfzdcq233vs

Everything Is Everything es una carta de ánimo para quien lo necesite –explícitamente lo menciona al principio- en donde las cosas no parecen fáciles y en contra de uno, poniendo de ejemplo su vida y filosofía que choca con lo establecido, pero que uno no debe olvidar que “Todo es todo, y al final del invierno llega la primavera”.

La ausencia temática en The Miseducation of Lauryn Hill tiene un final hermoso. Como Lauryn no había estado en esos momentos de plática sobre el amor nunca supo actuar en el momento, y el tiempo pasó tan rápido que nunca tuvo tiempo de analizar con dedicación lo que necesitaba… que a pesar de todos los problemas que tuvo, los problemas sabía que se solucionaban con la respuesta que estaba en su corazón y en ella: ser libre y feliz es un asunto que todos podemos obtener. Esto lo canta con un piano precioso con unas fallas de audio distractoras, pero que son intencionadas, porque acabamos de llegar al final del álbum, y  la máquina se apaga para que tengamos nuestra vida, con las predicaciones que Lauryn nos ha ofrecido.

A pesar de la falta de apoyo por la discográfica, The Miseducation of Lauryn Hill fue contrario a lo que temían: un éxito en ventas, y mucho más importante, un éxito de crítica. A veces los artistas tienen que demostrar su valía como independiente, muy a pesar de haber sido la clave del éxito en el pasado, pero con el álbum, Lauryn aproximó una mezcla perfecta de soul, hip-hop, rap y blues tan digerible, con una voz tan privilegiada como la suya, y un material tan complejo que no buscaba ser parte de las discos de los noventas. Fue una pionera dentro del género porque te hablaba sobre sus problemas y lejos de volverse arrogante, se mostraba herida y con temores que a lo largo del disco comienza a aprender a analizar y a vivir con ellos, y para que el hip-hop y el rap tuviesen ese nivel de sensibilidad y reflexión, pasarían años, hasta nuestra década.

Y no olvidemos la ambición y poder que está ofreciendo una artista: una mujer, mujer afroamericana que llegaría a obtener premios que antes eran imposibilitados para alguien que no fuera blanco. Lauryn Hill llega y deconstruye esta idea rompiendo récords como el número de sencillos, y la mayor cantidad de premios Grammy –cuando estos tenían todavía un toque de validez crítica- obtenidos por una mujer en el año.

Porque no está peleada con el sonido y su filosofía, quiere que pienses pero que también este sea un deleite para tus oídos… y lo ha sido por 20 años.

20 años en donde no hemos visto más trabajo de parte de Hill. La experiencia fue exitosa, mucho más de lo que pensaba, pero también dejó relucir que no era adepta a la presión de la fama. Terminaría alejándose de todos y refugiándose en textos sagrados, cuidando a su familia y ofreciendo conciertos de vez en cuando. Su segundo disco fue un unplugged y la gente se sorprendió de ver a una Lauryn con voz débil y un público inferior al que una artista de este gran éxito tradicionalmente tendría en ojos de venta… y nunca más ha intentado hacer otra cosa. Están los asuntos legales que buscan mancharla, así como los conflictos que tiene por ser tan ensimismada, pero eso es algo que independiente de la artista, nos deja como reflexión que la estrella fugaz de Lauryn Hill quizás no vuelva al firmamento musical, pero cuando lo hizo… carajo: hizo el mejor disco de 1998 que nadie esperaba escuchar en la maldita historia.

 

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