- Publicidad -
jueves, abril 18, 2024

Todo final termina con comienzos

Se nos va un año más. Una fecha que para místicos, escépticos, religiosos, supersticiosos, y más, tiende indiscriminadamente a generar lo mismo: La idea de volver a empezar, y si bien no desde cero en la vida en general, si al menos en diferentes aspectos y áreas de nuestra vida.

Sabemos que el “año nuevo” no trae cambios por sí solo, pero estructura psíquicamente a los seres humanos para interpretar la transición de año como la posibilidad para iniciar distinto y con nuevas metas desde enero, mes que traerá consigo a los siguientes once que vendrán con un sin fin de nuevas experiencias, muchas de ellas proyectadas, y otras tantas que serán totalmente una sorpresa, como lo es la vida misma.

Es 2019 para cada quien un capítulo distinto en el libro de su vida, pues como dice el refrán, es cierto que “Cada quien habla de la feria como le va en ella”. Pero con estas palabras escritas quiero invitarles apreciables lectores, a que a pesar de los pesares -en el caso de quienes hayan encontrado este año complicado- recuerden lo importante que es quedarse con lo aprendido. Ninguna circunstancia en la vida viene sin la oportunidad implícita de aprender de las condiciones y particularidades de la misma, pues al final es lo acontecido en cada etapa lo que nos construye, y hace de nosotros lo que queremos ser.

Y justo porque es con cada capítulo de nuestra vida que crecemos y nos construimos, es que es importante escudriñar qué hemos aprendido: El crecimiento y desarrollo personal no sucede sin dirección, pues somos nosotros los que decidimos qué sentido daremos a nuestras experiencias. 

¿Este año qué dolió? ¿Este año qué soltaste? ¿Qué perdiste? ¿Qué temor venciste? ¿Qué retos tomaste? ¿Qué logros se convirtieron en unas de tus mejores memorias? ¿Cuánto amor diste? ¿Con cuánta pasión viviste? Haz un inventario de preguntas profundas, pues se dice que de los cuestionamientos asertivos, vendrán las verdades más liberadoras. 

Para mí 2019 fue una excelente oportunidad para entender vivencial y no sólo teórica e intelectualmente, verdades existenciales importantes. Tú no eres tu trabajo, eres lo que hace que en él te desempeñes y que permite que te guste. Eres tu vocación, y te la llevas a donde vayas. 

Perdona todo lo que puedas. Tú también te equivocas, y como dice la frase… “Estamos en la casa del jabonero y el que no cae, resbala”. Empatiza todo lo que puedas con las personas, su forma de pensar y de sentir, aunque eso signifique muchas veces hacerlo posible cuando no estés de acuerdo.

Defiende la verdad, y búscala siempre. Pues es real, nada genera más paz que estar en la misma. 

Identifica a las personas que te hacen tocar tierra, aquellas que te dan piso y base en momentos difíciles y que te hacen regresar a la realidad cuando la fantasía excede sus beneficios permitidos. Pero también, encuentra a las personas que te permiten externar ideas, aquello que sueñas y aún no materializas, y quienes se alegran contigo al escuchar de tus metas y te permiten pensarlas en voz alta. Fortalece a tus amistades haciéndoles saber lo importantes que son para ti, cada que tengas la consciencia de hacerles sentir especiales. Si te dices su amigo, dales ese lugar.

Observa a tu familia. Encuentra en ella la enorme oportunidad que la vida otorga para aprender a ser persona. Este año, mi familia cierra como estelar.

Deseo que puedas sentir mis palabras asumiendo que para ti, tu familia es lo mismo o más que lo que hoy puedo expresar en estas líneas. Gracias familia, porque detrás de cada logro, mi más fiel fuente de motivación, siempre radicó en que fueron mis primeros “¡Házlo!”, mis primeros “¡Tú puedes!”. Gracias por ser los más ciertos en horas inciertas, como dice la canción.

Cierro este año feliz de encontrar en mi familia, como hace mucho no me permitía, el más grande rostro del amor incondicional.

Al cerrar este año, entendamos que todo final, termina con comienzos. Encuentra la semilla, que de esa planta que murió quedó para germinar en un nuevo proceso, proyecto, o motivación.

Y recuerda que cada que vuelvas a empezar en algo, no lo haces desde “cero”, esta vez lo haces desde la experiencia.

Desde lo más fuerte de mi escencia, y de mis creencias, deseo que estés con muchas personas que te hagan saber y te recuerden, que son ellas, lo más extraordinario de esta experiencia y proceso llamado VIDA. El amor será siempre el más grande de todos los aciertos.

Ya nos decía el libro de “El Principito” que “Caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos”… Es nuestro camino recorrido, el que nos permitirá vivir 2020 con todo lo aprendido.

Ricardo García
Ricardo García
Joven entusiasta, Político con causa. Psicólogo de formación, trabajador de la educación por convicción. Formador de Directivos Escolares. Columnista, Capacitador y Conferencista. Secretario Estatal de Asuntos de la Juventud del Partido Verde Guanajuato. Director de TRANSFORMA Consultoría.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO