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jueves, marzo 28, 2024

Ciudadana candidata

La noticia política de la última semana sin duda fue la designación de la señora Isabel Miranda de Wallace como la virtual candidata del PAN a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. El miércoles 11, Demetrio Sodi, uno de los precandidatos más visibles, había hecho declaraciones en las que con molestia señalaba que el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, lo había citado para informarle que se había decidido invitar a la señora Wallace.

Al dar su anuencia, la profesora Wallace será la candidata. Creo que es una decisión de suma importancia y que tendrá diversas implicaciones. Por ejemplo, el método de designación directa no parece complacer a muchos panistas. El Comité Ejecutivo Nacional se ha reservado diversos cargos de elección para designar candidatos sin ningún tipo de competencia interna. Esto ha sido recurrente sobre todo en el caso de diputaciones. Sin embargo, no recuerdo un antecedente para un cargo de gran magnitud como lo es una gubernatura (o jefatura de gobierno, como en este caso). Sin duda, habrá muchas inconformidades al interior del PAN; sobre todo porque Demetrio Sodi –delegado de la Miguel Hidalgo- o Gabriela Cuevas –ex delegada de la misma- o Carlos Orvañanos –quien renunció a la delegación Cuajimalpa para buscar la candidatura- habían invertido tiempo y trabajo para alcanzar la candidatura. Veremos cuáles son los costos.

Según las encuestas recientes, el PAN se encuentra muy por debajo del PRD o del PRI en las preferencias de los capitalinos. No se ve fácil que en la capital la candidata del PAN logre una remontada de gran magnitud. Creo que la tentación por convertirse en candidata primero y luego en jefa de gobierno puede tener altos costos para la señora Wallace. Ella ganó prestigio como una activista social. Maestra escolar de profesión salta del anonimato a la escena pública tras el secuestro de su hijo, el empresario Hugo Alberto Wallace Miranda, quien fue secuestrado el 11 de julio del 2005; tras 5 años de denuncias e investigaciones logra detener a los secuestradores de su hijo, al mismo tiempo crea la Asociación Civil “Alto al Secuestro” y propone una ley en busca de la protección de los derechos de las víctimas de secuestro, posteriormente aprobada en la Cámara de diputados. El 15 de diciembre de 2010 gana el premio nacional de derechos humanos gracias a su labor social en la promoción y defensa de los derechos humanos de las víctimas del secuestro. Con su postulación corre el riesgo de perder su capital y prestigio social. Su lucha ya no se verá como imparcial. Además, de ganar, sus preocupaciones serán gobernar una ciudad compleja como lo es la capital; la defensa de los derechos humanos pasará a otro plano. Pero si pierde, correrá la suerte de algunos otros activistas que fueron identificados con un partido político al servicio del cual pusieron su capital. Gana más el PAN que Isabel Miranda con su postulación.

Desde luego se le invita por el prestigio, y hay que decirlo, porque sus posiciones sobre la guerra contra el narcotráfico eran muy cercanas a las del gobierno del presidente Felipe Calderón. Es decir, el PAN no buscó a Javier Sicilia, Julián LeBarón o Emilio Álvarez Icaza, líderes del Movimiento por La Paz con Justicia y Dignidad, quienes defienden una visión distinta a la estrategia oficial. El objetivo del PAN era postular a una ciudadana con afinidades ideológicas y políticas.
El caso de la postulación de la sra. Wallace es sumamente interesante porque, de triunfar, nos permitiría documentar cómo es muy difícil deslindarse de los marcos partidistas para gobernar. No me la imagino criticando las políticas públicas defendidas por su partido. Y eso vale para todos los ciudadanos que son postulados por distintos partidos y que culminan sus gobiernos en medio de fuertes cuestionamientos y enfrentamientos, salvo que asuman acríticamente la visión de quienes los postulan. En el caso de Acción Nacional es muy común que quienes llegan por procesos de designación como “ciudadanos” terminen siendo más radicales que los militantes tradicionales pues buscan la aceptación y garantizar su futuro. Eso de definirse como ciudadanos a veces resulta una posición ideológica que vende bien para convertirse en “políticos”.

Víctor Alejandro Espinoza
Víctor Alejandro Espinoza
Director del Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la Frontera Norte. Correo electrónico: victorae@colef.mx. Twitter: @victorespinoza_ Página web: www.victoralejandroespinoza.com

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