En los últimos días hemos sido arrastrados por un vendaval de noticias, la mayoría de gran trascendencia. En menos de una semana el panorama político nacional y local se modificó drásticamente. Las peores noticias las ha recibido el presidente. Mucho cambió en el ánimo presidencial entre el jueves 10 de noviembre y el día de hoy.
Hay tiempos en que parece que nada pasa, pero hay otros en los que sentimos que vamos en un tobogán sin fin. A media mañana del viernes 11 de octubre, primeramente recibimos noticias confusas acerca de la caída del helicóptero donde viajaba el secretario de Gobernación Francisco Blake Mora y 7 acompañantes, dos de ellos también tijuanenses. Más tarde se confirmaban los alcances del terrible accidente. La incredulidad se apoderó de todos. ¿Accidente? ¿Dos secretarios de Gobernación muertos de forma similar en el mismo sexenio?
El presidente Calderón en la fase final de su gobierno lucía devastado, primero al dar la noticia el mismo viernes y el sábado 12 en el homenaje en el Campo Marte. Nos hemos enterado que ese fatídico día se daría el relevo de Alonso Lujambio al frente de la Secretaría de Educación Pública. El diagnóstico se confirmaba: cáncer de médula ósea. El presidente decidió posponer el relevo.
El domingo 13, las malas noticias para el presidente llegaban de su estado natal: su hermana, Luisa María Calderón, Cocoa, perdía la elección de gobernador. Las reacciones iniciales de la ex candidata se revirtieron en contra de su hermano: “el narco presionó para que los michoacanos votaran por el candidato del PRI”, afirmó; eso se traducía en la idea de que la política federal contra el crimen organizado había fallado, al menos en Michoacán. Por ello, a los días llevar a cabo sus protestas, la decisión fue que aceptara la derrota. Así, el PRI ganó la gubernatura llevando a Fausto Vallejo como su candidato. No podía ser peor el resultado; un verdadero balde de agua fría cayó sobre Los Pinos. Al final la paradoja es que el PAN pidió revisar los resultados y contar voto por voto, casilla por casilla.
El martes 15 en Los Pinos aumentó la presión. Las noticias ahora llegaron desde el flanco izquierdo: Andrés Manuel López Obrador ganó las encuestas a Marcelo Ebrard. AMLO se convierte en virtual candidato de la izquierda en México. La división no se dio y las posibilidades de crecimiento de las preferencias por la izquierda se potencian. Ello obliga al presidente y a su partido a no esperar tanto tiempo (febrero) para perfilar a un candidato. En el PRI también quedó definido: será Enrique Peña Nieto el abanderado. El problema es que el preferido del presidente nada más no despega y si en cambio Josefina y Santiago.
El jueves 17, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó la decisión de la Comisión Nacional de Elecciones del PAN mediante la cual la dirección nacional se reservaba el derecho de designar a 140 candidatos a diputados de mayoría relativa y 24 fórmulas para el Senado. La decisión del tribunal se basó en los 1455 recursos interpuestos por militantes que consideraban se vulneraban sus derechos partidistas. Se trató de un fuerte revés para el presidente y su decisión de promover candidatos afines.
El viernes 18 venció el plazo para registrar coaliciones ante el IFE. El PRI decidió ir con el PVEM y el PANAL; PRD, PT y Movimiento Ciudadano, conforman la otra alianza. El PAN se quedó sólo; tal vez hicieron suyo el dicho “más vale sólo que mal acompañado”. Lo cierto es que dadas las preferencias políticas, es muy probable que al final les hagan mucha falta los votos provenientes de los aliados. Me imagino que los cálculos tanto del PVEM como del PANAL se basaron en las remotas posibilidades de triunfo panista; y en particular en el caso del PANAL, Elba Esther Gordillo desecha una alianza con el PAN llevando como candidata a Josefina Vázquez Mota.
El lunes 21, el corolario de malas noticias para Los Pinos lo propició la declinación de Manlio Fabio Beltrones a la precandidatura priista. Eso significa que la izquierda y el PRI ya tienen amarrados a sus candidatos. Le sacan una ventaja de tres meses al PAN. La urgencia para el presidente es que Ernesto Cordero levante un poco en las preferencias; pero de seguir aguantando la decisión de la declinación de su delfín las probabilidades de competencia decorosa por parte del PAN se desvanecen. Lo dicho, días aciagos para Los Pinos.
Días aciagos
