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viernes, marzo 29, 2024

El barco zarpó

El secretario ejecutivo del Instituto Federal Electoral, Edmundo Jacobo Molina, durante la reunión nacional de consejeros electorales de las juntas locales del IFE, que se celebró hace un par de meses en la Ciudad de México, concluyó su intervención diciendo: “El barco electoral zarpó y todos vamos en él”; de nosotros depende que no llegue a zozobrar y menos debemos permitir que se hunda. Esa metáfora la recordaba este fin de semana el consejero electoral de la Junta Local de Baja California, Raúl Ramírez Bahena, en el taller que realizamos con los 48 consejeros electorales de los ocho distritos de la entidad.

El taller coincidió con el arranque de las precampañas el domingo 18 y que se extenderán por 60 días. Desde esa fecha el trabajo del IFE se multiplica: el órgano electoral tendrá que vigilar que los precandidatos y los aspirantes presidenciales se ciñan a lo estipulado en la normatividad respectiva. Por cierto, apenas el jueves 15 la Cámara de Diputados, y luego de un retraso de 14 meses, nombró a los tres consejeros electorales que completan el Consejo General del IFE. Los designados fueron María Marván Laborde, Lorenzo Córdova Vianello y Sergio García Ramírez. Dichos nombramientos son de gran relevancia pues se integran tres personalidades que gozan de pleno respeto y reconocimiento público. Eso sí, también hay que decirlo, se sienta un precedente importante para que en el futuro los consejeros sean nombrados directamente por invitación; es decir, que no acudan a una convocatoria. Considero que el Congreso debería formular una explicación a manera de disculpa pública a todos aquellos aspirantes que se tomaron en serio la convocatoria de hace más de un año y siguieron todo el proceso, que en algunos casos, culminó con una comparecencia ante la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.

El IFE tiene una enorme responsabilidad en este año electoral intenso donde se disputan no sólo la presidencia de la República, sino también la renovación de ambas cámaras (500 diputados y 128 senadores); además de que habrá concurrencia en 15 entidades (en 6 de ellas se eligen a gobernadores). Y los mexicanos de fuera votarán por presidente de la República por segunda ocasión, coincidiendo con el voto de los ciudadanos del DF que elegirán a su jefe de gobierno en la distancia.

Ante la atipicidad del proceso de transición a la democracia en México, lo electoral se ha colocado en el centro. No tenemos otro referente más claro que las sucesivas reformas electorales que fueron permitiendo la liberalización del sistema político y el cambio político. Ha sido un proceso lento que ya dura más de 30 años, desde la reforma electoral de 1977, y que explica la importancia de la creación de un órgano electoral autónomo de la égida gubernamental. Por ello la importancia de prestigiarlo; porque de elecciones creíbles, confiables, equitativas, depende en gran parte la estabilidad política del país.

Una parte medular del desahogo de los trabajos del órgano electoral, lo constituye su servicio profesional. Desde su nacimiento el 11 de octubre de 1990, se optó por profesionalizar la estructura laboral. Eso garantizó la solvencia para la organización, registro y capacitación electoral. Un verdadero ejército de técnicos trabaja diariamente para hacer posible el cumplimiento de la misión institucional. A diferencia de los órganos locales, la profesionalización representa el verdadero cimiento en el que se apoyan los consejos distritales, locales y el consejo general.

El día 14 de este mes tomaron protesta los consejeros distritales de los 300 distritos del país. En Baja California fueron 48, seis por cada uno de los 8 distritos en que se divide territorialmente la entidad. Se nombraron atendiendo al criterio de paridad de género (3 mujeres y 3 hombres) y combinando la experiencia con la juventud. Es en los distritos donde se desarrolla buena parte del proceso electoral, empezando por la selección de los capacitadores y supervisores de los funcionarios de casilla, pasando por el proceso de insaculación de ciudadanos para integrar dichas casillas, hasta llegar al cómputo distrital. Se trata del microcosmos de la disputa política nacional. Todas y todos los que integramos el IFE nos hemos embarcado en un proceso fundamental donde se definirá el futuro de este país. Es un reto de la mayor trascendencia.

Víctor Alejandro Espinoza
Víctor Alejandro Espinoza
Director del Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la Frontera Norte. Correo electrónico: victorae@colef.mx. Twitter: @victorespinoza_ Página web: www.victoralejandroespinoza.com

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