En el PAN al parecer han decidido cambiar el método de selección de su candidato, ¡sin reconocerlo! Tal vez cuando se publique este artículo, el comité ejecutivo nacional del blanquiazul ya habrá definido si se llevará a cabo el 15 de enero próximo una “consulta indicativa” para perfilar a dos precandidatos, o si se prefiere, para desplazar a alguno de los tres pretendientes.
Como recordarán nuestros lectores, el PAN había definido un proceso de selección de candidato(a) presidencial donde se establecían dos fechas fundamentales: 5 de febrero, cuando los militantes y adherentes –cuya cifra es de 1 millón 759 mil 534- elegirían al candidato. En caso de que ninguno alcanzara el 50% de los votos, los dos punteros irían a una nueva elección el día 19 de febrero. Con relación a los otros partidos contendientes, PRI y la alianza entre el PRD, PT y Movimiento Ciudadano –llamado Movimiento Progresista-, decidieron con anticipación quienes serían sus abanderados. No sólo tomaron ventaja temporal sobre los panistas, sino que salieron muy bien librados de sus procesos internos de designación. Como sabemos, uno de los momentos críticos de todo partido político es en el cual eligen o designan candidatos a los diferentes puestos de elección; en gran parte el futuro de las contiendas y las posibilidades de triunfo se define en ese proceso. El PRI y la izquierda operaron con gran efectividad y hoy se encuentran mejor ubicados en las preferencias de los electores. No es el caso de Acción Nacional.
Tanto Josefina Vázquez Mota como Santiago Creel Miranda insistieron en que era necesario que su partido adelantara las fechas para tratar de evitar la caída hasta un lejano tercer lugar. Sin embargo, la dirigencia encabezada por Gustavo Madero se resistió. Considero que de lo que se trataba era de “posicionar” al candidato que goza de las simpatías de Los Pinos, Ernesto Cordero, y quien se ubicaba muy por debajo de las preferencias mostradas hacia Vázquez Mota y Creel. Hoy, las circunstancias parecen haber cambiado: la estrategia de retraso no sólo ha servido para que Vázquez Mota crezca, sino para que la imagen de división interna que el PAN proyecta, le reste posibilidades de competir en la elección del 2 de julio con alguna posibilidad de triunfo.
Es posible también que Ernesto Cordera haya incrementado algunos puntos porcentuales en las preferencias de los panistas como para calcular que puede dejar en el camino al precandidato que no goza de ninguna simpatía en la casa presidencial. De admitirse la propuesta de la “consulta indicativa”, la corriente oficial que apoya a Cordero tendría diez días para operar con la militancia a favor de este último y meterlo al segundo lugar. Evidentemente, el único que ha salido a manifestarse a favor del atajo sugerido es Cordero; ni Josefina Vázquez Mota, mucho menos Santiago Creel, ven con buenos ojos el desbancar a uno de los pretendientes por esa ruta.
La dirigencia nacional ya ha señalado que la consulta no tiene carácter vinculatorio. Pero nadie que tenga dos dedos de frente podría negar que el objetivo es dejar en el camino a Creel Miranda. El escenario de que los punteros fueran Creel y Cordero ya sería un verdadero suicidio político del presidente Calderón. Ello porque sabemos que el Plan B de Los Pinos es Josefina nunca Santiago.
Cecilia Romero, secretaria general, así como Juan Molinar Horcasitas, secretario de acción de gobierno del Comité Ejecutivo Nacional, expresaron que el cambio en la ruta de elección del candidato, obedecía a las decisiones del IFE. El viernes 30 de diciembre el órgano electoral acordó que los precandidatos únicos, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, podían realizar mítines ante población abierta siempre y cuando no llamen a votar por ellos mismos. Eso les daría ventaja frente a los precandidatos panistas, que dicho sea de paso, también hacen proselitismo a población abierta, aunque deberían de circunscribirse a su militancia. La decisión del IFE proporcionó la coartada perfecta a la dirigencia blanquiazul para adelantar los tiempos y reducir de tres a dos a sus pretendientes. Dicen que no es una consulta vinculatoria, pero no veo a quien resulte en tercer lugar con ninguna posibilidad de triunfo el 5 de febrero. La fuerza que han tomado sus contrincantes ha llevado a esta salida, que pudiera ser en falso y conducir a una verdadera crisis al panismo. No tomaron las decisiones a tiempo y hoy pudiera ser muy tarde.
La coartada
