Después del apabullante triunfo de MORENA en las elecciones federales de 2018, nada parecía perturbar el camino hacia la ratificación de la hegemonía del joven partido en los comicios estatales que tendrán lugar el 2 de junio del presente año. Todos los sondeos situaban a MORENA al frente de los cargos en disputa, pero, además, con amplia distancia respeto a sus contrincantes.
Como sabemos, Baja California es la primera entidad donde se renuevan los poderes Ejecutivo y Legislativo después de los comicios presidenciales. Siempre existe la expectativa de conocer cómo se comporta el partido del nuevo presidente, es decir, si logra refrendar su triunfo. Es el primer gobernador en elegirse que puede beneficiarse del bono de los votantes presidenciales.
He insistido que uno de los momentos críticos de los partidos políticos es el de la designación de sus candidatos. De la forma en cómo lo resuelvan dependerá en mucho el éxito, pero, sobre todo, el fracaso en una elección. Son momentos de potenciales rupturas entre las diferentes corrientes y grupos que conviven a su interior.
En el caso de la elección en Baja California, las cosas se han venido complicando para el partido político puntero. Como diría el clásico “Pero qué necesidad”. Con el triunfo prácticamente en la bolsa, producto entre otras cosas del “Tsunami López Obradorista” la forma en como ha sido manejado el proceso interno amenaza, tal vez no con la pérdida de la gubernatura, pero sí de alguna alcaldía o diputaciones. La división morenista es más que evidente.
MORENA ha decidido designar candidatos a partir de los resultados de encuestas. Pero ha sido un método que no deja a los interesados satisfechos, o es cuestionado públicamente. Y ciertamente no es un problema de método, sino de transparencia. Una encuesta bien aplicada, me refiero que no se cuestione su representatividad, no debe ser puesta en duda: bien seleccionada la muestra y aplicada en hogares, contará con la suficiente solidez metodológica. Pero en varios de los casos en los que se optó por esta vía, los precandidatos han cuestionado su validez.
En Baja California, todos los sondeos de casas encuestadoras con experiencia nacional, daban al precandidato a la alcaldía de Tijuana, Jaime Martínez Veloz, una amplísima ventaja sobre los otros contendientes. El delegado de MORENA en Baja California, Leonel Godoy Rangel, citó a conferencia de prensa el pasado 18 de febrero para dar a conocer a los ganadores. El anuncio fue que la empresa encuestadora era “plural.mx” y que había realizado un sondeo “cara a cara” con 1200 ciudadanos. La gran sorpresa fue que el ganador en Tijuana era el empresario Arturo González Cruz. Evidentemente esto llamó mucho la atención de la opinión pública y provocó la inconformidad de tres de los 5 contendientes, pero dos de ellos han venido exigiendo conocer la metodología de la encuesta y a la fecha lo único que han recibido son las descalificaciones del delegado nacional Godoy Rangel. Por ello elevaron su queja ante el Comité Ejecutivo Nacional de MORENA y se dicen dispuestos a recurrir a los tribunales electorales. También se sumaron precandidatos inconformes en Mexicali y Ensenada.
Ante la falta de transparencia por la negativa a hacer pública la encuesta, las manifestaciones de rechazo al interior vienen creciendo. Este domingo 3 de marzo, Jaime Martínez Veloz anunció el nacimiento del Movimiento Amplio Social por la 4a. Transformación. En su discurso pronunció estas palabras críticas: “Lo que reclama Baja California, no es el cambio de la derecha panista por una derecha cobijada bajo las siglas de MORENA, no se trata de un cambio de gerentes, sino de una profunda transformación, que se exprese a través de un nuevo pacto refundacional, construido desde abajo, por todas las fuerzas sociales, económicas y políticas del Estado, ese es nuestro reto”. MORENA y Andrés Manuel López Obrador deben tomarse en serio la crisis –potencial- que ya se asoma en Baja California. Teniendo todo para ganar existe el riesgo de perder algunos de los cargos importantes como la alcaldía de Tijuana, más cuando el PRD (y el PES) postulan al Teniente Julián Leyzaola Pérez. Ya veremos que dicen en el centro.
