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jueves, abril 25, 2024

Burócratas anquilosados. Una realidad

Una excelente noticia a partir del 1º de enero, es que por fin nuestras autoridades pusieron un freno al tema de las bolsas de plástico en tiendas y supermercados, esperemos que cada vez, se tome más conciencia de la contaminación además de la problemática ambiental que tenemos que revertir y se implementen las medidas necesarias para el reciclaje de botellas de vidrio para bebidas, como era antes.

Hablando de ánimos y buenas intenciones, el que de plano demuestra que no las tiene es el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, pues se niega a recibir a los familiares de las personas desaparecidas en el Estado producto de la violencia, quienes mantienen un plantón afuera del palacio de Gobierno.  Se dice que no los quiere recibir porque hay una “mano oscura que mece la cuna” y atrás del movimiento está MORENA (ese argumento no es nuevo ya que también lo escuché en el paro de los jóvenes universitarios de la U.G.); lo grave es que ya se escuchan voces de burócratas de alto nivel que ven con preocupación dicho actuar pero nadie se atreve a decírselo, no sea que se enoje y les deje fuera de alguna candidatura en el 2021, o sin trabajo actual. El problema es que en verdad se ve un gobernador lejano del pueblo, no apegado a la realidad social y que si quiere mantener el Estado como bastión panista debería estar muy cercano a la gente, empatizarse con sus luchas, estar de su lado, caminar con los ciudadanos; además prescindir de muchos burócratas anquilosados que lo rodean; Diego debe volver a sus orígenes, pareciera que no quiere ver la realidad.

Vaya, que el 2020 trae consigo de qué hablar, sobre todo a nivel mundial, por las tensiones que se viven entre Estados Unidos e Irán por el asesinato del general de división iraní Qasem Soleimaní, de la Fuerza Quds (Guardia Revolucionaria), que ha sido calificado como una organización terrorista por Arabia Saudita y Estados Unidos, llegando a escalar en cualquier momento hasta una tercera Guerra Mundial. Algo muy grave para la humanidad. Sin embargo entre nosotros ya empezaron a circular gran cantidad de “memes” como burla ante tal posibilidad, no cabe duda que muchos mexicanos, prefieren ver con ironía todo lo que nos sucede, ya hasta nos acostumbramos al dicho popular: “al mal tiempo buena cara”.

Pero en nuestro país, ¿qué se espera para este año 2020?. Sin duda una nueva forma de gobernar que pueda cambiar la realidad de nuestra sociedad, o podemos correr el  riesgo de solo quedarnos con mucha palabrería mañanera y ningún cambio real.  Los ciudadanos le reconocen al gobierno de AMLO su énfasis en la lucha contra la corrupción, la cual en verdad era necesaria para el país. El presidente en su informe anual pidió un año más para que se note el cambio, pues ya vio que no es tan sencillo y “no son enchiladas” como se dice popularmente. El tema presupuestal sí que es un dolor de cabeza para todos, pero, ya es hora de la verdad, necesitan demostrar que nuestra patria no se está desmoronando, que cumplirán con lo prometido en campaña al hacer una verdadera transformación en la vida pública del país, que en realidad existirá obra pública, que reactive la economía. Ya basta de ver un presidente que culpa al pasado y a los neoliberales, ya se requieren acciones concretas que se vean reflejadas en mejoras para todos los ciudadanos sin distinción alguna.

En días pasados leí un comentario hecho por Mario Di Constanzo, extitular de la Condusef, donde reitera que: se creció en un 0% estando al borde de una recesión, el desempleo aumentó, se utilizó la mitad del fondo petrolero, Pemex está al borde de la quiebra, se desplomó la inversión pública y privada, además de que no hay medicinas, entre otras cosas; esos comentarios llamaron mi atención ya que no es el primero que lo dice públicamente, lo preocupante es que el pueblo ya lo está comentando con mayor fuerza,  sin tendencia política alguna, incluso he escuchado decir “yo voté por AMLO y no es lo que esperaba, en verdad que me arrepiento”. También he escuchado comentarios como “esperemos que este año se componga, aún no pierdo la esperanza de que cumpla el presidente”, algunos más que lo defienden diciendo “era necesario frenar un poco al país para poner los cimientos de la verdadera transformación”, etc.

Entre fiestas familiares y de amigos, conversé con gente de dos bandos, el primero es ese sector de la sociedad que en verdad está contento con las dádivas económicas que el gobierno federal les entrega y que contrasta con otro sector de la sociedad que ya manifiesta su malestar ya que en las dependencias de gobierno federal existe una preocupación legitima por la falta de recursos para lo más básico, no se diga la escases de medicamentos contra el cáncer, por ejemplo. Hay gente que trabaja en los estados costeros del sur del país, que me platicaron que no se cuenta con recursos para mantenimiento de instalaciones gubernamentales, que éstas se están cayendo, incluso han visto oficinas que los sistemas de aire acondicionado, indispensable en la costa, están inservibles. En la iniciativa privada, también ven con preocupación la falta de crecimiento económico y empleos en diversas zonas del país, no se diga las personas que dependen del comercio o prestación de servicios en pequeño, quienes están realmente preocupados por la falta de clientes, baste el ejemplo de peluqueros o estilistas, que platican cómo antes había quienes concurrían a sus negocios cada quince días, ahora si bien les va los visitan cada mes o dos meses.

Sin duda, cada quien tiene su propia opinión, sin embargo, lo que en realidad necesitamos ver los ciudadanos son verdaderas acciones que beneficien al pueblo, no solo a los que reciben un apoyo social; necesitamos ver que la economía se reactiva, olvidemos ya que la gasolina y el gas bajen de precio, nos conformamos con que ya no suban. México puede salir adelante con su economía, sólo no le pongan trabas, ni regulen, ni legislen por decreto presidencial, pues no siempre es bueno. El caso del aumento en el salario mínimo (innegable que hacía falta un verdadero ajuste) y los impuestos como el IEPS, ya empezaron a repercutir en un aumento en los precios de bienes y servicios. Esta es una realidad , así están las cosas.

Luis Guillermo Torres Saucedo
Luis Guillermo Torres Saucedo
Abogado con estudios en las Maestrías en Derecho Constitucional, Administrativo y Fiscal y profesor del SABES.

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