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jueves, marzo 28, 2024

Guerra ajena

La fidelidad a la palabra dada es un valor con el cual fuimos educados muchos de nosotros. Vienen a mi mente acontecimientos tan sencillos, pero con un gran respeto a la palabra empeñada. Por ejemplo: cuando vas de compras a mercados tradicionales y el comerciante se equivoca en el precio te dice: “Le di otro precio, me equivoqué, pero si se lo lleva le respeto el precio que le di, ni modo, ya dije”, seguramente ustedes que me están leyendo recordarán algún caso como el que les platico.

En política, encontrar a una persona que cumpla su palabra es difícil, existe mucha demagogia además de pocos hechos, por lo que los ciudadanos en su mayoría no creen en los políticos y terminan poniendo en duda sus acciones.

En días pasados, el periódico “El Universal” publicó una encuesta que favorece al apóstol de la 4T con un 74% de la intención del voto, si se realizara la consulta ciudadana para ver si continuaría en el cargo como presidente. Otro dato es que el 69% aprueba su gestión, manteniendo además una alta expectativa pues 6 de cada 10 le creen y consideran que su gestión mejorará.  Estos datos muestran que su popularidad no ha cambiado, que se le cree, además de que se le reconoce su cercanía con la gente, elemento clave para mantenerse con dicha popularidad.

El presidente manifiesta ir “cumpliendo su palabra” dada en campaña, con promesas que obviamente le dieron tanta popularidad y lo hicieron ganar, como el implementar la famosa austeridad republicana, la entrega de las becas para jóvenes estudiantes, un programa de empleo para “ninis” pagado por el gobierno, su lucha anticorrupción, la desaparición del Estado Mayor Presidencial, el incremento a la pensión de los adultos mayores, la entrega de apoyos de manera directa a la gente, y el tema del avión presidencial que si bien no se ha vendido, cumplió poniéndolo a la venta, entre otros temas. Sin embargo, como lo dije la semana pasada  los temas económicos no son lo suyo, además de los engorrosos trámites burocráticos que aún no cambian en beneficio del pueblo.

Les presento una observación que espero consideren válida. La disminución en los subsidios a los impuestos que gravan los combustibles los encarecieron. Sin embargo aunque pareciera una medida necesaria porque esos subsidios apoyan a clases sociales que tienen automóvil y que tienen dinero para pagarlo, el aumento al precio del diesel ha afectado al pueblo obrero y trabajador de manera directa, pues usa el transporte público todos los días, ya sea foráneo, urbano o suburbano, para ir a trabajar a otras ciudades o desplazarse de sus comunidades o a las escuela, por ejemplo. Si a esto le sumamos que desde el 2014 el IVA grava el transporte foráneo, como si moverte en autobús para ir a estudiar y trabajar en otras ciudades fuera un lujo o un gusto y no una necesidad. En fin. El aumento en el precio del diesel, también ha afectado encareciendo los precios de bienes de primera necesidad porque los transportistas también utilizan este insumo.  Ahora bien, me pregunto ¿qué pasaría si se subsidiara con un buen porcentaje, únicamente el diesel que es un combustible básico para el transporte público y de carga? No cree usted que las cosas cambiarían, claro, así los concesionarios no tendrían pretexto para aumentar el costo del pasaje en el servicio del transporte público; en el movimiento de mercancías beneficiaría bajando el precio al consumidor final, generando, pienso yo, un gran impacto en la economía popular.

Esto es una llamada de atención, para la oposición que no atina o no sabe que proponer, no se les ocurre nada pues su falta de cercanía con la gente los lleva solo a criticar.

Otro ejemplo de crítica y de compra de guerras ajenas, es el caso del alcalde de Guanajuato, emanado de Acción Nacional. Resulta que ahora inició pleito casado con la senadora de MORENA, Antares Vázquez, una Doctora reconocida en el medio de la medicina, que aunque  pareciese nueva en política le reconozco sus ganas de trabajar por la gente. Circunstancialmente le he seguido los pasos pudiendo comprobar que le gusta ayudar, es inquieta como ella sola, recorre comunidades y levanta la voz por el pueblo, sin duda una mujer decidida. En semanas pasadas, me tocó conocer muy de cerca una gestión para un ciudadano que necesitaba un apoyo de atención urgente en una clínica del ISSSTE, donde ella con un solo mensaje de texto y sin tanto protocolo atendió prontamente la petición, canalizando inmediatamente al enfermo a la ciudad de León para ser atendido, lo cual es un ejemplo sencillo pero con mucho significado.  Bueno, pues regresando al tema de la guerras ajenas, resulta que ella defiende a los pueblos mineros de Guanajuato, en específico al Mineral del Cedro, ya que  la empresa minera allí localizada, pretende afectar esa comunidad con una presa de jales, se quiere apropiar de los terrenos de los pobladores, y amenaza con la disminución o cese definitivo de operaciones, etc., y el alcalde en lugar de mediar, toma posición a favor de la empresa, enfrentando a la Senadora y a la comunidad, seguramente por sus compromisos con los directivos de las minas.

Hay temas de los cuales sí ocuparse en la capital del Estado, la deuda con las comunidades mineras en temas como la seguridad, el agua potable y drenajes, servicios de limpia y caminos, está aún vigente.

Como verá usted estimado lector, a veces ante tantos errores de la oposición, aunque quisiera, ni ¿cómo ayudarles?…

Luis Guillermo Torres Saucedo
Luis Guillermo Torres Saucedo
Abogado con estudios en las Maestrías en Derecho Constitucional, Administrativo y Fiscal y profesor del SABES.

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