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sábado, abril 20, 2024

La mancha en el buró

En ocasiones ni en las mejores familias todo es felicidad, pues el entusiasmo con que muchos ven al Sr. Presidente, por tener una beca, el apoyo de adultos mayores o algún otro apoyo social, se derrumba si se le ocurre ser emprendedor y crecer  iniciando su propio negocio, esto, aunque sean los tiempos de la 4T.

Después de los anuncios hechos en semanas pasadas de la gran inversión para apoyar la economía, me di a la tarea de investigar cómo conseguir un crédito rural para poner un negocio. Comenzando con mucho entusiasmo por lo prometido de que darían créditos con facilidades, investigué en el FIRA (Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura). Estos fideicomisos son públicos y tienen el carácter de entidades de la administración pública federal. En ellos intervienen como fideicomitente la Secretaria de Hacienda y como fiduciario el Banco de México; su fin es facilitar el acceso a créditos, así como otorgar garantías de crédito a proyectos relacionados con la agricultura, ganadería, avicultura, agroindustria, pesca y otras actividades conexas o afines que se realizan en el medio rural. Todo lo que platico lo pueden ustedes constatar en la página oficial del FIRA www.fira.gob.mx.

Lo primero que hice fue encontrar la página oficial, navegar en ella, y comenzar mi investigación. Encontré algo que me sonó bastante interesante y tentador, el programa de financiamiento para el turismo rural, que apoya para poder iniciar o ampliar un hotel en zona rural, hasta allí, no hay más datos, ni siquiera los requisitos mínimos; aun así continúe iluso mi aventura y puse manos a la obra procediendo a llamar al número telefónico gratuito para pedir más información. En primer lugar para que me contestaran fue un triunfo, realicé no menos de 10 llamadas, luego cuando me contestaron, después de unas preguntas me canalizaron a la ventanilla de atención más cercana a mi ciudad por lo que me dieron otro número telefónico… allí me contestó una señorita quien me canalizó con otra porque el encargado está de vacaciones. Finalmente me atiende una señorita, por cierto de voz muy agradable, quien me preguntó cuál era el motivo de mi llamada, le platiqué con emoción el posible proyecto de poder convertir una propiedad de una comunidad rural en un hotelito, con acabados de mármol, cantera naranja, barro, alberca, chimenea en el área de restaurante, etc. algo realmente fifí.

La mujer muy emocionada me dijo “claro que es un proyecto interesante, pero comencemos a revisar los requisitos que necesitará”: ¿la propiedad es suya?, inquirió, respondí claro que sí, ¿está ubicada en comunidad rural?, por supuesto continúe respondiendo, después de contestar una serie de cuestionamientos, llegamos a dos muy importantes, ¿tiene usted alguna propiedad o de un aval que podamos dejar en garantía? respondí que sí, “ahora bien” continuó, “nosotros no otorgamos créditos de manera directa pues somos banca de segundo piso, así que tendremos que canalizar su crédito vía banco o caja popular, pero usted no debe tener ninguna mancha en el buró de crédito”. Me pregunto y allí viene mi primer sobresalto, ¿quién no tiene algún problema con el buró de crédito?

Esperanzado continúe el trámite y fui a preguntar a la caja popular donde soy socio, pero… ¡oh sorpresa! el famoso buró de crédito frustró mi investigación. Llegó la triste realidad de muchos mexicanos: no soy digno de crédito, ni aunque garantice con una propiedad el dinero solicitado, eso a ellos realmente no les interesa.

Insistí a la ejecutiva, por cierto una exalumna, preguntándole ¿en verdad, ni porque garantice con una propiedad que vale mucho más de lo que necesito de préstamo me lo pueden autorizar? y con una amable sonrisa me dijo NO.

No me quedé con las ganas de preguntarle como trabajan con el FIRA en cuanto a tasa de interés y me respondió que por ser un crédito hipotecario el interés es de 19.20 % anual. Una vez obtenida esa información salí satisfecho de haber realizado mi primera investigación en campo como columnista.

Pero las cosas no pararon allí, ya que al día siguiente me fui a investigar a un banco privado, por cierto  nacido en esta zona del bajío y le platiqué a la ejecutiva mi odisea, ella sonriendo y moviendo la cabeza en señal de desaprobación me respondió, “sufre usted porque quiere, nosotros le podemos prestar el capital que necesita, además de que usted es nuestro cliente le podemos autorizar su crédito y sin una garantía hipotecaria con un interés del 19.90%”, un poco más de interés, 0.70 de diferencia que el FIRA, pero con el beneplácito que en solo tres días que dura el trámite, tendría yo disponible el crédito para realizar el proyecto.

Así que, si algún discípulo o discípula de la 4T, o un representante popular fifí (emanado de partido distinto al presidente, además de estar bajo sospecha de pertenecer a la mafia del poder) me llega a leer, tiene ya una tarea para trabajar a favor del pueblo, diseñando un verdadero programa de apoyo con créditos que realmente aterricen sin tantas trabas, porque si usted mira la página del FIRA y ve los videos descubrirá que los que gozan de los créditos para hoteles son aquellos que tienen el capital para invertir y lógico no tienen problemas en el buró.

El discurso del presidente es bueno, la realidad es otra.

Luis Guillermo Torres Saucedo
Luis Guillermo Torres Saucedo
Abogado con estudios en las Maestrías en Derecho Constitucional, Administrativo y Fiscal y profesor del SABES.

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