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jueves, abril 18, 2024

La mano negra

Los recientes acontecimientos en la Policía Federal son dignos de análisis y seguimiento. Los policías exigen condiciones laborales justas, además de que se les respeten los grados jerárquicos que tienen dentro de la corporación, entre otras peticiones.

Analicemos objetivamente, no todo está podrido en esa corporación, pues hay personal que si está realmente para servir y proteger a los ciudadanos y lo podemos ver en las carreteras, por ejemplo: en cuantas ocasiones los policías federales nos limitan los excesos de velocidad y nos molestamos, cuando en realidad es un acto de cumplimiento de ley y salvaguarda de nuestra vida y la de otros; los encontramos cuando es necesario, ayudando si existe un desperfecto en los vehículos, nos resguardan del peligro, nos acompañan hasta que llega la grúa y si es necesario con sus vehículos nos remolcan a un lugar seguro; es admirable la disposición con la que brindan el apoyo y al final ni un café te aceptan porque dicen ellos, están para servir. Me ha tocado ver a ciudadanos que cuando coinciden con ellos en un restaurant, fonda o puesto callejero, sin que ellos se den cuenta, se adelantan a pagar su consumo en agradecimiento a los muchos policías que son honestos y que ayudan sin esperar nada a cambio.

También hemos sabido y repudiado casos donde intervienen policías corruptos, que aunque pocos, manchan la integridad de las corporaciones de seguridad; hechos que no sólo debemos señalar, sino también denunciar y no ser parte de ello.

Ahora bien, ¿Usted sabe cómo vive un policía federal?, ¿Cuáles son los turnos laborales que ellos tienen?,  ¿Cada cuándo conviven con sus familias?, ¿Tienen el privilegio de llevar a sus hijos a la escuela y asistir a los festivales que se organizan para los papás donde sus hijos se esmeran por papá o mamá policía?, ¿Realmente es justo lo que gana un policía?, ¿En qué condiciones tienen su casa?, nos podemos preguntar muchas cosas sobre la vida de un policía federal o de cualquier institución de seguridad, y seguramente ni usted ni yo, tenemos respuesta.

Sin duda, el paro de actividades que se está dando por la policía federal, es un primer indicio del descontento popular, y en respuesta seguro se está fraguando un golpe fuerte contra los líderes del movimiento que no tardarán en involucrarlos en temas de secuestros y narcotráfico, mordidas, trinquetes y cohecho.

El presidente de la republica se valdrá de su popularidad y del tema anticorrupción del que hace uso cuando necesita noquear a sus opositores, u otras afirmaciones temerarias, para restarle credibilidad al movimiento, eso ni dudarlo, solo basta ver las conferencias mañaneras. Y para prueba, el secretario de Seguridad afirmó ya, que el expresidente Felipe Calderón es la mano negra que mece la cuna organizando el paro nacional. ¿Usted puede creer eso?

Ante todo esto, ¿qué está haciendo la oposición? Además de meter amparos y asesorar a los policías necesita pronunciarse a favor de los derechos laborales de los inconformes, promover que se les respeten también en la Guardia Nacional, que su sueldo, bonos, compensaciones se les mantengan, pero que, si existieran policías corruptos y se les compruebe se les destituya y sancione, pero, que no se manche el nombre de las y los  policías buenos, honestos, serviciales con el sólo poder de la palabra del presidente, porque no todo es corrupción.

Al final de cuentas se debe privilegiar que aquellos policías que quieran trabajar, se queden para seguir sirviendo al pueblo de México, porque ellos también tienen familias que mantener y salen de sus casas a trabajar, sin saber si regresarán con vida a su hogar.

Los gobiernos de los estados que son fifís (por ser de partidos contrarios al presidente) deberían ya, estar armando un plan para cobijar a los policías honestos que se den de baja de la policía federal; al final el gobierno en turno está olvidando que muchos ciudadanos apoyamos y queremos a los policías honestos.

Señor presidente, ¿Acaso usted o algún familiar nunca han necesitado de un policía? No se equivoque, nuestros policías honestos también son pueblo.

Luis Guillermo Torres Saucedo
Luis Guillermo Torres Saucedo
Abogado con estudios en las Maestrías en Derecho Constitucional, Administrativo y Fiscal y profesor del SABES.

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