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viernes, abril 26, 2024

Les gustó el chipilín…

El miércoles por la noche el presidente, en Palacio Nacional, invitó a un grupo de empresarios mexicanos poderosos, a cenar y degustar el chipilín en tamal y atole de chocolate, con el objetivo de convencerlos de comprar boletos para la rifa del avión presidencial, donde el premio no será el avión.

El chipilín (Crotalaria longirostrata) es una planta silvestre que crece en las regiones de Centroamérica; contiene hierro, calcio y betacaroteno. También se conoce en el sur de México especialmente en Chiapas. En Oaxaca se le conoce como chepíl, en Guerrero como chipile; es un condimento de olor penetrante que realza el sabor de las comidas regionales; dichas hojas se mezclan con la masa de nixtamal, se le coloca carne de pollo, queso, etc., se envuelve en hojas de plátano y son mejor conocidos como tamales de chipilín. Pueden ser al estilo veracruzano, tabasqueño y chiapaneco, sin duda este ancestral manjar es uno más de la riqueza gastronómica y cultural de nuestro hermoso país.

Regresando al tema, en las entrevistas que escuché, los empresarios salieron muy contentos y se dijeron satisfechos con la reunión, incluso afirmaron que el presidente en ningún momento los presionó para que compraran los cachitos de lotería. Se dice que los apoyos son a partir de 20 hasta los 200  millones de pesos en cachitos de lotería y la finalidad es destinarlos a temas de salud. Una vez más el presidente operó con inteligencia para recaudar dinero, distraer la atención de las demás problemáticas graves que afectan el país, además de estar metiendo poco a poco a los empresarios en el carril de la 4T. Existen malpensados que afirman, que algunos de éstos, como tienen cola que les pisen prefieren ayudar al apóstol de la 4T antes de ser investigados, recordemos que si te arrepientes y apoyas al presidente en su proyecto de nación no te pasará nada, para muestra está Manuel Bartlett, Napoleón Gómez Urrutia y otros; pero también seguramente tenemos empresarios buenos que les gusta apoyar las causas sociales, tanto que uno de los presentes le dijo al presidente que los cachitos que él compre, quiere que los repartan entre los más pobres del país.

Por cierto hablando de atole, recordé el dicho popular “dar atole con el dedo”, que se refiere a quien intenta engañar a otra persona o le promete algo en vano. Quien es bueno para querer “dar atole con el dedo” y evadir responsabilidades con la respuesta dada es el secretario general del Congreso del Estado, Ricardo Narváez, exsecretario particular del exgobernador Miguel Márquez Márquez, a quien se le atribuye la estrategia de aplicar “la Narváez”, así bautizada por quienes lo trataron en ese encargo y platican que si llegaba un político buscando chamba en el gobierno anterior o un ciudadano que necesitaba una gestión, ambas situaciones incómodas para el gobernador, éste lo pasaba con su particular y el secretario particular le decía en innumerables ocasiones “si claro, lo vamos viendo” o “lo tejemos en el camino, no te preocupes, ya casi está”  lo cual, nunca se concretaba.

Pues otra vez quiere “dar atole con el dedo” con su excusa al ser ventilado por el desvío de recursos humanos del Congreso Estatal, en el caso del camarógrafo que labora en el Poder Legislativo y que por la tarde del miércoles asistió a un evento a grabar a la regidora panista de la capital Cecilia Pöhls Covarrubias, esposa de Narváez. Cabe mencionar que al ser cuestionado, el camarógrafo dijo: “que eran ordenes de arriba”, sin embargo, al verse descubierto Narváez argumentó: que el trabajador casualmente pidió tres días de vacaciones, que él pagó el evento a una empresa X y que seguramente el camarógrafo trabaja para esa empresa. No cabe duda que en lugar de arreglar el tema se meten en más encrucijadas, pues no exhibió documentos que lo comprueben. Si realmente quiere mostrar que no obró mal, debería exhibir contrato con la supuesta empresa, factura que acredite el gasto erogado, pero además comprobante del depósito o transferencia bancaria porque si no, estamos frente a una verdadera simulación. Lástima que el proyecto  de la regidora Cecilia Pöhls Covarrubias para resarcir el tejido social, se haya empañado con el otro tema, pero en política, ¡no hagas cosas buenas que parecen malas!.

Mientras el presidente todos los días habla de luchar contra la corrupción, muchos siguen actuando, como si fuera natural obtener un beneficio indebido, como el caso anterior. Pero hay casos peores como el denunciado por el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, que puso el ejemplo de que sí se pueden investigar los actos de corrupción a profundidad, al encontrar que al menos en el año 2018 se hicieron compras en el gobierno estatal a través de empresas fantasma; lo que no quedó allí, ya que el periódico A.M. investiga aún más y publicó el día 7 de febrero que el domicilio de una de esas empresas, es un taller de artículos pequeños de piel y respecto a los socios uno de ellos es albañil y el otro vendedor de suelas. El gobierno una vez más como hace un tiempo, en el caso de un contrato de comunicación social, no cumple con lo que exige a rigor a los contribuyentes de impuestos, al no verificar la identidad de sus proveedores. Esto genera sospechas de corrupción al interior de la administración. Sería muy bueno que el gobernador ordenara investigar a profundidad quien autorizó estas compras, si no se quiere ver inmiscuido en temas de corrupción a un año de su gobierno y de paso también debería escarbarle al pasado, igual y con ese tipo de acciones contra la corrupción la gente podría ver que el partido en el poder aún puede hablar de honestidad.

No cabe duda que en política como en la vida diaria lo mejor es vivir de manera congruente hablar y hacer lo correcto, pero si nos equivocamos en nuestro actuar se vale pedir disculpas, además de corregir el camino.

Luis Guillermo Torres Saucedo
Luis Guillermo Torres Saucedo
Abogado con estudios en las Maestrías en Derecho Constitucional, Administrativo y Fiscal y profesor del SABES.

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