- Publicidad -
viernes, marzo 29, 2024

Ni una agüita…

La campaña de vacunación avanza para los jóvenes de 14 a 17 años y para los maestros, aunque en esta última, por cierto, se notó que ya no estamos en tiempo electoral, pues a pesar de tener sedes especiales para que los docentes asistiéramos, comparada con la primera jornada de vacunación en los primeros días de mayo del año pasado, nada que ver ahora.

En mayo, como nos veían con cara de votos, se desvivían por atendernos, competían entre si los funcionarios de gobierno estatal contra los siervos de la nación de la 4T para hacerse notar. Las filas eran muy ágiles, pero además te ofrecían una botella de agua y un paquete de galletas, luego ya en el interior del recinto hubo un grupo de baile amenizando el rato. El lugar repleto de mucha propaganda del gobierno del estado de Guanajuato. Este miércoles el agua, las galletitas, los bailarines, la propaganda y la fila ágil desaparecieron. ¡Qué al cabo ya votamos! Contabilicé el tiempo durando una 1:15 hrs. en pleno sol y ahora solo se escuchaba que personal de gobierno del estado, gritaba ¡Una sola fila, favor de revisar sus papeles! Recordé mis viajes de juventud a la Ciudad de México en hora pico en el metro, donde abundaba comercio ambulante gritando ¡pásele, pásele si hay y bien!, ¡bara-bara, cómprelo marchanta!, ¡nieve-nieve de limón la nieve!, por mencionar algunos ejemplos.

Los contagios por las diversas variantes del Covid-19 han sido una pesadilla. Ómicron es la que lleva la delantera. En varias notas periodísticas se reporta que en tan solo 7 días se han tenido 218,951 contagios. Para que lo visualice, esto representa lo equivalente a llenar 4 veces la capacidad total del estadio Azteca. Por eso en la Ciudad de México en varias alcaldías hay filas muy largas para poder acceder a una prueba clínica y verificar si realmente se contagiaron, o bien a sabiendas de que sí, asisten para conseguir un justificante médico para no ir a trabajar. Menos mal también ya hay gente mucho más consciente de la realidad que vivimos y prefieren ser cuidadosos quedándose en casa y aislarse voluntariamente.

Lo interesante es que el virus no perdona a nadie, ya el apóstol de la 4T está contagiado nuevamente. En Guanajuato el gobernador corrió la misma suerte. La alcaldesa de León no fue la excepción. En todos los casos se han privilegiado las reuniones masivas y la falta de distanciamiento social. Ahora nadie se puede atacar abiertamente pues los tres casos están plagados de irresponsabilidad y falta de ejemplo. Todos con síntomas haciéndose los valientes y regando el virus por todos lados. La pelea por el 2024 está muy cerca y los políticos conservadores no pierden minutos ni espacio pues tienen el pendiente de que se pueda repetir lo que sucedió en Puebla donde se sentían dioses y señores, pero al final perdieron la plaza frente a la 4T.

Las declaraciones hechas por el secretario de salud del estado Daniel Díaz Martínez, donde afirma que no se darán cierres, pero si ajustes a partir del 23 de enero, sorprende a muchos ciudadanos pues se privilegia el tema económico al de la salud, mientras otros estados han sido más prudentes en el manejo de la pandemia. Aquí se prefiere proteger la feria de León, independientemente de caiga quien caiga, es decir, se enferme quien se tenga que enfermar, pero ahora si lo interesante es que la responsabilidad recaerá en el gobernador y su secretario de salud. Ya no tendrán oportunidad de culpar al presidente, se les terminó dicho argumento.

Por otro lado, tenemos también al actual secretario de educación quien como encargado de Educafin realizó un excelente trabajo que le debemos reconocer, hoy por hoy como jefe de la educación en el estado, está dejando mucho que desear. Le platico, respecto a la reactivación de las escuelas en todos los niveles educativos, el año pasado, de manera habilidosa instruyó a muchos funcionarios públicos y directivos de escuelas afines para que dado el malestar de los profesores por que los alumnos no estaban vacunados (actualmente con la excepción de los que refiero al inicio de la columna) dijeran que era responsabilidad de Gobierno Federal. Como siempre lo he dicho es mas fácil culpar a otros para no tener que cargar con responsabilidades. Ahora el susodicho secretario demuestra que es timorato y cobarde para tomar decisiones, pues declaró recientemente que “cada escuela determinará si las clases son presenciales, a distancia o híbridas”, cosa que nunca sucederá, porque los directivos ejercen bastante presión a los profesores para que eso que él dice, no suceda. Debería aprender del rector de la Universidad de Guanajuato el Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino, ya que él sí asume su responsabilidad en la máxima casa de estudios del estado, bajando la orden de que no inicien clases presenciales los jóvenes estudiantes el próximo 24 de enero, aplazando su regreso para el 14 de febrero y no dudo que llegando esa fecha valore lo que sea más prudente. Es un verdadero ejemplo de cómo se toman decisiones y lo puedo decir coloquialmente: el rector si sabe fajarse bien los pantalones sin cobardías. Ojalá que el rector nos diga que marca de cinturones utiliza para recomendárselos al secretario de educación Jorge Enrique Hernández Meza.

Luis Guillermo Torres Saucedo
Luis Guillermo Torres Saucedo
Abogado con estudios en las Maestrías en Derecho Constitucional, Administrativo y Fiscal y profesor del SABES.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO