Esta semana quedó claro algo: la información sigue a paso de tortuga a manos de David Lynch y sigue poniendo a prueba a la audiencia que si bien ya se había acostumbrado al ritmo que ha estado llevando (después de todo este es el episodio 6), se sintió más agresivo en esta ocasión con una revelación impactante para todo aquel que ha estado siguiendo la serie desde sus inicios.
Y es un razonamiento agresivo y atrevido por parte del director, pero lo que ha logrado en estas diferentes secuencias, es una sensación similar al zapping de tu televisión: hay tanto que sucede irónicamente que no te percatas de ello cuando lo ves en primera lectura y hasta que no te detienes a analizar te das cuenta de ello.
Hasta este momento Angelo Badalamenti se había mostrado más tímido en cuando a sus composiciones dentro de la serie, pero el episodio 6 abre de manera fantástica a… un tema que titularé “La balada de Dougie Jones” y qué delicia de tema.
Dougie Jones (Kyle MacLachlan) ha estado en la estatua desde que lo dejamos la semana pasada, intrigado por su forma y no es hasta que un oficial de policía va por él que Dougie llega a su casa… algo extraño si tomamos en cuenta de que Janey-E (Naomi Watts) sabía de la ausencia del auto de Dougie Jones. Los oficiales llevan a Dougie quien reconoce su nuevo hogar por el color de su puerta y AL FIN, alguien decide que mañana llevarán a Dougie con un doctor por su extraña actitud.
Plan que no sale tan bien porque este misterioso hombre estaba metido en más problemas de los que sabemos. Tenemos la teoría de que el Cooper Malo está tras Dougie Jones y por lo tanto tiene asesinos tras él, o es que estos asesinos están merodéandolo por otras razones, razones monetarias para ser exactos. Janey-E le hace frente a los extorsionadores de Dougie y agenda una cita para encararlos, y de paso sabe de la infidelidad del hombre del saco verde con Jade (Nafessa Williams), antes de hacer algo le dice que primero deben solucionar el asunto con los extorsionadores y deja a Dougie Jones en el comedor para que trabaje con todo ese papeleo.
Antes de ponerse a trabajar recibe una visita espectral de Mike (Al Strobel), y aquí hay algo interesante para todos aquellos que han seguido el trabajo de David Lynch. Mike se aparece a través de la chimenea, algo bastante peculiar siendo que los seres del cuarto oscuro por lo general reaccionan a la electricidad, aunque en episodios pasados vimos cómo existía una mujer dentro de un cuarto y con la chimenea encendida, esto quizás podría darle un existir a la mujer del radiador de Eraserhead (1976) siendo que aparece en un cuarto similar al del cuarto oscuro pero ella no habla en reverso… o quizás es una confabulación mía.
El punto es que Mike le advierte a Dougie que debe despertar y de que “no muera”, situación que parece no afectarle en el momento y deja que las luces espectrales lo guíen en su trabajo que garabatea como niño… con su tema musical a todo lo que da.
Y… funciona. Su jefe comprende a la perfección los garabatos de Dougie Jones y le agradece que se haya encargado de todos los papeles en tan poco tiempo y con tanta certeza.
El castigo que menciono por parte de Lynch sucedió con tan pocos minutos, y es que Albert había mencionado que sabía la persona indicada para recuperar a Cooper, cosa que ya no vimos en episodios posteriores hasta este momento de lluvia en el que insulta a Gene Kelly –cómo te extraño Miguel Ferrer– de manera tan natural y al entrar a un bar se encuentra con… Diane.
Diane, la mujer a la que Cooper dejaba sus notas de voz por fin aparece ¡Y es Laura Dern! y es todo lo que vas a ver del personaje por hoy, porque hay momentos más importantes para Lynch, quien se ha vuelto un fascinante verdugo de audiencias.
Dejando a toda la gente boquiabierta por tal revelación -una tan natural si tomamos en cuenta la aparición de los dos actores en Terciopelo Azul (1986)– lo que pudimos presenciar sobre los nuevos personajes es intrigante.
Porque también conocimos a Red (Balthazar Getty), quien apareció en el primer episodio haciéndole señas a Shelly (Matchen Amick); Red es un clásico dentro de este mundo raro, haciendo movimientos de karate absurdos, quejándose de un dolor que lo hace golpearse y, obvio es un tipo malo. Más malo que Richard (Eamon Farren) quien nos mostró ser tan detestable en su escena dentro del Bang Bang Bar, Richard por un momento se pone violento pero se da cuenta de que Red es quien manda con un truco de magia involucrando una moneda que puede ser por sus afinidades a las ilusiones o por la droga que Richard tenía en el cuerpo.
Esta burla por parte del jefe del narcotráfico en Twin Peaks lo deja furioso y mientras maneja drogado por accidente atropella a un niño en la escena más incómoda de toda la serie y que tiene una fascinante lectura de la ineptitud de las masas, quienes reaccionan con morbo y no ayudan al respecto (con todo y muecas exageradas de telenovela). El único que se dispone a ayudar a la pobre madre con el cadáver de su hijo es nada más ni nada menos que Carl Rodd (Harry Dean Stanton), ese sujeto que tiene una conexión especial con el bosque de Twin Peaks y afinidad a la espiritualidad, es por ello que ve el desprendimiento del alma del niño pasar a otro plano.
¿Recuerdan al tipo de Las Vegas que apareció en el primer episodio? Pues de alguna manera tiene un problema porque al andar en su computadora aparece un cuadro rojo y se espanta a tal grado de que saca un sobre misterioso con un punto negro en medio… sobre que le llega a Spike.
Ahora, esto es un nuevo personaje y una pista a la resolución de la historia de Dougie Jones, porque Spike recibe dos fotografías a las que pica con un arma blanca y se pone a trabajar. El primer objetivo parece ser la mujer del episodio pasado que le marcaba al teléfono del Cooper Malo y todo a ritmo de esto:
Es lo más extraño que ha salido en toda la serie, porque a pesar de ser una escena extremadamente violenta, no deja de ser una persona enana con dientes horribles a ritmo de hip hop asesinando a sus objetivos, uno que además se pone triste por el destino de su arma favorita tras matar a una mujer inocente que pasaba por ahí.
Así que ese Sheriff Hawk (Michael Horse) debe de apurarse para rescatar a Cooper porque ese enano anda tras él, y hay un avance en su investigación de la forma más inesperada. Porque al ir al baño y tirar una moneda por accidente se da cuenta de que faltan unos tornillos a la puerta del inodoro, que desarma para encontrar unas notas ¿Podrían ser notas arrancadas del diario de Laura Palmer?
Fue un episodio conector con lo mismo, escenas memorables pero que destacan bastante en un mundo televisivo sin lo extraño y atrevido de un autor quien aún no da su brazo a torcer, claro que todos estos elementos que queremos ver están teniendo inicios de resolución, porque asociamos la advertencia de Mike con la nueva amenaza, pero en tal caso ¿Por qué jugar con nuestros deseos de por fin conocer a Diane? Eso es jugar sucio y esperamos que por lo menos esta semana conozcamos de frente a la misteriosa mujer, no que quede en unos segundos.
