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viernes, abril 19, 2024

Dónde está México en cuanto a energías renovables I: Quemando cosas

Con la reciente encuesta con respecto a si se deseaba la construcción de una planta termoeléctrica en Huexca, Morelos, se abre de nuevo el eterno debate sobre las mejores formas de obtener energía, cuales son más rentables, cuáles contaminan menos y con cuáles es más fácil contar, por lo que intentaré retomar algunos puntos importantes sobre las fuentes de energía y aclarar porque instalar una planta eólica es más sustentable que si todos utilizamos coches eléctricos.

Antes que nada, aclarar que la principal manera de obtener energía es moviendo turbinas, las cuales lo que hacen en pocas palabras es mover un campo magnético alrededor de conductores y ¡Vualá!, hay electricidad. Pocas palabras y no se entiende nada. Veámoslo de la siguiente manera, la electricidad se forma al mover un imán (algo que proporcione un campo magnético) alrededor o cerca de unos cables (conductor eléctrico), esta variación en el movimiento de los imanes, es decir, del campo magnético afecta a los electrones que están en el orbital superior del conductor eléctrico, osease los electrones que hay en el cable, y al moverse estos electrones ya tenemos nuestra electricidad. Estos imanes se mueven de forma automática al ponerlos en turbinas en las cuales pasa un fluido que puede ser agua en el caso de las centrales hidroeléctricas (también las mareomotrices caerían aquí) o vapor de agua en el caso de las centrales termoeléctricas y centrales nucleares por ejemplo.

Dentro de las termoeléctricas tenemos a mi consideración las de carbón, combustóleo y gas, nombradas en orden de la más contaminante a la menor. La de Morelos será de gas, así dentro de lo malo, es lo menos malo. El funcionamiento de estas termoeléctricas es de quemar un combustible (gas, carbón, etc.) y al quemarlo calientan un gas, que suele ser vapor de agua, este vapor se utiliza para mover las turbinas que como ya se dijo anteriormente nos dan electricidad.

El problema de estos tipos de energía es que inevitablemente al quemar un combustible se generan, casi siempre, al menos dos cosas además de energía, la primera de ellas es agua (aunque no lo creas) y dióxido de carbono el cual es un gas de efecto invernadero. Si el gas a quemar fuera únicamente de hidrógeno pues únicamente se generaría agua y no dióxido de carbono, pero lo que se quema como gas es el metano, el cual si genera dióxido de carbono (carita triste). Uno diría y porque no se usa hidrógeno como gas, y la respuesta sencillamente es por la dificultad y el riesgo.

El hidrógeno es sumamente volátil e inflamable, y para transportarlo lo que se debe de hacer es licuarlo, este licuarlo no es de que le des vueltas en una batidora gigante, quiere decir volverlo estado líquido, para esto debe de estar a una temperatura cercana a -253°C, lo cual obviamente es caro y hay que invertirle energía para enfriarlo que después recuperaremos al quemarlo, este gas licuado luego se debe de transportar desde el punto de extracción y licuefacción a la planta, para lo cual hay que hacer un gasoducto que lo transporte. El caso del metano es muy parecido solo que la temperatura es -160°C aproximadamente y que al liberarse se necesita una mayor concentración que el hidrógeno para quemarse, el hidrógeno básicamente se prende al contacto con el aire lo que lo hace bastante riesgoso. Así que la única opción no contaminante de quemar cosas, sería con el hidrógeno pero debido al riesgo y dificultad se ve poco probable.

Con esto finaliza la primera parte de esta serie sobre las energías renovables, no te pierdas la segunda parte la siguiente semana en donde hablamos sobre las otras energías y los otros países de la región.

 

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