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viernes, marzo 29, 2024

Dónde está México en cuanto a Energías Renovables II: Las otras energías y los otros Países

Si aún no has leído la primera parte Dónde está México en cuanto a Energías Renovables: Quemando Cosas, te invito a leerla, para comprender la principal forma de generar electricidad por medio de turbinas. Sin más por el momento platicaremos de donde está México en cuanto a las energías renovables comparado con otros países de la región.

Bien, la mayor razón de ser de las energías renovables es que no deben de utilizar como fuente de energía, productos que sean de difícil o prolongada renovación y el no quemar cosas para evitar los problemas de contaminación explicado en la parte anterior. Sin embargo, estas no dejan de causar contaminación, no al momento de la producción de energía, sino principalmente en el momento de su fabricación, algo que parece simplemente inevitable. Por ejemplo, las plantas hidroeléctricas alteran completamente el entorno al anegar totalmente el área a su alrededor y destruyendo completamente el ecosistema preexistente. Las granjas solares ocupan cantidades importantes de energía en su fabricación y aunque poco, suelen utilizarse metales como cadmio, mercurio y plomo en su fabricación lo cual en gran escala puede no ser tan limpio al producirse y es tóxico si se acumula. Las centrales nucleares que ocupan un lugar especial en cuanto si son renovables o no, tienen el gran problema de qué hacer con sus residuos radioactivos, y en cuanto a las plantas eólicas, estas suelen ponerse en sitios donde hay corrientes de aire fijas, que en ocasiones son utilizadas por la fauna local como ruta aérea, pero que con las hélices instaladas, se convierten en una zona de guillotinas giratorias. Es decir, si nos pusiéramos súper exigentes de una tecnología que no cause ningún efecto secundario adverso, no haríamos nada y seguiríamos quemando cosas o regresaríamos a una época preindustrial.

En cuanto a como generan energía estas fuentes renovables. La energía eólica se transforma mediante turbinas, que utilizan como fluido el viento que pasa a través de sus hélices, realizando el movimiento necesario. En el caso de las hidroeléctricas y mareomotrices el fluido que impulsa las turbinas es el agua, en el caso de plantas geotérmicas sería el aire caliente y en el caso de los paneles solares es … espera, no tienen turbinas, al menos no las tradicionales que captan directamente la energía del sol.

El caso de los paneles solares fotovoltaicos es diferente debido a que utilizan otro principio para mover los electrones, este principio es el efecto fotoeléctrico (si, el mismo por el que Einstein ganó su Nobel), en el cual al incidir radiación electromagnética en un material conductor o semiconductor (silicio) este emite electrones.

Hay otro caso de paneles solares en los cuales se usa la energía del sol, no para generar energía eléctrica directamente, sino que calientan materiales como el agua, o sales minerales y por medio de ciclos de evaporación y condensación se genera el tan necesario movimiento y tenemos de nuevo energía eléctrica.

Y que pinta México en todo esto. Pues México produce su energía de la siguiente forma (Datos del Banco Mundial año 2015):

  • Petróleo, carbón y gas: 80.4% (Gas 59.5%, Carbón 10.8%, Petróleo 10.1%).
  • Hidroeléctrica: 9.9%.
  • Fuentes Renovables sin contar Hidroeléctricas: 5.49 %.
  • Nuclear: 3.7%.

Es decir que aún seguimos dependiendo directamente de combustibles fósiles, si lo comparamos contra estadísticas de la región.

Vemos que somos uno de los países más dependientes de los combustibles fósiles incluso si nos comparamos con países productores de petróleo como Brasil (23%) y Venezuela (36%). Así que el que lo tengamos de fácil acceso no debería de ser excusa para usarlo indiscriminadamente.

Ahora con el mundo entero.

Cabe aclarar dos cosas, la suma no da 100% por tipos de energía que no son considerados como la biomasa. El segundo punto es que Japón antes del terremoto del 2011tenía una producción de energía nuclear del 22% y después del incidente prácticamente es de 0, cargando todo ese consumo de energía a las energías fósiles.

Así vemos que incluso Estados Unidos (aunque el dato es antes de Trump, habrá que ver los datos de los siguientes años cuando salgan), no tiene una dependencia a los combustibles fósiles tan grande como México, también podemos ver el gran impacto de la energía nuclear en los países desarrollados (ya se mencionó la excepción de Japón), y como ese impacto se ve más bien en la energía hidroeléctrica de los países latinos, teniendo arriba de 20% en muchos casos. Las pérdidas, en el caso de América Latina vemos qué con excepción de Chile, están arriba del 13% mientras que Chile y los países desarrollados en promedio están debajo del 7%, que podríamos achacar al tamaño de los países, pero cuando vemos a EUA y China con pérdidas debajo de 5.9% y 5.47% respectivamente no podemos seguir pensando en que el tamaño de un país implica pérdidas en la transmisión y distribución.

México está entonces en una especie de zona de confort con los combustibles fósiles en la cual parece ser que no esta invirtiendo la cantidad necesaria de personas, dinero y tiempo para ponerse al día en cuanto a energías renovables, y eso que somos un país potencialmente rico en la producción de estas, digo potencialmente porque hasta que no se instale la capacidad de generación de electricidad solo son ideas en el aire y es tanta riqueza como a la que por pensar en que por vender un litro de leche a la vez podría tener su palacio, se le cayó la leche.

Así termina la segunda parte de esta mini serie viendo la posición de México en cuanto a producción de energías renovable comparado con otros países y de cuales produce más, vemos como incluso países con mayor producción de petróleo que nosotros tienen una producción de energía más diversificada.

La siguiente y última parte será de qué esta haciendo o no haciendo para cambiar esta dependencia, así como las instalaciones que tenemos, si están subutilizadas o no y el concepto de las SmartGrids, que son sistemas de distribución de energía inteligentes de acuerdo a las demandas de las ciudades.

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