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miércoles, abril 24, 2024

Una cadena trunca de perdones

Partamos por referirnos a la definición etimológica de la palabra perdón, de per;que indica una acción completa y total, y donare; que señala una acción de regalar, es decir, perdonar implica una completa dádiva o generosidad por parte del que perdona, desde esta perspectiva, el acto de perdonar consiste en reconocer y aceptar que nuestras palabras, acciones u omisiones han provocado una deuda que tenemos que saldar.

Ahora, ante la petición de AMLO al rey de España y al papa, para “que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que actualmente se conoce como derechos humanos, hubo matanzas, imposiciones, la llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz”, yla respuesta del gobierno español, que rechaza dicha petición argumentando que “la llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas” y la contestación  del papa Francisco que recordó que desde el año 2015, durante su viaje a Bolivia, “ya había pedido perdón por las ofensas no sólo de la iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada Conquista de América” y en esta fiebre del perdón y no perdón, el presidente mexicano también se incluye y plantea que el año 2021, será el año de la reconciliación histórica y que pedirá perdón  por la inmensa agresión que ha habido después de la Colonia en contra de los pueblos originarios.

Cómo podemos darles coherencia y sentido a estas posturas de “pídeme perdón”, “no tengo de que pedirte perdón”, “yo desde antier te pedí perdón” y “yo te pediré perdón pero hasta pasado mañana”:

Partamos por lo evidente, el ADN del presidente López Obrador es como el de todos los seres humanos, producto de un mestizaje, en su caso, podemos suponer, que una parte de sus genes provienen de los pobladores de los pueblos mesoamericanos, otra de los españoles conquistadores, y una parte más desciende de otros orígenes y etnias. De manera que él como todos los provenientes del mestizaje entre indígenas y españoles, debe su existencia a ambas razas y él tendría que reconocerse también como parcialmente español. (https://zonafranca.mx/opinion/humanismo-y-cotidianidad/el-imperio-de-los-chingones-termina).

Quién solicita a nombre de alguien más, que le pidan disculpas, está dando, sin tal vez pretenderlo, el mensaje de que la persona o grupo que ha sido agraviado, no tiene la capacidad, la presencia o incluso el derecho de alzar la voz y solicitar o exigir que se le pida perdón, y en este caso, se pasa por alto que en los pueblos originarios de Mesoamérica la concepción del “perdón”, dista de la idea de “perdón” judeocristiana de los españoles y de la iglesia, que   se mueve bajo una secuencia distinta: hice daño entonces soy culpable ante Dios, esto me hace un pecador y me podría condenar al infierno, de tal manera que tengo que hacer un examen de consciencia, arrepentirme de mis pecados y pedir perdón a Dios por medio de la confesión y la  mediación de la iglesia, y así  alcanzar la salvación, el cielo y la vida eterna.

En los mexicas la energía del perdón es asociada a Cozcacuahtli representado por un buitre, en los mayas es co Ajmaq representado por una abeja, ambas visiones ven el “perdón”, como la recuperación del equilibrio de la armonía y de la fuerza que se creía perdida, el “pecado”, es siempre una forma de daño al “pecador”, es decir al agraviador, agresor o violentador, desde esta cosmovisión, el sujeto es el primero que se afecta al agraviar, agredir y violentar. El “pecado”, es más bien considerado como error, principalmente es el olvido y la desconexión con el propio corazón, con el corazón del cielo y con el corazón de la tierra. Si produzco un daño, me daño y tengo que recuperarme, mediante la ofrenda, el sacrificio, el servicio, lo que ayude a recuperar mi auto respeto y dignidad.

Ambas concepciones, la española judeocristiana como la de los pueblos mesoamericanos, tienen su manera de cohabitar en este sincretismo de festividades, rituales Pachamama, sacramentos de la iglesia, también se  incluyen las peticiones de perdón y ocultamiento de lo que me permito llamar la cultura de la pederastia y el abuso sexual a mujeres en la iglesia, la evangelización postmoderna a los mestizos actuales y como dice Joan Manuel Serrat, “corren buenos tiempos para vírgenes milagreras”, beatificaciones y nuevos santos.

En el seno del gobierno y la monarquía española, predominan la visión política y la justificación de que la conquista aportó a los pueblos mesoamericanos más beneficios que pérdidas, no me pondré a discutir ni entrar en esa polémica, sólo diré que esta postura me recuerda la impresión cotidiana, de un hombre (los españoles) que roba, golpea y viola a una mujer (pobladores de Mesoamérica), y luego ante un tercero (la iglesia, el gobierno) se disculpa, y adicionalmente demanda a dicha mujer por haberlo lastimado en su puño con la dureza de su cara.

Perdonar, como un acto de reconocimiento de algo que es necesario saldar, implica autobservación, autorrespeto, sensibilidad y empatía hacia el otro, esto se mama desde la relación con una  madre leal a sí misma, que se desprende del colonialismo  que ha aprendido de sus propios padres, de sus amigos y amigas, en la escuela, en el trabajo y en los medios de comunicación de los que ha hecho suya la imagen de mujer que ahora quiere reproducir. Y desde la relación con un padre  que se cuestiona honestamente la manera de vivir  su masculinidad,  ya no se cree tan fácilmente su miedo ni agresión por querer mantener o recuperar  su rol de macho y se encuentra ya más cerca de su corazón que de su estatus.

Ricardo Solórzano Zínser
Ricardo Solórzano Zínser
Psicólogo egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, con estudios de Maestría en Psicoterapia Gestalt en el Instituto de Terapia Gestalt Región Occidente. Se dedica a la atención psicoterapeutica, es facilitador de proceso de desarrollo humano en instituciones gubernamentales, no gubernamentales y docente en el Departamento de Educación de la Universidad de Guanajuato impartiendo en la Maestría en Desarrollo Docente, y en el Departamento de Matemáticas de esta misma institución.

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