*Rogelio García Espinosa y de la Vega
El pasado miércoles 9 de abril y atendiendo a la convocatoria que hizo la reconocida atleta guanajuatense Laura Galván, se llevó a cabo una manifestación pacífica con la intención de denunciar, en primera instancia, la arbitraria colocación de unas rejas metálicas en el camino rural conocido desde hace poco más de 135 años como: “Los Mexicanos” y al mismo tiempo, denunciar también, los altos niveles de degradación y el daño que en la emblemática sierra de Santa Rosa, (patrimonio natural de los guanajuatenses), las autoridades municipales han venido tolerando y porque no decirlo, permitiendo.
La convocatoria de Laura Galván fue ampliamente aceptada y la participación ciudadana no se hizo esperar, desgraciadamente y como en muchas otras ocasiones, la presencia y protagonismo de políticos y grupúsculos partidistas se hicieron presentes en lo inmediato y como siempre, trataron de llevar agua a su molino; uno de ellos, inmediatamente tomó el micrófono y aunque muchos ya sabíamos por dónde iba su rollo, se manifestó. Otros, agazapados, por no decir escondidos entre los participantes, esperaban su turno para actuar y sí, en cuanto el zopilote mayor se desapareció, prácticamente saltaron al escenario y con el afán protagónico que les caracteriza e identifica, empezaron su actuación.
Al día siguiente, jueves por la tarde, previo a la festividad tradicional del “Viernes de Dolores”, se llevó a cabo la reunión que con el secretario del Ayuntamiento y funcionarios municipales que atendieron a los manifestantes se había acordado. En términos generales, la reunión se desarrolló en un ambiente de civilidad, en donde se expusieron y escucharon los argumentos vertidos por las partes. Los planteamientos expuestos por parte de los manifestantes fueron contundentes y en buena medida, se apoyaron en el trabajo de investigación histórica que había venido desarrollando el Dr. Jorge Cervantes, secretario del Consejo Ecologista Guanajuatense y aguerrido defensor de la ciudad de Guanajuato y de su patrimonio natural y cultural. Al termino de la reunión se pudieron distinguir algunos acuerdos, destacando el reconocimiento que como camino rural y público, el tramo conocido como Los Mexicanos había venido desempeñando desde poco más de 130 años, me parece importante destacar que este reconocimiento al camino, no fue sólo por parte de la alcaldesa, sino que todos los funcionarios estatales y municipales presentes en la reunión, hicieron suyo el reconocimiento y se comprometieron a defender la integridad del camino y la sierra de Santa Rosa en su totalidad. Nos parece necesario destacar que, en la reunión, fue notoria la ausencia de síndicos y regidores, ninguno de los representantes populares estuvo presente, evidenciando con su ausencia lo poco que les importa el acontecer cotidiano y mucho menos, las necesidades y exigencias de la población.
En los días subsecuentes y en franco enfrentamiento con las autoridades, los propietarios del predio, (que no del camino), no nada más desobedecieron las exigencias municipales para el retiro de candados y rejas, sino que, en franco enfrentamiento con el municipio, de la manera más prepotente y altanera cavaron zanjas con maquinaria pesada, prácticamente destruyeron el camino y los bienes y servicios que histórica y pacíficamente había brindado a los habitantes de las comunidades serranas, a los atletas de alto rendimiento, (como la reconocida y admirada Laura Galván y otras figuras medallistas), a los amantes del deporte y guanajuatenses en general que habían hecho de esa parte de la montaña, un espacio de convivencia, fortalecimiento y unidad familiar.
Es por demás evidente que durante la Semana Mayor y la de Pascua, las miradas de la alcaldesa y de su cabildo plañidero, se volcaron totalmente a lo que les representa mayores ganancias y beneficios, lo que ellos llaman, el sector turístico y llenaron de basura, y de porquería lo que podemos considerar el centro histórico. En lugar de mostrar la riqueza arquitectónica que caracteriza a la “Ciudad Histórica de Guanajuato y Minas Adyacentes” Patrimonio Cultural de la Humanidad y mostrar con orgullo la transición del barroco al neoclásico que con facilidad se distingue en la Plaza de la Paz, corazón de Guanajuato capital, degradaron totalmente el patrimonio guanajuatense y de los muros de estos monumentos históricos, (opacados ahora por la basura que tienen expuesta y la colocación de templetes y tapancos), se desprendía un olor pestilente a manteca, cátsup, mostaza, mayonesa, cebolla, orines, deshechos fecales y muchas otras fragancias más. Vamos, en pocas palabras, por su ignorancia y desprecio, las autoridades municipales han convertido a nuestra ciudad en una Carnavalesca Payasada.
Otro ingrediente que no podía faltar en esta capirotada cuaresmeña, es el que aportó la síndica prianista Adriana Ramírez, en donde atendiendo a las últimas declaraciones por ella vertidas y que aparecieron publicadas en la prensa local el pasado viernes 25 del presente, menciona que: “… No es competencia del municipio, sólo lo hacemos por una cuestión social, no va a ser responsabilidad nuestra, no es un paso de servidumbre sólo es un camino… El particular que demanda que quiten las rejas no tiene la razón a menos que tenga documentos…” Resulta evidente, por las declaraciones de la señora, que no estuvo en la reunión mencionada con anterioridad y por lo tanto, desconoce los argumentos vertidos y la documentación que presentó el Dr. Cervantes para la construcción del camino y del financiamiento público que desde el último cuarto del siglo XIX se decidió y ejecutó. Como es posible que se diga ahora que un camino, que ha estado funcionando pacíficamente y brindando un servicio a la población serrana y comunidades aledañas por más de 130 años, llegue una funcionaria municipal y diga que esos 130 años no existieron, que las comunidades no tienen “derechos adquiridos” en esos más de 130 años y que el camino no es un paso de servidumbre, que sólo es un camino. Es inconcebible que los integrantes del ayuntamiento, que se supone son los representantes populares, en lugar de atender las necesidades y demandas de la población, atiendan con mayor rigor y energía las demandas de los terratenientes y de los económicamente pudientes.
Por lo anterior y por el desentendimiento de síndicos y regidores de la problemática guanajuatense, nos parece que el problema debería de ser atendido con mayor seriedad, ya que, desde nuestro punto de vista, el problema puede ser mayor y en seguida, explicaremos porqué: Según la síndica Ramírez el camino conocido como Los Mexicanos, “… No es un paso de servidumbre, sólo es un camino…” y nos parece que no es así, nos parece que forma parte de las vías de comunicación. Según INEGI, “las vías de comunicación son las rutas y medios que permiten el libre desplazamiento de personas, vehículos y mercancías”, principalmente las divide en tres tipos: Terrestres, Marítimas y Aéreas; dentro de las terrestres, que es el tema que nos ocupa, considera las carreteras, caminos rurales, urbanos y ferrocarriles. Para atender con mayor eficacia y cobertura la complejidad del territorio nacional, INEGI ha instrumentado lo que le llama: Red Nacional de Caminos, (RNC), en donde están inscritos prácticamente todos los medios que, como ya dijimos, permiten el libre desplazamiento de las personas, vehículos y mercancías. Según la información consultada y que INEGI pone al alcance de la población a través de sus sistemas de internet, la RNC tiene registrados 527,319 kilómetros de caminos rurales, (como al que hacemos referencia), 21,560 kilómetros de veredas y 203,242 kilómetros de vialidades urbanas. Vialidades, Caminos y Veredas que no aparecen de un día para otro, sino que, como es el caso que nos ocupa, fueron construidos desde hace muchísimo tiempo. Nos parece entonces que los propietarios del predio, no solamente colocaron rejas y candados, con la maquinara pesada que utilizaron para abrir zanjas y destruir el camino, pueden caer en el delito de “Atentado a las vías de comunicación”, mismo que está considerado en el “Código Penal Federal y Ley de Vías Generales de Comunicación de México” El mismo INEGI establece que: “La Red Nacional de Caminos es información oficial y de uso obligatorio para los diferentes ámbitos de gobierno”.
El INEGI considera también que no sólo las grandes autopistas, aeropuertos y puertos son considerados como vías de comunicación, también lo son las veredas y caminos serranos, rurales y campesinos. Como dijera nuestro querido y admirado Jorge Ibargüengoitia: “Hay quien confunde lo grandote con lo grandioso” y sí, el camino de Los Mexicanos no es un camino grandote, pero es enormemente grandioso para las comunidades serranas, el mundo del deporte, para la población guanajuatense y para la conservación integral de la Sierra de Santa Rosa.
Mientras todo esto sucede y soplan con fuerza los vientos de la cañada, el cabildo guanajuatense en lugar de atender y resolver la problemática local, y que es mucha, anda de vacaciones, eso sí, vacaciones pagadas con cargo al erario municipal y aunque usted, querido lector no lo crea, muchos de los desentendidos viajeros, para reflexionar y recapacitar en la problemática local, llevaron, como invitados especiales a familiares y amigos. ¿Qué tal?
*Dr. Pensamiento Español e Iberoamericano
Universidad Autónoma de Madrid, España.