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jueves, marzo 28, 2024

Autos eléctricos ¿la solución?

Por: Maritere Izaguirre Hernández*

 

Durante este desabasto de combustible, más de alguno hemos pensado que sería estupendo tener un auto eléctrico. Recargar mi automóvil en la cochera de mi casa, dejar de producir smog que tanto daña a la salud e incluso ahorrar dinero son solo algunas de las grandes ventajas de tener uno. Pero, ¿realmente son la solución de movilidad que estábamos buscando?

Distinto a los coches convencionales que utilizan un motor de combustión interna y gasolina para desplazarse, los autos eléctricos necesitan un motor diferente que se alimenta de una batería hecha principalmente con litio, cobalto, níquel y grafito. Estas baterías son grandes, inflamables, tóxicas y los elementos para fabricarlas son extraídos mediante procesos altamente contaminantes y aunque se dice que son 95% reciclables, recuperar el litio es un proceso tan complicado que es hasta cinco veces más caro que producirlo y, encima de todo, el litio reciclado no es suficientemente puro para utilizarse nuevamente en baterías por lo que el material termina usándose para otros propósitos.

La extracción de litio requiere una enorme cantidad de agua, algunas regiones de Chile utilizan el 65% de toda su agua para este proceso. Normalmente, se requieren casi 2 millones de litros de agua para traer a la superficie una tonelada de litio en salmuera que tardará entre 12 y 18 meses en estar lista, técnica que podría acelerarse con la utilización de combustibles fósiles pero perdiendo así el propósito de producir menos gases invernadero.

Desde 2013, la producción de autos eléctricos ha causando un incremento estimado de 150% en el consumo de litio. La cifra es inquietante considerando que el mercado de autos eléctricos aún no es masivo y que, de hecho, si quisiéramos sustituir todos los coches de gasolina por los de litio en este momento no hay la capacidad de producción para hacerlo.

No podemos dejar de considerar que si aumentara la cantidad de autos eléctricos, se elevaría también la necesidad de energía eléctrica para recargarlos. Dado nuestra incapacidad de producir a gran escala energías renovables, terminaríamos por producirla de manera convencional (gas, carbón) lo que de nuevo nos haría caer en otro tipo de contaminación.

Claramente la solución ecológica al problema de movilidad no es sustituir la abismal flota de automóviles convencionales por una nueva y, también abismal, flota de coches eléctricos. De nuevo nos topamos con que no existe una solución sencilla que no considere nuestro excesivo uso del automóvil, las condiciones deplorables del transporte público, y la pésima planeación urbana que nos impide elegir opciones más verdes.

Mientras tanto, nos toca exigir un transporte público eficiente, accesible y suficiente, replantear y cuestionar nuestro plan de ordenamiento territorial, reducir el uso individual de los coches y procurar caminar cuando sea posible.

 

*Maritere Izaguirre Hernández es ingeniera biotecnóloga por el IPN y estudiante de la maestría en Genética y Biología Molecular en el Cinvestav.

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Maritere Izaguirre
Maritere Izaguirre Hernández es ingeniera biotecnóloga por el IPN y maestra en Genética y Biología Molecular en el Cinvestav.

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