La filtración en días pasados de un audio donde el diputado Ernesto Prieto truena contra su correligionaria Alma Alcaraz, quien por cierto ya no sabemos si es secretaria o presidenta en funciones del partido en Guanajuato, solo es un eslabón mas de una larga cadena de desatinos y desaciertos que plagan a ese partido en Guanajuato.
Casualmente el mismo día el IEEG (Instituto Estatal Electoral de Guanajuato) le impone una multa de $12,090 pesos al partido por falta de transparencia. Para empezar y aunque esto es una cuestión general y no de Morena, la multa suena ridícula. Según algunas estimaciones durante la gestión de Ernesto Prieto el capítulo guanajuatense de Morena podría haber recibido entre 36 y 40 millones de pesos. La pequeña multa acordada por no explicar que se ha hecho con ellos da una muy buena idea de porqué esto de la política es considerado como un negociazo por muchos.
Desde que Prieto tomó el cargo de presidente, en una asamblea calificada por muchos militantes de fraudulenta, no ha rendido cuentas. Ambos detalles: el fraude en una elección y el no rendir cuentas son contrarios a lo que el partido dice promover. Para el primer punto, el fraude, hubo quejas con la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, sin resultados; en cuanto a exigir cuentas y conseguir la transparencia los militantes lo intentaron de acuerdo a sus estatutos: se puede solicitar que se haga una asamblea de consejeros estatales e imponer un orden del día con la tercera parte de las firmas de los consejeros, así que se dedicaron a reunirlas. Según mis fuentes se consiguió pero apenas con las firmas necesarias. Entonces sucedió algo inesperado: uno de los firmantes se retractó, dijo que su firma había sido falsificada (váyalas contando: primera firma falsificada) y la retiró. Creo que hubo un pequeño escándalo y amenazas del presidente Prieto de proceder legalmente contra quien hubiera falsificado la firma, pero no sé más de este asunto. Sé que se hizo un nuevo intento, pero naufragó, según me contaron porque muchos militantes ya no se animaron a firmar. Vaya usted a saber, pero al parecer la intimidación funcionó.
Otro feo asunto en el que se vio envuelto el actual diputado Prieto y su partido es el del anterior diputado Landeros. Ya la candidatura de Landeros fue protestada por muchos al interior del partido, pero como parece ser la norma en Morena Guanajuato se impuso la voluntad de los Prieto, en aquella ocasión del padre. La cosa terminó mal por otra filtración, esta vez de un audio del diputado Landeros. Se armó un lío y finalmente Landeros fue expulsado de Morena, no sin antes acusar a Prieto de exigirle constantemente dinero, pero no paró ahí el asunto. Landeros acusó a sus asesores (dicen que impuestos por Prieto Jr. pero eso no me consta, es lo que dicen sus detractores) de haber manipulado los fondos con que contaba como diputado, incluso falsificando firmas (segunda firma falsificada). Los asesores, en particular Emiliano Cruz Segoviano y Oscar Aguayo contraatacaron presentando un pagaré del diputado Landeros por una considerable cantidad para cada uno, un millón en total si no me traiciona la memoria. Landeros alegó falsificación de firmas (la tercera instancia) y esta vez la justicia le dio la razón, por lo que no tuvo que pagar a sus ex-asesores, aunque ahora él pretende cobrarles los gastos del juicio.
Entretanto se siguió investigando el asunto del mal uso de los fondos del diputado Landeros, y se encontró que el asesor Cruz Segoviano sí fue culpable de fraude contra el Congreso del Estado y se le condenó a tres años de prisión tomando en cuenta que él confesó el hecho. Aquí la pregunta obvia es porqué solo a él. Si Aguayo y Cruz Segoviano trabajaban juntos y están acusados de lo mismo como es que Aguayo aún sigue libre ¿no debería haber una especie de ley de la transitividad en derecho? Aunque no es la explicación hay recalcar que Aguayo ahora es regidor del municipio de Guanajuato, pero ¿cómo llegó ahí? Si usted piensa que por una firma falsificada ¡Acertó! Resulta que Aguayo ya estaba en la planilla original del candidato Roberto Loya a la presidencia del municipio, pero en octavo lugar. Presentó una inconformidad al Tribunal Estatal Electoral (con una supuesta firma falsificada, esta vez según Prieto Jr., que sería la cuarta) dado que según los estatutos el segundo regidor debía ser militante de Morena y no lo era, por lo que el tribunal electoral realizó un cambio, quitó al que estaba y puso a Aguayo en segunda posición y ¡presto! Regidor habemus, así sea con presunción de fraude. Lo curioso del caso es que por el mismo argumento la actual regidora Magali Segoviano no debería haber sido aceptada en la tercera posición en la planilla porque esa posición corresponde a un externo y Magali Segoviano es militante de Morena.
En cuanto al triste desempeño de Aguayo como regidor no hace falta decir mucho, los medios han dado amplia noticia de su presunto nepotismo y sus cambios de opinión respecto a las prestaciones y demás. En los alegatos en su defensa también insinuó que su firma podría haber sido falsificada… ya se está haciendo costumbre… o manía.
De hecho, si nos atenemos a los estatutos, siempre según la interpretación de mis fuentes, (aunque estos sí se pueden consultar en internet) por el artículo 12, Prieto no debería ser diputado porque jamás cumplió con la condición de dejar la presidencia del Comité Estatal en tiempo y forma. Es por eso que al menos yo no sé si Alma Alcaraz finalmente ocupa ese puesto o lo sigue detentando Prieto Gallardo.
Aparte del audio, que ya es toda una evidencia, hace tiempo que se escuchan rumores sobre los problemas y las malas relaciones en la cúpula del partido. Dicen que si el río suena… Hasta antes del audio todo podía ser descartado como chismes, ahora parece que si hay algo mas de fondo.
Cabe recordar que ya desde antes había turbulencias en el el partido entre la base y el comité estatal. Como evidencia viene a cuento mencionar que en el trienio anterior, Morena logró en Guanajuato 7 representantes populares: 1 diputado y 6 regidores. El diputado y dos regidores fueron expulsados del partido por intervención de Prieto, tres regidores mas se pasaron al PRD, junto con el diputado Landeros, a fines de octubre del 2017.
Para mi no es casualidad, ni mucho menos sorpresa, que Guanajuato sea el único estado donde no ganó López Obrador. Sorpresa es que con este circo siga el mismo equipo al mando. La lógica dictaría que el partido hiciera un esfuerzo por dar una buena imagen, pero parece que es todo lo contrario. Conociendo el talante variable de los electores esto podría no tener consecuencias, pero apostarle al efecto de la euforia nacional al margen de lo local suena arriesgado.
Después de todo hay gente en Morena que sí entró por convicción, los mas antiguos, los que formaron el partido, los que sí esperan que haya un cambio de fondo, que es muy necesario para el país y no más de lo mismo con nuevos actores; militantes de primera hora que conocen el programa, la declaración de principios y los estatutos y que esperan que estas cosas se cumplan y no sigan siendo en parte letra muerta. Esperemos, por ellos, por el estado y por el país que Morena en Guanajuato agarre finalmente color.
