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martes, abril 16, 2024

Urge un Pacto de Estado

México está por entrar a la Fase 3 del COVID-19 y todo indica que nuestro país sigue sin estar preparado, en todos los sentidos, para enfrentar ésta que será una de las etapas más críticas de la pandemia. Y las resistencias del presidente de la República a atender las propuestas de varios sectores que han planteado diversas alternativas para enfrentar la crisis de salud y económica en la que ya estamos entrando, y no sabemos cuándo saldremos, hace las cosas más difíciles y complicadas.

Estas propuestas, en lo esencial, coinciden en el diagnóstico grave que se avecina, y en la necesidad de construir un esfuerzo común para enfrentar la crisis sanitaria y económica, que debiera ser encabezado por el Ejecutivo Federal.

Sin embargo, el presidente de la República no escuchó, al menos por ahora, estos llamados y optó por anunciar su plan de rescate económico, que a todas luces es insuficiente, como lo han sido las medidas que se han implementado en materia de salud, que además de tardías, no han dotado del equipo necesario a las clínicas y hospitales, ni  los trabajadores de la salud.

Todo indica que al igual que lo hizo con el tema de la salud, el primer mandatario no está valorando correctamente las consecuencias económicas del Coronavirus.

El gobierno federal admitió que desde el comienzo de la primera fase de la contingencia sanitaria por el coronavirus se han perdido en el país 346,878 fuentes de empleo.. Cálculos del Consejo Coordinador Empresarial señalan que el crecimiento del PIB podría caer  a 10% y la pérdida de empleos podría llegar hasta 1 millón 400 mil.

Lo peor es que, en lugar de atender estos llamados, el propio presidente inició una campaña de linchamiento contra quienes han expresado públicamente su inconformidad con las medidas gubernamentales, particularmente contra los empresarios, a quienes los aliados del Ejecutivo han acusado de golpistas.

Que esta confrontación crezca en medio de la emergencia sanitaria y económica es letal. Insisto en que la única manera de poder salir de la mejor manera de esta crisis es dialogando para poder construir un acuerdo con todos, un Pacto de Estado, incluyendo a las fuerzas económicas, políticas, sociales y al gobierno.

Esto daría la posibilidad de juntos fortalecer una estrategia para enfrentar la pandemia de mejor manera, en mejores condiciones y con un ambiente diferente. Ello implica, acordar y tomar la decisión de meterle más recursos al sector salud para poder tener listos hospitales, médicos, y el equipo básico que cada médico y enfermera debe tener.

Para ello hay que tomar medidas amplias, no parches, ni mejoralitos, ni más recortes a dependencias que de por sí ya operan con el presupuesto mínimo o violaciones a la Constitución y a la ley como la reducción a la mitad, disfrazada de donación, del aguinaldo de funcionarios públicos. Hay una austeridad que provoca despidos, recortes con machete y termina por revertirse, como ha sucedido en el Metro, con las consecuencias que ya se conocen.

Lo que es claro, en que el  presupuesto que hasta el momento se ha anunciado para atender tanto la emergencia sanitaria como el impacto económico en las empresas, las y los trabajadores y sus familias, simplemente no es suficiente. Hay que tomar decisiones mucho más drásticas, incluso, la posposición de algunos proyectos como, Dos Bocas o el Tren Maya que deben ser pospuestos y además, se debe recurrir al déficit y  al endeudamiento razonable y justificado. Se trata de salvar vidas, empleos y empresas, sobre todo, las pequeñas y medianas.

Una de esas decisiones, por ejemplo, ya que el presidente tanto cuestiona al FOBAPROA, puede ser el dejar de pagar los 43.3 mmp; es decir el 0.17% del PIB, considerados en el Ramo 34 para el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), antes FOBAPROA. A pesar de sus críticas, el presidente ha destinado, puntualmente, miles de millones de pesos al IPAB. En 2019, fueron 51.3 mmp

El presidente de la República está obligado a garantizar el interés público, la protección de la población, la preservación del empleo y las empresas que lo generan, así como, la estabilidad política y social  del país. Es momento de dejar a un lado los intereses personales o de grupo  y de asumirse como Jefe de Estado. De lo contrario, nos estará llevando directo al abismo y, lo acepte o no, también a su gobierno y el proyecto político que dice representar. Es la hora de actuar de todos los ciudadanos, en lo individual y colectivamente, porque Mexico va a salir adelante a pesar de su gobierno.

Miguel Alonso Raya
Miguel Alonso Raya
*Miguel Alonso Raya es profesor, militante por las causas de la Educación Pública, la Seguridad Social, el Sindicalismo y el Partido de la Revolución Democrática.​ Ex diputado federal. ​Twitter: @AlonsoRaya_

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