Por Rogelio García Espinosa *
El pasado mes de noviembre, el día 26 para ser más precisos y con la intención de celebrar dignamente la presencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia, (INAH), en el Estado, se llevó a cabo en el Museo Regional de Guanajuato “Alhóndiga de Granaditas”, una emotiva ceremonia con la presencia y participación de la representante personal del Director General del INAH, del Gobernador del Estado y por supuesto, del flamante Presidente Municipal de Guanajuato Capital.
Con fecha 04 de febrero del 2021, apareció en uno de los medios de comunicación de la localidad, un artículo firmado por la señora Catalina Reyes, en donde señala que: “Simulan municipio e INAH convenio para protección de Momias de Guanajuato”. El comentario de que había sido una simulación, me parece que se queda enormemente corto, ya que, más que una simulación, fue una verdadera tomada de pelo y una falta de respeto al patrimonio cultural y por supuesto, a la sociedad guanajuatense.
En la mencionada reunión conmemorativa, se presumió como actividad principal la firma de un “Convenio Marco de Colaboración y Coordinación” entre las dos instancias gubernamentales, el INAH y Gobierno del Estado. Y se anunció también, la firma de otro súper convenio, ahora con el municipio, para el adecuado “Manejo y Conservación de la Colección Momias de Guanajuato”.
Actividades que, más que enorgullecer a los supuestos firmantes y al sequito de plañideros que permanentemente los acompañan, debería de darles un poco de vergüenza, de ponerlos a pensar y a reconsiderar su actuar, ya que, la citada celebración resulto totalmente falsa y manipuladora. Seguro estoy que ustedes, queridos lectores, se preguntarán o me preguntarán en que sustento mis afirmaciones, pues bien, continúen un poco más con la lectura y se darán cuenta de lo que señalando estoy; al término de esta, ustedes podrán sacar sus propias conclusiones que, me parece, coincidirán prácticamente en con las mías.
Después de la multimencionada celebración, de la cantidad de felicitaciones y reconocimientos que los firmantes y su sequito se dieron entre sí, todo parecía estar y transitar en calma y parecía también que, como muchas otras veces ha sucedido, al día siguiente todo se olvidaría.
Pero no, desgraciadamente para este tipo de autoridades las cosas ya no son así, y cada vez la sociedad está más atenta y exigente con su actuación y denunciando sus mentiras y corruptelas. En esta ocasión, fuimos varios los que inmediatamente sentimos que no podía ser cierto lo que se festejaba, por lo que, considerábamos que el evento, como muchos de los anteriores, resultaba una verdadera payasada. Por lo anterior, nos propusimos en lo inmediato conocer los términos que se habían convenido y conocer con profundidad los documentos que se habían firmado, por lo tanto, se emprendieron las siguientes acciones:
- Solicitar el Documento-Convenio con Gobierno del Estado
- Solicitar el Documento-Convenio con Presidencia Municipal
El Boletín de Gobierno del Estado, destaca las declaraciones de la representante personal del Director General del INAH, “…se refrenda el compromiso para impulsar la investigación, protección, conservación, restauración, recuperación y difusión del Patrimonio Cultural, Arqueológico, Histórico y Paleontológico existente en el Estado de Guanajuato “Refrendamos que para la secretaria de Cultura y el INAH, resulta de mayor importancia sumar esfuerzos con los diferentes actores que integran los tres niveles de gobierno, instituciones académicas y científicas, sociedad civil, autoridades eclesiásticas y la Iniciativa Privada para garantizar la preservación de los bienes patrimoniales donde se arraigan nuestros rasgos identitarios…” Por su parte el INAH, en su Boletín Oficial de fecha 10 de diciembre, (casi quince días después), menciona que: “…Con la firma de sendos convenios de colaboración con el estado y el municipio de Guanajuato, el Centro INAH en la entidad celebró este jueves sus primeros 50 años de historia, ante la presencia de personalidades del ámbito académico, civil, eclesiástico y de autoridades del estado, encabezadas por el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo…” Vaya pues, una muy festiva y concurrida celebración.
Con fecha 26 de noviembre, se solicitó el documento completo del convenio de colaboración para el manejo y conservación de las momias de Guanajuato, suscrito en esa fecha entre el municipio y el centro INAH, cual sería nuestra sorpresa que la respuesta que se nos da es que el convenio se encontraba en poder del INAH. Imagínense ustedes, se supone que cuando se firma algún convenio, cada una de las partes se queda con un tanto del documento convenido y firmado. ¿O No? ¿Como es posible entonces que en este caso no haya sido así?
De la misma manera, fue solicitado con fecha 30 de noviembre de 2020 el Convenio Marco de Colaboración y Coordinación suscrito entre el Gobierno del Estado y el INAH el 26 de noviembre de 2020 y la respuesta, con fecha 10 de diciembre fue: “…en virtud de la participación de representantes de instancias estatales y federales en la celebración del convenio marco de colaboración y coordinación solicitado y al haberse expedido en 5 ejemplares actualmente se encuentra en proceso de firma por todas las partes involucradas sin que se cuente con el mismo en el archivo de la coordinación general jurídica…” En pocas palabras no entregaron nada de lo que, supuestamente 15 días antes, habían firmado. ¿En verdad firmarían algo?
Posteriormente, se solicitó al Instituto Nacional de Antropología e Historia una copia íntegra digital de cada uno de los convenios de colaboración suscritos entre el INAH y el Municipio, así como con el Estado de Guanajuato, del 10 de octubre de 2018 a la fecha. La respuesta ofrecida resulta enormemente vaga y superficial, ya que, afirman, en documento fechado el 07 de diciembre que: “…se tiene el compromiso de firmar un convenio marco con Gobierno del Estado de Guanajuato y otro con el objeto de elaborar un diagnóstico y recomendaciones para el manejo y conservación preventiva de la colección de cuerpos momificados que se encuentran en el Museo de las momias con el municipio de Guanajuato los cuales ya fueron revisados y aprobados por ambas instituciones, pero aún no se formalizan…” ¿Entonces de que se trata? ¿No que ya los habían firmado? Más bien, aparentaron firmar algo que no conocían y que no estaba convenido. En verdad resulta enormemente complejo y falso, como complejo y falso han sido estos más de dos años de gobierno municipal.
Con facilidad, me parece, podemos darnos cuenta de la gran cantidad de mentiras y contradicciones entre las instituciones, y de la absoluta falta de seriedad en las actividades que realizan, ya que, por un lado, cacaraquean unas cosas y la realidad demuestra todo lo contrario, y, por lo tanto, resulta una tomada de pelo para la población.
En el artículo del medio informativo local anteriormente señalado, la Sra. Catalina Reyes menciona también que: “…Por la pandemia que aqueja a nuestro país y por las recomendaciones de la Secretaría de Salud se han suspendido todas las actividades en el instituto que involucren reuniones, por ese motivo no ha sido posible llevar a cabo la formalización de dicho instrumento…” Resulta verdaderamente preocupante que los representantes federales, con la intención de justificar sus inconsistencias, tengan que invocar una situación tan delicada y triste como este momento de contingencia que nos está tocando vivir. Ahora resulta que por la pandemia no es posible recabar unas cuantas firmas, ¿Cómo si fue posible entonces convocar a una reunión pública, sí, reunión pública que, atendiendo a las declaraciones anteriores, estaba suspendida, no debió celebrarse y a la cual, asistieron una buena cantidad de personas para no firmar nada? Considero que, en términos generales, lo que el INAH debería de hacer es reconocer que la colección Momias de Guanajuato, está conformada por bienes muebles de una alta relevancia antropológica, histórica e identitaria, y totalmente asociada a un monumento histórico como lo es el Panteón de Santa Paula; como con otras colecciones de momias lo ha hecho, el INAH debe registrar la “Colección Momias de Guanajuato” en sus inventarios, y posteriormente acordar con las instancias respectivas, las mejores condiciones para su adecuada conservación, investigación y socialización.
Por último, me parece importante mencionar que los documentos a los que hemos hecho referencia se encuentran en nuestro poder, y al alcance de cualquier persona que quiera constatar de primera mano la farsa con la que funcionarios del INAH, del Gobierno de Estado y del Municipio, celebraron los cincuenta años de presencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia en la entidad.
¿Cómo es posible que una institución tan importante, noble y generosa como lo es el INAH, que ha demostrado un serio y profesional trabajo en el terreno de la conservación, investigación y socialización de la monumental riqueza paleontológica, histórica y antropológica de los mexicanos en el Estado de Guanajuato y en el país, se vea totalmente afectada y disminuida por tantas mentiras? ¿Cómo es posible que toda esa trayectoria se vea fuertemente mancillada por las irresponsables actividades y actitudes de sus representantes locales? Resulta entonces totalmente cierto aquello de que: “Lo que lleva toda una vida construir, en un momento se puede destruir”
* Dr. Pensamiento Español e Iberoamericano. Universidad Autónoma de Madrid.
