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jueves, abril 18, 2024

Rosaura

Rosaura es viuda.

Rosaura enviudó misteriosamente, durante la primera luna llena que vivió como mujer casada, más o menos unas treinta y seis horas después de la boda.

Rosaura ahora tiene treinta y seis años, y ya pasaron quince desde aquella luna llena.

Regresó de la playa sola.

Alguien se encargó de ir al puerto y recoger sus cosas y a su marido muerto.

Ella no se ocupó de nada, nadie la vio llorar, y nunca dió una explicación sobre lo sucedido.

Y tampoco se supo nada de lo ocurrido en el fracasado viaje de bodas.

Legalmente quedó en los registros judiciales como tres circunstanciales descuidos atribuibles al fallecido.

La primera, que nunca debió acercarse a la orilla del muelle.

La segunda apoya a la primera… su temor a las alturas.

La tercera que apoya a las anteriores… su facilidad para sufrir mareos fulminantes.

Y por si queda alguna duda, y que explica todo aún sin necesidad de recurrir a las tres anteriores, su total incapacidad para nadar.

El caso quedó cerrado casi antes de abrirse.

El luto duró lo necesario, únicamente, lo necesario.

Lo que tenía que durar.

Pero para muchos que con gusto habrían dado la vida por aquellas caderas celestiales, el luto duró demasiado.

Hasta que después de muchos titubeos, al fin un día…Rosaura un día, se abrió al amor.

Dejó atrás pudores y prohibiciones, consejos y amenazas, temores al infierno.

Y se dejó ir.

Se abrió al amor con desparpajo.

Sin un asomo de vergüenza.

Como las granadas maduras.

En septiembre.

 

edgarsalguero@hotmail.com

Edgar Salguero
Edgar Salguero
PINTOR Y AHORA CUENTISTA, LLEGÓ DESDE COSTA RICA A GUANAJUATO HACE 45 AÑOS.

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