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sábado, abril 27, 2024

…. ¿y ahora, qué?

Ya pasó el fervor electoral, ya empieza a tomar el río su cauce y, ahora, sigue analizar qué es lo que va a consolidarse como cambios en el nuevo gobierno.

Sin embargo, temas llamativos han sido la inseguridad, la corrupción y el bajo crecimiento económico que hemos tenido en la administración del presidente saliente, Enrique Peña Nieto, el cual vive sus últimos minutos portando la banda presidencial en calidad de bulto. Tal pareciera, que el episodio de euforia que él disfruto frente a su antecesor, se lo están recetando por doble, a tal grado que la suspensión de contrataciones de empleados permanentes, temporales y de honorarios quedó limitada hasta el 16 de julio.

Algo sobresaliente que debemos observar es la aceptación del resultado electoral entre los diferentes grupos de interés, ya sea de partidos políticos (los cuales lo hicieron de manera inmediata una vez que terminó la elección) y, conforme han pasado los días, se han sumado los sindicatos, los empresarios, los gobernadores, entre otros.

Las expectativas que está generando esta nueva administración es cambiar el modelo con la finalidad de ofrecer mejores oportunidades a los mexicanos para elevar su nivel de calidad de vida. Pero tendremos que valorar cómo será el escenario en el que se desenvuelven cada una de las promesas de campaña que se realizaron, ya que de alguna parte del presupuesto tendrá que salir.

No podemos perder competitividad, somos un país con una mano de obra muy castigada en términos salariales e involucrados activamente en un mercado globalizado. Entrar en una nueva dinámica deberá ser cuidando la infraestructura que ya es eficiente.

Durante esta etapa de transición, lo importante será guardar la calma, ya que ninguno de los cambios se ha realizado y, los que se produzcan tendrán un efecto a partir de 2019. Todo parece que, como mexicanos, ya nos adaptamos a la necesidad aceptar cambios de partidos políticos como parte de una nueva era que inició en el año 2000.

Pero, ¿cuánto de ello se ha consolidado? Las peleas entre los diferentes órdenes de gobierno y grupos de interés, han hecho que el beneficio no sea tangible, por lo que se ve agradable que se quiera eliminar la corrupción, y será una de las más fuertes críticas para los lopezobradoristas, en caso de que no se logre controlar y castigar.

La corrupción es uno de los mayores males que afectan a nuestra economía, es un lastre que nos hace perder eficiencia operativa y económica, que no genera valor, sino todo lo contrario. La corrupción no solo se limita a gobierno, sino también a las empresas. Es un tema complejo que inicia desde la ética empresarial y del gobierno corporativo.

Hoy en día, la eficiencia se genera a través de los modelos de satisfacción de necesidades de los usuarios, donde buscamos que la imagen, el valor de uso, el precio/costo, las expectativas y la gestión de calidad correspondan entre sí. Lo que buscamos en la eficiencia es mejorar las experiencias de consumo y atención.

Ojalá que solo por decreto presidencial se eliminaran los grandes males de este país, por lo que debemos alzar la voz y realmente ver las cosas que vendrán, quedarnos con las buenas y hacer a un lado aquellas que no generen valor.

La competitividad se mide por factores como la legalidad, la ética, la eficiencia, la rentabilidad, la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente. Es un distintivo que logran las empresas cuando hacen conciencia colectiva en sus empleados sobre las necesidades de sus usuarios, de tal forma que ellos perciban que son atendidos con calidad.

El hecho de que una persona sea declarada competente, dentro del sistema nacional de competencias implica que durante una parte del trayecto de su vida ha adquirido las actitudes, hábitos, valores, destrezas y habilidades necesarias para realizar un trabajo con calidad con base a los requerimientos de la industria.

Factores que son importantes para que trascienda la competitividad, son:

  1. La inversión responsable en capital humano que hacen las empresas
  2. La coinversión que realizan los sistemas educativos en colaboración con los sistemas productivos
  3. El desarrollo de las habilidades blandas en cada uno de los trabajadores
  4. La búsqueda de satisfacciones reales de necesidades
  5. Precios justos de productos y servicios

Por lo que, el hecho de que cambien los gobernantes solo implica un estimulante a la economía y a los patrones de conducta con la finalidad de que todo lo demás lo hagamos nosotros como sociedad.

Nadie podrá sustituir el espíritu y empeño que le pongas a las cosas, las ganas de sobresalir y el interés por hacer bien cada una de las actividades que realizas.

Es tiempo de ser productivos y darle a nuestro país lo mejor de nosotros, educar a las nuevas generaciones con responsabilidad, transmitir el conocimiento a nuestros colaboradores, educar a la gente con las buenas practicas, para que esto haga que no se pierda la competencia.

Tenemos que generar aprendizajes significativos eliminando de nuestro ADN corporativo las malas prácticas para que éstas no lleguen a las nuevas generaciones.

 

Justo Jacobo Arreaga
Justo Jacobo Arreaga
Es presidente de la Entidad de Certificación AGDER y se encuentra certificado en 12 competencias laborales.

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