¿Qué sensación te invade hoy? aburrimiento, orgullo, confusión, nostalgia, compasión, melancolía… Los estados de ánimo son más sutiles que las emociones, pero pueden afectarnos notablemente. Podemos reprimirlos, disimularlos o rechazarlos, pero estaremos rechazando nuestro sentir y nuestra persona. Tomar conciencia de ellos nos ayudará a estar en equilibrio.
Los estados de ánimo son parte de nuestra experiencia subjetiva, al igual que las emociones.
Ambas son sensaciones que nuestro cuerpo genera en respuesta a determinados estímulos y factores ambientales, pero las emociones tienen un carácter más transitorio, ocurren y se desvanecen con rapidez.
No todas las personas tenemos el mismo estado de ánimo, pues dependiendo de las vivencias de cada quien algunos son más estables anímicamente y otros más depresivos o irritantes. En este artículo te comento la diferencia entre las emociones y los estados de ánimo.
Los estados de ánimo son el humor o tono sentimental, agradable o desagradable, que acompaña a una idea o situación y se mantiene por algún tiempo cuya duración es prolongada, de horas o días, son menos intensos, pero más influyentes; su potencia es capaz de arruinarnos o mejorarnos el día.
Estados de ánimo como la melancolía o el buen humor nos influyen más que las grandes emociones. Todos nos enseñan algo, por eso es importante aceptarlos y amarlos, pues son, en definitiva, lo que nos hace humanos.
Las emociones primarias son seis emociones básicas que son universales a lo largo de las culturas humanas: miedo, asco, enfado, sorpresa, felicidad y tristeza.
«Una emoción es un estado psicológico complejo que implica tres componentes distintos: una experiencia subjetiva, una respuesta fisiológica, y una respuesta conductual o expresiva». (Hockenbury y Hockenbury , 2007)
En la actualidad, se acepta que las emociones se originan en el sistema límbico y que estos estados complejos tienen estos tres componentes:
– Fisiológicos: Es la primera reacción frente a un estímulo y son involuntarios: la respiración aumenta, cambios a nivel hormonal, etc.
– Cognitivos: La información es procesada a nivel consciente e inconsciente. Influye en nuestra experiencia subjetiva.
– Conductuales: Provoca un cambio en el comportamiento: los gestos de la cara, el movimiento del cuerpo.
Las emociones juegan un papel muy importante en nuestros días, en la toma de decisiones; Podríamos plantearnos:
¿Compré mi coche haciendo cálculos sobre la rentabilidad y los comparé con otros modelos y marcas? ¿Elegí a mi pareja porque era objetivamente la mejor opción? ¿Es mi empleo el que me ofrece el mejor salario? ¿Salir en contingencia es la mejor opción?
Gran parte de nuestras decisiones son influenciadas en mayor o menor grado por las emociones
¿Qué estado de ánimo me predomina?
Nuestros estados de ánimo siempre están ahí, como un ruido de fondo, pero para percibirlos es necesario detenerse y escuchar; como si paseamos por la playa o el campo, y nos detenemos a escuchar todo aquello a nuestro alrededor como el viento, las olas, los árboles, las palmeras, la arena, etc.
Detenernos a escuchar nuestro interior suele ser suficiente al principio; si queremos ir más lejos, será necesario que aprendamos a escuchar y a observar mejor nuestros estados de ánimo, usando, por ejemplo, la meditación, la terapia psicológica, hacer algún tipo de arte, etc.
Ahora que sabemos qué es un estado de ánimo, podemos preguntarnos qué los distingue de una emoción. ¿Cómo te sientes hoy?
