*Por Vanessa Matamoros Nava
En lo que va de enero a junio de 2024, Causa en Común ha continuado con el seguimiento del registro de notas periodísticas tanto locales como nacionales de policías asesinados[1] y de atrocidades[2]. En dicho periodo, se da cuenta de, al menos, 143 casos de policías asesinados, en promedio uno por día, en donde Guanajuato (con 30) y el Estado de México (con 17) cuentan con el mayor numero de registros. Por otro lado, la entidad con mayor número de notas periodísticas de atrocidades es el estado de Guanajuato, con 168 notas, seguido del Estado de México registrando 105 notas. En el universo de atrociades que se dan en estos estados, las que ocurren con mayor frecuencia son: tortura, actos violentos contra autoridad, masacres, asesinato de funcionarios y actores en materia de seguridad, fosas clandestinas, mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres.
Es importante hacer mención que, también han incrementado las notas de atrocidades en entidades como: Jalisco (141), Baja California (133), Guerrero (133), Tabasco (112), Morelos (103), Michoacán (94), Sinaloa (85) y Sonora (85), en donde se han intensificado de manera alarmante las cifras de violencia, sin embargo, Guanajuato continua estando en la cima.
Es notorio que, estos estados han experimentado un mayor índice de violencia extrema en lo que va del 2024, pero, la verdadera letalidad no sólo se manifiesta con cifras, sino también con el impacto y las consecuencias que tienen frente a la sociedad.
Hoy más que nunca, es crucial reconocer la problemática tan grave en la que se encuentra México en materia de seguridad y criminalidad, específicamente en los estados pertenecientes al Bajío mexicano, los cuales registran los mayores índices de violencia extrema, representando un ataque directo al estado de derecho, desafiando a los funcionarios y actores en materia de seguridad y creando una lucha constante en donde no existe una relación de cuidado mutuo sociedad-actores en materia de seguridad y en donde las represalias dificultan la paz y justicia en México.
Lo anterior, representa uno de los mayores desafíos que las y los funcionarios en materia de seguridad deben asumir. Asimismo, es importante fortalecer los cuerpos de seguridad y el sistema de administración y procuración de justicia, ya que, con base en la encuesta Nacional de Seguridad Pública del primer trimestre de 2024[3], a nivel nacional, el 61.0% de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad. Esta situacion abona a la desconfianza de la ciudadanía hacía sus autoridades, lo cual es lamentable, ya que la confianza es crucial para generar un verdadero cambio y construir un estado de paz.
Ahora bien, como parte de las acciones a efecto de recuperar la confianza de la ciudadanía, como funcionarios y funcionarias en materia de seguridad, es indispensable poner énfasis en la prevención social de la violencia y la delincuencia mediante políticas públicas, programas y acciones orientadas a reducir factores de riesgo que favorecen la criminalidad y disminuyen las causas y los factores que la generan.
Finalmente, todo esto me lleva a la siguiente pregunta, ¿Por qué los índices de violencia en las entidades del Bajío mexicano suelen mantenerse e inclusive aumentar? Es una pregunta que no tiene aparente respuesta, sin embargo, considero que la llave maestra para responderla e inclusive, para trabajar en este gran desafío para este nuevo sexenio, es aumentar el número de investigaciones, aumentar la percepción de confianza en las autoridades y seguir generando ese vínculo entre ciudadanía, organizaciones civiles y autoridad.
[1] Causa en Común 2024. Disponible en https://causaencomun.org.mx/beta/registro-de-policias-asesinados-2024/
[2] Causa en Común 2024. Disponible en
[3] INEGI 2024. Disponible en https://www.inegi.org.mx/app/saladeprensa/noticia.html?id=8976