León, Gto. Como un regalo de Navidad adelantado, Berta Becerra describió el emotivo regreso a casa de sus hijas Karla Susana y Jazmín Esmeralda, de 17 y 16 años de edad, quienes habían desaparecido desde hace 8 meses.
Las jóvenes fueron vistas por última vez cuando salieron de su hogar en la colonia Loma Bonita rumbo a la colonia La Brisa, rompiendo toda comunicación desde entonces.
Durante los meses de búsqueda, la familia enfrentó la falta de respuestas en la investigación que llevaba a cabo la Fiscalía General del Estado de Guanajuato.
Zona Franca contactó a Berta, el octavo mes de la desaparición y, entre súplicas y esfuerzos, la madre pidió a las personas que tenían a sus hijas que las dejaran regresar a casa.
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Días después de la publicación, en un giro inesperado, Karla Susana y Jazmín Esmeralda, lograron contactarse con su padre, el 17 de diciembre desde Zapopán, Jalisco, donde habían sido abandonadas.
De inmediato, su padre viajó al estado vecino para encontrarlas de vuelta.
Aunque físicamente estaban sanas, presentaban signos de desnutrición y se presume vivieron de cerca experiencias traumáticas. Pese a ello, Berta expresó la inmensa felicidad de tenerlas de vuelta:
“Me siento de maravilla. Había decidido no celebrar Navidad, pero ahora los planes han cambiado. Mis hijas están invitadas a la cena con una de sus tías”, dijo.
Aunque las jóvenes declararon que habían conocido a unas personas en León con quienes se fueron, las circunstancias exactas de su desaparición aún permanecen en reserva.
Las autoridades continúan las investigaciones, pero el temor a represalias limita los detalles que la familia puede compartir.
Durante su ausencia, Berta fue objetivo de personas inescrupulosas que, con falsas pistas, le pedían dinero a cambio de información sobre sus hijas.
Fue la tarde del miércoles 18 de diciembre cuando las Alertas Amber que contaban las adolescentes, cambiaron su estatus de desaparecida a localizada.
La familia Ramírez Becerra ahora buscará ayuda psicológica y nutricional para Karla y Jazmín.
