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viernes, marzo 29, 2024

Acusa Director de Cultura de Celaya que el Instituto era la “Cueva de Alí Babá”

Celaya, Gto.- El Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMACC) era una cueva de Alí Babá y los 40 ladrones, pero desde su llegada esas prácticas terminaron, aseguró Dagoberto Serrano Sánchez, director del instituto.

La declaración del Director Serrano Sánchez, se derivó durante su comparecencia ante la Comisión de Contraloría y Combate a la Corrupción del Ayuntamiento, para explicar por qué y cómo se utilizaron los 134 mil pesos para la inauguración de la velaría en el Parque Ximhai.

“Trabajamos de manera integral para todo, una de las cosas que les digo como apéndice es que yo llegué aquí para quitar la corrupción, esta era la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones y tenemos testimonio de eso, ahora el quipo trabaja en transparencia y anticorrupción”.

Dgoberto Serrano Sánchez, Instituto Municipal de Arte y Cultura de Celaya. Foto: especial

Fue entonces cuando Mauricio Hernández Mendoza, regidor independiente preguntó si el Director de Cultura tenía fundamentos para comprobar y sustentar sus acusaciones, además que pidió a la Contraloría Municipal iniciara una investigación en torno a las declaraciones.

Ahí Serrano Sánchez aceptó que nunca presentó ninguna denuncia por las irregularidades que encontró cuando asumió el cargo de Director bajo su criterio de continuar con un trabajo sano y honesto por las personas que se fueron o ya se habían ido.

“Solo lo cito por la cuestión que era una situación de corrección y no hay nada escrito solo hay testimonios de personas y tengo algunas, pero más que hablar de lo anterior era solo hacer el señalamiento que se trabaja con transparencia”.

Cuando Rubén Guerrero Merino, contralor municipal, dijo que si los miembros de la Comisión de Contraloría y Combate a la Corrupción determinaban iniciar un proceso de investigación, se procedería para que el Director del Instituto de Cultura ampliara su declaración.

Dagoberto Serrano Sánchez, entonces optó por recular y decir que sus dichos eran inobjetivos y que no tenía ninguna intensión de acusar o culpar a persona alguna, sin embargo, al término de la sesión se ordenó levantar el acta para que se abriera una investigación.

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