- Publicidad -
viernes, abril 26, 2024

Alejandro Navarro quiere reelegirse, pero su primer trienio deja promesas inconclusas

Guanajuato, Gto. Aquellas promesas de campaña que llevaron a Alejandro Navarro Saldaña a ocupar la Presidencia Municipal de Guanajuato, deberán esperar o posiblemente no se concluyan, si es que la suerte no sonríe al alcalde, quien ha evidenciado que su objetivo principal es preparar su campaña para obtener la elección consecutiva.

En 2018, Alejandro Navarro logró ocupar la alcaldía capitalina con una importante mayoría en votos, tras un intento fallido en 2012, con una campaña basada en promesas que a dos años de gobierno no se han cumplido.

Foto: Archivo

El alcalde, quien ya se registró como precandidato en búsqueda de la alcaldía, no ha cumplido con sus promesas estandarte durante campaña, ya sea por una fugaz oposición en el Cabildo o las complicaciones que trajo la pandemia por COVID-19.

Una de las obras que pregonó en comunidades y zona urbana, fue la concesión del sistema de recolección de basura, proyecto que tuvo que suspenderse por la pandemia, en medio de la falta de vehículos o la infraestructura en el relleno sanitario, cuya laguna de lixiviados se inunda en temporada de lluvias y contamina al Río Guanajuato y a su vez, a la Presa de la Purísima.

Sin un proyecto establecido, el municipio ha sido víctima de las averías en el anticuado parque vehicular, el cual Alejandro Navarro se rehúsa a modernizar, pues la prioridad es brindar apoyos solidarios a los ciudadanos afectados por la pandemia durante el próximo año, curiosamente año electoral.

El alcalde guanajuatense ha sido un severo crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador y sus “obras faraónicas”, en palabras de Navarro Saldaña,  el tren maya, la refinería Dos Bocas y el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, aunque él también se ha aferrado a la construcción de un nuevo Museo de las Momias.

Aunque Navarro ha urgido su construcción con el argumento de mejorar la actividad económica en la Ex Estación del Ferrocarril, el proyecto también tendrá que esperar luego de que el endeudamiento que pretendía hacer para concretar el proyecto por 64 millon es de pesos fuera cancelado, tras la presión ciudadana en medio de la pandemia.

Al museo se suma la edificación de un estacionamiento, el cual se contempla construir por medio de concesión, lo cual se complica “al no haber un ancla (el nuevo museo)”, que atraiga inversionistas, expone constantemente el alcalde.

Proyectos inconclusos

Fue en abril pasado, tras arreglos políticos y entre los señalamientos de la oposición (Morena principalmente), Alejandro Navarro consiguió que el Ayuntamiento aprobara una deuda por 60 millones de pesos para edificar el nuevo museo.

El logro de Navarro se vio afectado con la llegada de la pandemia por COVID-19 y tan solo cuatro meses después, en agosto, se vio obligado a declinar a los avanzados trámites de la deuda en el Congreso del Estado, pues consideró inadecuado el crédito ante el incremento de defunciones y la crisis económica de la ciudad.

A la lista de las promesas de campaña incumplidas del panista, se suma la mejora del sistema de transporte público, con una estación de transferencia en la Exestación del Ferrocarril como piedra angular del servicio.

Antes de la pandemia, la central de transferencia ya se veía lejana, pues los empresarios transportistas denunciaron la indiferencia de las autoridades, mientras Navarro señaló la falta de cooperación de la contraparte.

Aunque obligó a los transportistas a cambiar las unidades más antiguas, el sistema, a decir de los usuarios es precario, pues la impuntualidad, los malos tratos y la falta de capacitación en los choferes es a lo que se enfrenta el guanajuatense.

Son tres las promesas  incumplidas que van ligadas, el Plan Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico y Territorial (Pmduoet), la protección del Cerro de la Bufa y la construcción de un nuevo Palacio Municipal.

Con más de cuatro millones de pesos en inversión, se presentó al Ayuntamiento el Pmduoet, el cual fue rechazado por una oposición, que incluía panistas en contra del documento, en medio de acusaciones y una guerra mediática que duró más de dos semanas.

La no aprobación del Pmduoet repercutió directamente en la construcción del nuevo edificio municipal y la protección de La Bufa, zona de conservación natural que desde hace más de 10 años ha sido uno de los pilares del proselitismo de Navarro.

En un intento por cumplir su palabra, el gobierno panista colocó una improvisada central en la zona, que constó simplemente en obligar a los operadores de las rutas en comunidades a llegar a la Ex Estación del Ferrocarril.

Sin embargo, el proyecto se diluyó rápidamente, pues las aglomeraciones que se generaban en el lugar obligaron al alcalde a cambiar de estrategia para mitigar los casos de contagio de COVID-19 y tuvo que dispersar las rutas a distintos puntos de la cañada.

Cuando la Dirección de Tránsito, Movilidad y Transporte comenzó a limitar el tiempo de estacionamiento en la Calle Subterránea, la sociedad por fin creyó que Alejandro Navarro cumpliría una de sus promesas, aunque no muy bien vista por la mayoría.

La instalación de parquímetros, incluidos en el plan de movilidad del municipio parecía ser una realidad cuando las multas económicas comenzaron a imponerse a quienes superaban el límite de dos horas permitidas de estacionamiento a partir de mayo de 2019.

Si bien las multas continúan aplicándose, la instalación de los parquímetros en la zona centro de la ciudad ha sido un tema que poco a poco se ha desvanecido.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO