*Con información de Laura Villafaña y Ricardo Aguilar
Irapuato, Gto. Por miedo, entre 700 y mil jóvenes aproximadamente, dejaron su tratamiento de rehabilitación contra adicciones en Centros de Irapuato y Celaya, esto debido al cierre de ‘anexos’ debido al ataque armado que dejó 27 internos muertos y 4 heridos.
Esto, lo señaló el presidente de Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB), Nicolás Pérez Ponce, quién explicó que tan solo en Irapuato, entre seis o siete anexos irregulares, que no pertenecen a la red estatal cerraron, y confirmó que en Celaya únicamente uno quedó funcionando, derivado de supuestas amenazas.
“Algunos 700 a como unos mil internos, en Irapuato y Celaya, de los grupos que se han cerrado, en general es un promedio como unos mil chavos (los que dejaron su tratamiento). En Celaya cerraron más grupos, pero en Celaya si los están amenazando, nada más un padrino de allá tiene las puertas abiertas”.
Pérez Ponce no descarta el cierre definitivo del anexo ‘Casa de Restauración: Amor en Acción’ ubicado en la colonia San Juan Bosco y el cual pertenece a la red que encabeza.
Y es que señaló que tras la aparente amenaza que llegó al centro de rehabilitación en voz de una mujer que aseguraba había hombres encapuchados que se dirigían al anexo, y provocó una movilización policial, 40 internos regresaron a casa, algunos que escaparon y se brincaron la barda del inmueble, mientras que otros fueron entregados a sus familias, quienes estaban alarmadas.
“La mujer llegó gritando y posteriormente cómo había por ahí, yo creo escucharon algunos de los familiares de los otros que estaban encerrados y fueron por ellos; de la red estatal hasta ahorita este lo vamos a dar de baja, es el primero”.
Sin embargo, expuso hay otros centros que dejaron de operar.
“Hay otros grupos que han estado cerrando, pero son grupos que no pertenecen a la unión y que son clandestinos; como seis o siete en el puro municipio de Irapuato”.
El presidente de CRUB señaló que se acercarán con los directores de cada centro de rehabilitación, pues desgraciada o afortunadamente voltearon a ver a los anexos, aunque lamenta que haya sido hasta que se dio el trágico episodio en Arandas registrado el miércoles pasado 1 de julio.
“Desafortunadamente fue causa de lo que tuvo que pasar en Irapuato, si nos hubieran escuchado desde un principio esto se hubiera evitado”, reciminó.
Precisó, desde el primer ataque ocurrido en diciembre, ellos se presentaron y entregaron propuestas al Gobierno Estatal, que sólo le respondió con ‘largas’, para después justificarse con lo relacionado con la pandemia por COVID-19.
“Entregamos propuestas y nomás nos dieron largas, luego entró lo del COVID y fue una buena justificación para ya no escucharnos, lamentablemente ahorita, esta masacre que paso, la gente esta alarmada, el pueblo está enojado, por ahí dio unas declaraciones el gobernador (Diego Sinhue Rodríguez Vallejo) y dijo que nos va a voltear a ver”
Nicolás Pérez dijo que esta semana habrá un acercamiento con el ejecutivo estatal, el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Ayala y el secretario de Salud, Daniel Díaz, a quienes les pedirán desde un principio: trabajar en prevención, pero además seguridad: “apoyarnos con el gobierno, exigirle al gobierno que nos de seguridad”.
Cabe destacar que CRUB tiene 15 anexos en Irapuato que están en proceso de regularizarse, pues cuentan con aviso de funcionamiento, y sólo les falta la certificación del sector salud.
Anexos en Celaya dejan de operar, sólo queda uno
En el último censo y revisión de giro de los negocios que funcionan como centro de atención contra las adicciones, se detectó que todos tenían permisos en trámite y no terminaron su proceso para obtener su permiso de uso de suelo.
Eran 10 anexos que estaban identificados, pero en la actualidad, solamente uno funciona y atiende a pacientes, mientras que otros cinco no cumplieron con su trámite para operar.
Según datos de la Dirección de Desarrollo Urbano se tenían registrados anexos en: Francisco Juárez, Jardines de Celaya, Los Olivos, Arboledas y la comunidad de Rincón de Tamayo, todos cerrados y fuera de servicio.
También hay registros de centros de atención en: La Ejidal, Santa María, Lagos y Barrio el Zapote, todos con puertas cerradas. El único que tiene actividad es el centro “Fuentes de Vida” en la colonia El Romeral con 60 pacientes.
