León, Gto. En León, los centros de rehabilitación o ‘anexos’ están haciendo el trabajo de la Presidencia Municipal, que es el atender a la población con problemas de drogadicción sin contar con un solo apoyo del gobierno.
Lo anterior lo aseveró Samuel González Aldana, representante de la asociación Guanajuato Unido para la Prevención de las Adicciones, al explicar que miles de adictos prefieren internarse en un centro de rehabilitación, que acudir a terapia con un psicólogo o un especialista en un hospital psiquiátrico público.
El padrino, como se le conoce a los coordinadores de los anexos, durante entrevista con Zona Franca, señaló que no existe un apoyo económico dirigido a los centros de rehabilitación para ayudarles a sacar adelante a la juventud que está enredada en la drogadicción.
“A veces llegan los recibos de agua altísimos, SAPAL nos dice que son diferentes tarifas que porque estamos haciendo mal las cosas, no hay apoyo del municipio en ese sentido, de que nos apoyen porque estamos haciendo un trabajo que ellos deberían de tener pero no lo tienen, nosotros hacemos lo que les corresponde aunque no nos quieran ayudar”, comentó Samuel.
Recordó que casos como el Hospital Psiquiatrico de San Pedro no dan resultado porque hay adictos que prefieren tratar con alguien que en carne propia vivió la drogadicción que con un profesional.
“No es lo mismo el haber vivido y sufrido la enfermedad de la adicción con personajes que lo quieren hacer todo profesional, es muy diferente, el adicto no se adapta rápidamente a ese tipo de cosas, no van con el doctor a que los cheque, mucho menos a un psicologo porque piensan que están locos, ahí está la situación para nosotros es contrario, nunca vamos a recibir apoyo de parte del municipio”, dijo.
Señaló que los centros de rehabilitación que son candidatos a recibir un apoyo económico por parte del Gobierno del Estado, deben lidiar con una serie de documentación para que puedan verse beneficiados aunque por parte del Municipio, se ven atacados con el actuar de las autoridades.
“Hay internos que no tienen para pagar su cuota de recuperación y nosotros les ayudamos. Hay pacientes que no quieren pagar y cuando vienen por ellos le hablan a las autoridades y nos acusan de secuestro, nosotros no queremos conflictos pero siempre con la autoridad, aunque cuando los necesitamos solo vienen cuando hay revisiones y no cuando hay problemas”.
Por último Samuel dijo que no se ven apoyados por la policía municipal porque no se ponen de su lado al intentar convencer a los familiares en saldar su deuda por el servicio brindado.
“Es como en el hospital, entras y ya te cobran, el trato ya no es como antes en los centros de rehabilitación, ya no hay castigos severos y hay investigaciones para que no suceda, no hay golpes ni malos tratos, los usuarios deben ser bien atendidos”.
Los grupos que pertenecen a la asociación Guanajuato Unido para la Prevención de las Adicciones, se encuentran en la disposición de transparencia para no tener algún problema en caso de revisión sorpresa por parte de las autoridades.
Hace un par de días, Marcelo Padilla, el representante del centro de rehabilitación ‘Mi primera y última oportunidad’, fue asesinado a balazos en un ataque afuera de las instalaciones en la colonia San Juan Bosco.
Después de lamentar el homicidio, Samuel pidió justicia por la muerte de su amigo y compañero, cuyo crimen y móvil es investigado por la Fiscalía General del Estado.
