Irapuato, Gto. A los adultos mayores de la comunidad LGBT+ no los voltean a ver , consideró Arturo Álvarez Martínez, presidente y fundador de la asociación Desarrollo Humano y Sexualidad (Dehusex), al referir que son varias las necesidades que habría por atender, específicamente en este sector de la población.
Sostuvo que por esta situación se busca gestionar un Centro Recreativo Gerontológico que además de procurar la salud física y mental, también promueva la ocupación y la compañía para las personas de la diversidad sexual que son adultas mayores, y quienes generalmente viven en soledad.

“El principal punto es el acompañamiento, sí estamos en una edad hay que prevenir esta etapa, creo que nos sirve de ejemplo, de testimonio, ver estás personas LGBT+ de la población, que viven solos, no trabajan, su salud que es importante. Tengo 16 personas en mi grupo, tenemos la visión de crear este Centro para estás personas y se procure que se mantengan ocupados, ocupadas, ocupades, y se sientan acompañados, un Centro Gerontológico para la población LGBT”, dijo.
Mario Abel Ávila Hernández es un adulto mayor de la comunidad LGBT narró que la situación es complicada al ser una persona de la diversidad sexual , y sumado a ello, particularmente en su caso, tiene una discapacidad, lo que agrava el que pueda ser contratado para un empleo.
Recientemente trabajó temporalmente en la Feria de las Fresas y previamente en la Villa Navideña, mediante el programa diseñado para emplear a personas adultas mayores y con discapacidad, sin embargo, relató, no siempre habría este tipo eventos que los consideren en dichas vacantes.
“Es complicada la situación para nosotros de la tercera edad. No nos aceptan o contratan porque dicen: tienes trabajando a ese desviado, hasta nos maldicen y esas cuestiones las recibimos, más con una discapacidad porque no nos dan empleo tan fácilmente, aprovechamos los apoyos de instituciones que nos dan la oportunidad de laborar a las personas de la tercera edad, pero mientras si no hay un evento, no tenemos ese trabajo temporal y la cuestión es que batalla uno económicamente, vivo solo, y debido de un accidente no puedo trabajar como debe de ser, tengo fractura de fémur y me cuesta encontrar empleo”, dijo.
Mario Abel refirió que sin empleo, el panorama es difícil, ya que él tiene que cubrir gastos de renta, agua y luz, servicios que no se consideran dentro de los programas sociales, que también han limitado la ayuda, pues sí antes recibía una pequeña despensa cada seis meses, ahora es cada año.

Foto: Laura Villafana
A esto sumó que no siempre los programas gubernamentales apoyan a quienes verdaderamente lo necesitan, pues hay casos que reciben ayuda de varias instituciones, pese a tener ingresos, no obstante, “a veces los que en realidad ocupamos, tenemos que tocar puertas y más fuerte”, apuntó.
Por lo anterior,es que Mario señala que toca puertas para prever y obtener apoyo alimentario y de salud, pues indicó que próximamente no habrá oportunidad laboral que temporalmente le permita cubrir sus gastos.
“A partir de los 60 años en adelante, ya mucha gente no quiere tener el riesgo de batallas con una persona de la tercera edad, las que tienen trabajo es porque tienen años en las empresas.”, detalló.
Mario trabajó menos de un año en el Centro de Gobierno, donde renunció al referir que fue víctima de hostigamiento laboral, ya que por su fractura está imposibilitado a realizar algunas actividades y actualmente se emplea para hacer limpieza en las casas de sus conocidos, quienes lo contratan uno o dos días por semana.