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miércoles, abril 30, 2025

Cayó de un caballo; exige reparación del daño a asociación y entrenadora

León, Gto. Lo que era un cuadro depresivo tratado con equinoterapia, se convirtió con una caída, en una fractura de columna, luxación y esguince en la mano izquierda.

Mara Silva Rodríguez, quien es la afectada, señaló que ni la entrenadora que estuvo apoyándola, Karime Saldaña y ni el lugar, Sonrisas Bajío, se han hecho responsables de sus lesiones o la parte moral.

Cansada de no ser escuchada, la afectada irrumpió este miércoles en la presentación del Festival Internacional del Caballo que se llevó a cabo en el Macrocentro Deportivo del CODE de la colonia León 1.

Por su parte los organizadores señalaron que el evento equino es ajeno al problema de Mara Silva Rodríguez, quien hoy busca el apoyo de su instructora y Sonrisas Bajío.

El pasado lunes 19 de febrero, Mara tomó su tercera clase por las que había pagado anticipadamente 1 mil 500 pesos.

Los ejercicios corrían con normalidad, pero en una acción desafortunada el caballo reparó (se paró en dos patas) y Mara cayó de nalgas, literalmente.

La caída le provocó las lesiones señaladas al inicio del informativo: una fractura de columna, luxación y un esguince en la mano izquierda.

“Estaba saliendo de una depresión muy fuerte y mi psicóloga me dijo que hiciera las cosas que me gustaban, y a mí siempre me habían gustado los caballos (…) Ingresé a Sonrisas Bajío porque yo a ella ya la admiraba desde hace mucho tiempo. Fue mi tercera clase y el caballo se paró en dos patas; no fueron ni para llamar una ambulancia”, indicó.

El día del accidente, además se enteró que no estaba asegurada por usar los servicios de equinoterapia, aseverando que instructores y espacio se deslindaron de la responsabilidad del accidente.

“Lo que me molesta es que yo por salvarme a mí, por ver por mi bienestar siento que se lavaron las manos, yo estuve que estar comunicándome con distintas ambulancias  (…) Eran muy caras, las que no eran tan caras tardaban mucho, el 911 es gratis pero tardaban más, yo me sentía muy mal, no me podía parar”, platicó Mara.

A pesar de las dolencias que a más de una semana del accidente le aquejan, Mara señaló que espera que el lugar o instructora se hagan responsables y no la ignoren, como cada que solicita hablar con ellos. 

“Yo estoy buscando empatía y que me ayuden; ni siquiera estoy buscando dinero como tal, yo tengo mi negocio, me mantengo yo sola, vivo con tres perrihijos (…) Que por lo menos tuvieran la intención de buscarme y preguntar cómo me siento, que me ayuden a bañar, cocinar, el mandado o algo”, señaló la afectada. 

Por ahora Mara no ha puesto denuncia ante la Fiscalía del Estado porque advirtió que busca justicia y no afectar su paz mental.

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